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el yacimiento que ilusiona al país de las crisis energéticas

el yacimiento que ilusiona al país de las crisis energéticas

Bajo el árido suelo de Waziristán, donde el silencio del desierto apenas es quebrado por el rumor de los vientos tribales y las huellas de una historia convulsa, Pakistán ha encontrado el ‘oro negro’ que tanto necesita. Es cierto que los hallazgos son muy limitados en términos de cantidad de crudo, pero revelan el esfuerzo de un país muy poblado por intentar reducir su dependencia petrolera del exterior y reducir las constantes crisis energéticas que sufre. En apenas seis semanas, el país ha anunciado cuatro descubrimientos consecutivos de petróleo y gas natural en la misma formación geológica: el yacimiento de Hangu. El último hallazgo publicado ha sido comunicado por Mari Petroleum Company Limited (MPCL) y se estima que añadirá más de 70 millones de pies cúbicos de gas y 310 barriles de crudo diarios al potencial energético de una nación que importa mucho más de lo que produce, de ahí la necesidad de buscar petróleo sea donde sea.

Pakistán, con sus más de 240 millones de habitantes, apenas bombea 60.000 barriles diarios de crudo frente a un consumo estimado de 550.000 barriles por día. En ese contexto, cada hallazgo representa algo más que una victoria técnica: es una esperanza en medio de una crisis energética casi estructural, que se repite todos los veranos cuando las altas temperaturas disparan el consumo de energía del país.

La serie de descubrimientos en Hangu comenzó en febrero de 2025, con una primera perforación que arrojó 13 millones de pies cúbicos de gas y 20 barriles de crudo al día, una cantidad insignificante. Le siguieron otros pozos con rendimientos crecientes. El tercer hallazgo, comunicado hace unas semanas, «fue el tercer descubrimiento consecutivo de gas y petróeo condensado en el pozo exploratorio Spinwam-1, en la Formación Hangu, Bloque Waziristán, Waziristán del Norte», según revelaba la firma.

Además, esta compañía aseguró que la Formación Hangu había registrado «un impresionante caudal de gas y 122 barriles de petróleo condensado al día… Esto se suma a los recientes descubrimientos en las formaciones Samanasuk y Kawagarh dentro del mismo pozo, lo que refuerza el inmenso potencial de hidrocarburos de la región. «Se están realizando pruebas adicionales para evaluar la capacidad total de producción del pozo».

No obstante, el cuarto descubrimiento (junto a los otros tres señalados), que parece ser el más grande en términos de volumen, marca otro paso significativo en el fortalecimiento de la seguridad energética de Pakistán, al liberar recursos autóctonos para satisfacer la creciente demanda de gas del país. «Mantenemos nuestro compromiso con la exploración y el desarrollo de las reservas de hidrocarburos de Pakistán para impulsar la sostenibilidad energética y el progreso económico», señalaban desde la empresa.

Otro descubrimiento de crudo

Además, MariEnergies (filial de MPCL) ha aprovechado también para anunciar que ha sumado nuevas reservas en la provincia de Sindh, donde el pozo Shawal-1 produjo 1.040 barriles diarios de crudo de 30° API y 2,5 millones de pies cúbicos de gas. «Ha sido un éxito notable para nuestros geocientíficos y técnicos, que han logrado esta hazaña combinando experiencia y nuevas tecnologías», asegura Haider sobre esta perforación en declaraciones a Yahoo Finance.

«Este descubrimiento es un avance importante y alentador para el panorama energético de Pakistán», declaró Faheem Haider, director ejecutivo de MPCL, agradeciendo además la colaboración del Gobierno y las fuerzas de seguridad. La empresa posee un 55% del bloque de Waziristán, en sociedad con OGDCL (35%) y Orient Petroleum (10%).

La firma también reveló una reserva de gas adicional en el pozo Mari Ghazij-1, dentro del mismo yacimiento, con una producción estimada de 5,1 millones de pies cúbicos diarios. La formación de Hangu, que abarca parte del subsuelo de Sindh y Waziristán, se ha convertido en el epicentro de este intento de revolución energética (por ahora solo es un intento dado el pequeño tamaño de los hallazgos), cuyo potencial aún está por cuantificarse por completo. El propio Haider ha confirmado que ya se están evaluando planes de operaciones y desarrollos adicionales.

Mari Petroleum es, junto con OGDC (Oil Gas and Development Co.), uno de los pilares del sector energético paquistaní, y gestiona el mayor yacimiento de gas del país en Daharki, Sindh. Con una cuota del 23% del mercado de gas nacional, su estrategia pasa por acelerar el ritmo exploratorio para «detener el declive de producción de hidrocarburos en Pakistán», como subraya su último informe corporativo. La producción local de hidrocarburos se ha estancado desde hace más de una década, obligando al país a importar combustible en condiciones fiscales adversas.

Este desequilibrio tiene consecuencias directas en la balanza de pagos de Pakistán y en su seguridad energética. Las importaciones de crudo suponen una de las mayores partidas de divisas del país, agravando sus ya frágiles reservas internacionales. La fragilidad financiera se traduce en apagones recurrentes, encarecimiento del gas natural licuado (GNL) y dependencia de acuerdos bilaterales con potencias energéticas como Arabia Saudí o China.

Con una red eléctrica deficiente y un sistema energético débil, en los últimos años, Pakistán ha sufrido importantes crisis como consecuencia de la necesidad de importar grandes cantidades de combustible caros, la escasez crónica de gas natural y electricidad, y el uso de unos sistemas de transmisión y distribución insuficientes. El Banco Asiático de Desarrollo mostró cómo la prolongada escasez de energía redujo el PIB entre un 2 y un 3% en 2013, por ejemplo, según recoge la Agencia de la Información de la Energía de EEUU en un documento sobre Pakistán.

En ese marco, una mayor autosuficiencia en gas y petróleo puede representar un respiro económico. El yacimiento de Hangu, otrora olvidado, se puede convertir ahora en una pieza cada vez más importante en la estrategia energética nacional. La continuidad de las perforaciones y el desarrollo de infraestructura de transporte y refinado serán determinantes para convertir potencial en realidad.

Pakistán no se va a convertir ni mucho menos en una potencia petrolera, probablemente ni quiera llegue a cubrir su propia demanda de crudo. Pero cada nuevo pozo perforado en el yacimiento de Hangu reduce, aunque levemente, la necesidad de importar hidrocarburos, lo que puede ayudar a cerrar parte de su abultada brecha energética.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el:
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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