El cambio climático está agravando y extendiendo a más zonas las situaciones de sequía que en algunos territorios ya eran endémicas. Un ejemplo reciente ha sido la situación de emergencia en Cataluña, donde para hacer frente a la posible falta de agua se llegaron a plantear desaladoras portátiles o incluso el transporte de agua potable en barco desde Sagunto.
Ante estas emergencias, un proyecto europeo en el que participa el instituto tecnológico valenciano Aimplas, que forma parte de la red Redit, y varias empresas de Italia y Dinamarca plantea una alternativa que busca ser más barata y sostenible para transportar agua dulce: utilizar grandes bolsas herméticas que puedan llevarse aprovechando su flotabilidad en el mar.
De hecho, desde hace años existe una amplia experiencia con lonas que aprovechan sus cualidades de flexibilidad e impermeabilidad que se utilizan para proteger en condiciones extremas. Unas láminas de tela que tienen como material principal es el poliéster recubierto de PVC, que se caracteriza por su bajo precio y su buena resistencia.
Sin embargo, el PVC presenta más dificultades de reciclado que otros plásticos. Por eso esa solución plantea grandes retos, como el de que los materiales sean sostenibles para evitar precisamente que se viertan más plásticos y microplásticos al mar y la vez garantizar que no habrá pérdidas ni se mezclará el agua interior y exterior.
Así surgió el proyecto europeo TARPAULIFE que desarrollar la fabricación de tejidos de gran superficie recubiertos a base de poliolefina, como el polietileno o el polipropileno, que podrían ser competitivos en costes frente a los tejidos recubiertos de PVC. Esos compuestos permiten mantener sus propiedades de resistencia, flexibilidad e impermeabilidad, con un menor impacto medioambiental ya que son reciclables. Una alternativa que hace viable la fabricación de bolsas de transporte de agua dulce por el mar como alternativa a las buques cisterna, aunque este tejido innovador se podría aplicar en otros productos, como las lonas de uso habitual en camiones o cubiertas.
Pruebas en Islandia y el Mediterráneo
El objetivo final es la puesta en marcha de una planta de producción de tejidos recubiertos a base de poliolefina, de 3 metros de ancho, con una capacidad de producción de 250.000 metros cuadrados anuales en el primer año después de finalizar el proyecto.
Con esas grandes bolsas se busca una solución para transportar agua de zonas con mucha producción que están relativamente cerca de otras zonas que pueden presentar problemas de abastecimiento por episodios de sequía, debido a situaciones como la mayor demanda estacional por el turismo o para dar respuesta incluso a situaciones de emergencia.
Los proyectos previos ya consiguieron probar con éxito una bolsa de agua flotante con un diseño modular y una unión con cremallera. El objetivo ahora con TARPAULIFE es dar un paso más con el material de recubrimiento de estas bolsas de poliéster para sustituir el PVC por poliolefinas, de forma que sean más sostenibles y se facilite su reciclado.
Para demostrar su viabilidad, se producirán dos bolsas de agua de 2.500 metros cúbicos fabricadas con el nuevo material en dos emplazamientos en Europa. La demostración de la bolsa de agua que se realizará como reserva de agua dulce frente a la costa de Islandia en el Mar del Norte y en el Mediterráneo.
Embolsar más de 2 millones de m3
La nueva planta de producción de tejidos recubiertos con poliolefina, que se ubicará en las instalaciones de la empresa Ziplast en Milán, prevé la fabricación de más de 100 bolsas de agua en los tres años siguientes a la finalización del proyecto, y más de 2 millones de metros cúbicos de agua almacenada en tres centros de agua dulce. Además, permitiría evitar la incineración de más de 2.000 toneladas de PVC y ahorrar más de 13 toneladas de CO2 que no se liberarían al medio ambiente.
Precisamente para rentabilizar la inversión, el proyecto también incluye aplicar este nuevo tejido a otros sectores, en concreto para la producción de lonas ecológicas para camiones y cubiertas de hielo para glaciares, y demostración de la sostenibilidad de la nueva solución de recubrimiento de tejido con poliolefinas, con la cuantificación de los beneficios medioambientales y del Análisis de Ciclo de Vida Ambiental (LCA) y de Costes (LCC), en comparación con el uso de tejidos recubiertos de PVC para todas las aplicaciones previstas.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-10-25 05:30:00
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