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Japón puede desatar una oleada inflacionaria en los países emergentes… y solo la Fed puede evitarlo

Japón puede desatar una oleada inflacionaria en los países emergentes... y solo la Fed puede evitarlo

Si bien el caos bursátil ha tenido varios frentes, todos coinciden en que Japón ha sido uno de sus grandes epicentros. El país nipón ya lleva dos subidas de los tipos de interés este año dejando el precio de referencia en el 0,25% tras la reunión de junio. Este cambio ha desatado un giro sustancial en los mercados pues ha anulado el carry trade. Hasta ahora muchos inversores pedían prestado dinero en Japón aprovechándose de las condiciones monetarias ultra laxas para comprar activos con otra divisa, principalmente en dólares. Ahora, mientras el banco central japonés está empezando a elevar el precio del dinero, el debilitamiento del mercado laboral de EEUU ha hecho pensar en una cascada de recortes de la Reserva Federal. Dos eventos que han provocado que todos los inversores que estaban utilizando esta estrategia recalibren los riesgos. Algo que elevó al yen hundiendo a la bolsa japonesa y a los mercados del mundo.

Sin embargo, este fenómeno, que parece que permanecerá en el ambiente como una amenaza latente, puede tener consecuencias inesperadas. Algunos expertos ya están apuntando a que el golpe al ‘carry trade’ de la divisa japonesa puede tener sus mayores víctimas a los mercados emergentes, en particular países como México, Brasil, Chile o Perú, que ha encontrado en la revalorización de sus divisas uno de los mayores argumentos para su economía, pues han podido sobreponerse a los peores efectos de la inflación gracias a este fenómeno.

«Durante las últimas semanas hemos visto una gran volatilidad ligada en gran parte al desmantelamiento en el ‘carry trade’ del yen. Y, aunque ahora toda la atención se centra en la venta masiva de acciones tecnológicas estadounidenses que se ha generado, en los mercados emergentes esto tiene un impacto clave», comentan los expertos de Gavekal Research. Estos señalan que durante estos años muchos inversores se han endeudado al 0% en los bancos de Tokio para comprar pesos o soles. «Estos dos países actualmente tienen un rendimiento cercano al 11% por lo que, si la moneda de financiación (el yen) se aprecia, puede erosionar de forma muy rápida los rendimientos que se han conseguido». Es decir, provocar un colapso en estas monedas y encendiendo la inflación en estos países.

Aunque no hay datos por países, los últimos datos de ING señalan que los préstamos transfronterizos originados en Japón se sitúan cerca de los 157 billones yenes (1 billón de dólares). En Estados Unidos las cifras sí que están bastante claras, con cerca de 500.000 millones de dólares de operaciones carry trade desde 2021 de los cuales se cancelaron cerca de 200.000 en las últimas semanas.

Desde Gavekal dividen, en cualquier caso, el impacto que puede tener el desmantelamiento del carry trade según las regiones. Aunque en primer lugar esta américa latina, donde le impacto sí sería muy poderoso, en particular Brasil, México y Perú. «El real brasileño ha sido el objetivo favorito de los minoristas japoneses para el carry trade». Esto no es algo que pase en Asia, pues la rupia india ha tenido un desempeño inferior y el resto de divisas de la región se han revalorizado estos días pues, de hecho, también eran monedas de financiación respecto al dólar y otros mercados, donde sí han subido los tipos de interés.

En el caso de la región americana, hace un mes ya estaba en entredicho este fenómeno en la región dados los eventos que asolaban la misma. «Los mejores días del carry trade en América Latina ya quedaron atrás«, dijo Mark McCormick, director global de estrategia de divisas y mercados emergentes de TD Securities. Dado que los mercados incorporan en sus precios una mayor probabilidad de victoria de Trump, eso «le dará una prima de riesgo al peso mexicano». Por lo tanto un desmantelamiento general sería la puntilla.

Estas monedas ya estaban sufriendo ante la perspectiva de no solo unos recortes por parte de la Fed mientras sus economías no muestran el desempeño de los años anteriores cuando lograron una importante revalorización. Esto ya ha llevado al real brasileño a caer un 12% frente al dólar en lo que llevamos de 2024 mientras el peso mexicano y chileno han hecho lo propia un 9,5% y un 5,7% respectivamente. En otras partes del mundo, el won coreano cede un un 5,5% mientras el rand sudafricano hace lo propia un 1%. La rupia cede por su parte un 0,8%.

En estos países una potente inflación está provocando que los bancos centrales actúen. Los últimos datos del banco central de Brasil mostraron un repunte hasta el 4,5%, mismo movimiento que ha ocurrido en México, situándose en el 5,57%. En Corea del Sur está en en el 2,6%, mientras que Taiwán y Singapur en el 2,6% y 2,5% respectivamente. Solo la India cuenta con unas cifras más altas (5%) aunque está por debajo de su media histórica (5,5%).

¿Hasta cuándo?

De momento los analistas de JP Morgan creen que la tormenta del carry trade ha pasado por ahora en buena medida, aunque solo parcialmente. Según las estimaciones del banco el retorno de los yenes a Japón ya se habría completado en un 75% dentro de los países del G10. Sin embargo, los expertos del banco norteamericano señalan que «el retorno de la cesta se ha desplomado desde los máximos de 2023 y no es una compensación suficiente para mantener las altas las de los mercados emergentes durante las elecciones de EE.UU».

A pesar de haberse completado tres cuarta parte del mismo, desde JP Morgan sentenciaban que el desmantelamiento aún está muy lejos de terminar. «No se ha acabado ni mucho menos«. Algo que afectará a la dinámica de divisas y bolsas. «Un buen resultado sería una estabilización de los mercados en torno a los niveles actuales, quizás una recuperación superficial en el mejor de los casos. Pero en muchos de estos casos se tiende a conseguir una continuación de los movimientos, aunque a una velocidad menor que la anterior».

La Fed puede salvarlos

En cualquier caso desde Federated Hermes señalan que la tabla de salvación de estos países frente a este fenómeno es precisamente, que la Reserva Federal pierda la calma y comience a recortar tipos de forma agresiva. Según estos expertos «A medida que la Reserva Federal se inclina hacia su primer recorte de tipos, esperamos que varios bancos centrales de mercados desarrollados (excluido Japón) sigan sus pasos, lo que se traducirá en unas condiciones de financiación menos restrictivas a escala mundial».

En resumen ,»el dólar debería seguir debilitándose a medida que la Reserva Federal se vuelva más dovish en sus actuaciones. Esto será positivo para varias economías de mercados emergentes». El ejemplo más claro es China que ya está viendo una clara revalorización del yuan. Sin embargo destacan casos como Turquía o Sudáfrica. En el caso del país euro-asiático, este se encuentra en una campaña sin cuartel contra la inflación que le ha llevado un potente programa de ahorro presupuestario. En ese sentido un dólar más barato frente a la lira ayudaría a contar con productos más baratos y poder doblegar más fácilmente la subida de los precios.

Por su parte, «Brasil, México y Chile tienen tipos de interés reales positivos elevados. Si la situación fiscal se mantiene bajo control, sus respectivos bancos centrales tienen margen para recortar los tipos con cierta agresividad siguiendo los pasos de la Reserva Federal». En cualquier caso todo depende de que la Fed cumple con el guion y comienza a recortar de forma agresiva.

Actualmente la previsión que ofrece el mercado de swaps (OIs) sobre los tipos de interés en EEUU apuntan a un recorte de 50 puntos básicos en septiembre y unos 100 puntos en total para la reunión de diciembre. Aunque sin mucho movimientos en las perspectivas, los ánimos están ahora más calmados en los mercados tras las declaraciones de varios miembros de la Fed mostrando algo más de calma, como la presidenta de la Fed de Boston o la de Chicago y los datos de peticiones de desempleo del jueves. Estos últimos dos factores han llevado a diversos analistas aanticipar una Fed que pueda no recortar tanto como espera el mercado.

Desde Société Générale coincidían que las caídas del dólar pueden superar claramente los perjuicios para todas estas monedas que podría traer el carry trade. «Un yen más fuerte significa un dólar más débil, con su potencial para canalizar los flujos hacia activos de mayor riesgo, es decir, favorecer tanto a las monedas o a los bonos de los mercados emergentes».

En cualquier caso, la experta cambiaria de la firma francesa, Kit Juckes, comenta que muchos valores sufrirán. «No se puede deshacer la mayor operación de carry trade que el mundo haya visto jamás sin romper algunas cabezas». Coincidía Stephen Chiu, analista de Bloomberg Intelligence comenta algo parecido, alegando que «a medida que el mercado continúa posicionándose para el próximo recorte de la Fed y el continuo desmantelamiento del carry trade, las monedas de mercados emergentes subirán frente al dólar, y las monedas de mercados emergentes con bajo carry superarían a las de mayor rendimiento»

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-08-09 17:30:34
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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