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La brújula son los bonos, el petróleo es el astrolabio

La brújula son los bonos, el petróleo es el astrolabio

La historia nunca se repite, pero en ocasiones rima, y en mercados comienza a ser casi un aforismo decirlo. A finales del pasado año el convencimiento era que había que estar claramente en renta fija y que sería en el segundo semestre cuando se debería incrementar la presencia en bolsa. Con un escenario ya mucho más claro, con la expectativa de bajada de tipos sobre la mesa en firme en EEUU y esbozada en Europa, 2024 arrancará con la renta fija como el camino de baldosas amarillas que debe llevar al inversor hacia la rentabilidad sin apenas riesgo.

En el otro lado, el miedo a una bolsa que debe depurar los excesos obliga a tener mucho cuidado con ella y apartarla hasta fin de año. Este es el motivo por el que muchos estrategas coinciden en que aunque la fiesta de la renta variable pueda alargarse también a comienzos de 2024, en algún momento corregirá todo lo ganado desde finales de octubre.

Lo previsible es que la bolsa europea choque con el techo de los máximos pre-Lehman y la estadounidense con sus históricos en todos sus índices de finales de 2021. De ahí que la historia rime y se piense que sea en la segunda parte del año cuando haya que reforzar la posición en bolsa, en la medida en que tengamos la seguridad de que nos encaminamos a una nueva cosecha de beneficios históricos pese a recesiones técnicas puntuales y previsible caída del consumo.

Para quienes seamos incapaces de gestionar la posición táctica y sólo tengamos la estratégica, recordar que el mejor momento para entrar en bolsa siempre fue ayer. La bolsa a largo plazo seguirá siendo más rentable que la renta fija, pese a que la rentabilidad adicional que propone sobre la deuda ahora no es especialmente llamativa.

Además, la renta fija ha protagonizado un comportamiento tan impulsivo como sorprendente. La brújula de todo el mercado es el bono americano, la referencia principal para el inversor de los diez años, el T-Note, que el 19 de octubre llegaba al 5% de rentabilidad, el 14 de diciembre ofrecía ya menos de un 4%.

Pero si la brújula son los bonos, el astrolabio es el precio del barril de petróleo, que va camino de perder 20 dólares desde los casi 95 que llegó a valer a finales de septiembre. Y podría estar mucho más bajo.

«Sin la acción concertada de la OPEP+ tendríamos en el mercado 3,6 millones de barriles más al día de producción y, probablemente, un crudo en 30-40 dólares», comenta Álex Fusté, economista global de Andbank, que recalca la dificultad que va a a tener el cártel para mantener la disciplina de recortes para lograr un alto precio del petróleo.

Hay tres factores que lo dificultan: el alivio de las sanciones contra Venezuela, la relajación de la vigilancia sobre las sanciones contra Irán y el posible final de la guerra en Ucrania.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2023-12-16 07:19:19
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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