El bono chino a diez años profundiza en su caída de rentabilidad histórica y rompe la barrera del 2%. El retorno a vencimiento de la deuda soberana china nunca antes tuvo tan poco atractivo. Sin embargo, el precio de estos bonos, que se mueve en el sentido contrario a la rentabilidad, ofrece beneficios para los inversores que compraron estos títulos de deuda el primero de enero y que ascendería hasta el 10,9% en lo que va de 2024.
La historia de China en los últimos años se resume en una crisis inmobiliaria y en los esfuerzos del banco central estatal (PBOC, por sus siglas en inglés) por apuntalar la economía, al mercado de deuda y a su divisa: el yuan. Y todos estos esfuerzos han resultado en un bono a diez años que se precipita a mínimos históricos mientras que la deuda a más largo plazo ofrece señales al mercado de que la economía del gigante asiático está en pleno proceso de japonización.
Los bonos chinos a diez años traspasan el hito del 2% como consecuencia de una lectura del mercado de que las políticas monetarias del país continuarán con la flexibilización y el recorte de tipos de interés con la esperanza de ver una pronta recuperación. Esta dinámica se ha mantenido durante las últimas cinco semanas donde el rendimiento de la deuda nacional a diez años se situó a la baja en el mercado secundario. «Los rendimientos de estos bonos bajo el 2% era algo que esperábamos, pero ha sido ligeramente más rápido de lo anticipado», comentó el estratega macro para Asia de Société Générale, Kiyong Seong.
Las inyecciones de liquidez y los estímulos estatales prometidos por las autoridades nacionales se encontraron en noviembre con la victoria republicana y con la promesa de Donald Trump de arrancar con otra guerra arancelaria contra China. Esto juega también en contra de los esfuerzos del Banco Popular de China por asegurar la recuperación de la economía. Por el momento, no se espera que el PBOC vaya a detener su flexibilización monetaria, a pesar de la caída que acumula el yuan en 2024 y que podrían dejar caer aún más para amortiguar el golpe de una guerra arancelaria y favorecer así las exportaciones.
Por lo pronto, los gobiernos provinciales del gigante asiático aprovecharon la caída de los costes de financiación, con este bono a diez años en rentabilidades mínimas históricas, para realizar nuevas emisiones. En las últimas dos semanas se colocaron títulos de deuda por un valor de 720.000 millones de yuanes (99.600 millones de dólares al cambio) siendo las dos semanas de mayores ventas de deuda china del año y un 15% del total del monto emitido en lo que va 2024.
No obstante, el entorno favorable para colocar deuda en el mercado puede volverse en contra del banco central chino si el país no da signos de recuperación en los próximos años. «No hay que perder de vista que las medidas fiscales dan soporte a corto plazo, pero a largo plazo se traducirá en un mayor endeudamiento público afectando negativamente a su calidad crediticia», comentaron desde Bankinter.
La caída vista del retorno de los bonos chinos en los plazos más cortos tendrá continuidad en 2025, según aventuran las firmas de análisis. Desde el banco de inversión asiático Citic esperan que la deuda soberana a diez años caiga hasta el 1,6%-1,8%, lo que ampliaría aún más los beneficios por el cambio de precio de estos títulos durante el año que viene.
Hasta la fecha, un inversor podría obtener un 10,9% con el incremento del precio de los bonos chinos. En algún momento del 2024, esta ganancia llegó a ser superior. Sin embargo, el inversor más conservador no encontraría un beneficio mayor en bonos gubernamentales con grado de inversión como la que ostenta China (A1 con perspectiva negativa, según Moody’s) en ningún otro mercado. Como ejemplo, con la subida de los precios de los bonos italianos se ganaría un 6%, según el índice de Bloomberg que replica la evolución de estos títulos soberanos, mientras que la deuda de Estados Unidos roza el 2,1%. Por contra, un inversor que hubiera escogido un fondo indexado al principal índice bursátil de la China continental, el CSI 300, ganaría un 17% en 2024 en euros (15% en divisa local) frente a ese 11% con el bono a diez años.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
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