Las empresas que quieran cotizar en la bolsa española ya tienen una nueva vía rápida para hacerlo. El supervisor de los mercados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha aprobado este miércoles una fórmula inédita de empezar el camino en bolsa sin haber realizado la colocación habitual de acciones. Este nuevo atajo se llama BME Easy Access, se presentó oficialmente hace un mes para tratar de reanimar los debuts bursátiles y ya se ha despejado todo lo necesario para su puesta en marcha.
España se convierte así en el primer país en permitir esta nueva modalidad que anticipa algunas medidas contempladas en la Listing Act aprobada por la Unión Europea para revitalizar los mercados públicos, tal y como apunta la CNMV, recordando que esta medida responde también a una de las recomendaciones del informe de la OCDE para revitalizar los mercados de capitales españoles.
Los pasos a seguir cambian radicalmente. Todo empezará con la verificación del folleto, seguida de una admisión sin distribución de las acciones, es decir, sin que estas comiencen a cotizar. Las compañías tendrán un plazo de hasta 18 meses prorrogables, durante los que realizará una o varias colocaciones (mediante bloques u OPV/OPS) con escasa antelación, en lugar de los varios meses previos con los que se necesita avisar con el procedimiento tradicional. Esta nueva fórmula permite a las empresas, por tanto, no fijar una fecha concreta para salir a cotizar, eliminando así los riesgos de que llegado el momento haya factores externos que compliquen la operación.
Durante ese periodo de tiempo, la negociación se realizará exclusivamente entre inversores profesionales, a través de la modalidad de bloques. Después, «una vez se obtenga la difusión suficiente, las acciones de la compañía empezarán a negociarse en la modalidad de contratación general», explica el regulador.
No todas las compañías podrán beneficiarse de esta opción. Uno de los requisitos es que la valoración supere los 500 millones de euros, «aunque la CNMV podría autorizar el acceso a compañías de menor capitalización», matiza el supervisor.
De momento, ninguna empresa ha anunciado públicamente su intención de inclinarse por esta vía, en la que en cualquier caso se podría desestimar el salto definitivo a bolsa transcurridos los plazos establecidos. El único debut anunciado en firme es el de Cirsa, que está siguiendo los pasos de una salida a bolsa tradicional (sigue vigente para las firmas que la prefieran). La empresa de juegos y ocio pretende debutar en el parqué antes de agosto, con el objetivo de captar 460 millones de euros.
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