¿Recuerdas la última vez que consultaste Wikipedia? ¿Fue para resolver una duda rápida, preparar un trabajo o ganar una discusión en la sobremesa? Sea cual sea la razón, probablemente no pagaste nada. Y sin embargo, hoy Wikipedia te lo está pidiendo.
Un aviso en tonos rosados ha comenzado a interrumpir la experiencia de quienes acceden a la enciclopedia desde España y otras regiones. Es directo, casi desesperado. Wikipedia necesita que dones 2,75 euros para seguir siendo ese rincón libre de anuncios donde aún cabe el ideal de un conocimiento universal y gratuito. Pero ¿qué está ocurriendo realmente? ¿Está Wikipedia en peligro? Y, más importante aún, ¿quién debería salvarla?
El modelo que resiste a la economía de la atención
Wikipedia es una anomalía en el ecosistema digital. Mientras que las grandes plataformas han optimizado sus algoritmos para retener tu atención y monetizar cada segundo, Wikipedia ha mantenido un compromiso férreo con la neutralidad, la ausencia de publicidad y la apertura. Sin embargo, esta postura también la hace vulnerable.
La campaña de recaudación de fondos de este junio no es solo una petición más. Wikipedia necesita dinero no para expandirse, sino para sobrevivir. La Fundación Wikimedia, que la gestiona, depende casi exclusivamente de donaciones individuales. En un mundo saturado de suscripciones, banners y microtransacciones, pedir 2,75 euros por un servicio que millones usan a diario parece razonable. Pero menos del 2 % de los usuarios dona.
La ironía es dolorosa: cuanto más valiosa es Wikipedia como fuente de conocimiento, más invisible se vuelve como institución. Su contenido aparece en asistentes de voz, resúmenes de IA, fragmentos destacados en buscadores… pero sin reconocimiento ni retorno económico.
La amenaza invisible: la inteligencia artificial como depredadora de fuentes
En los últimos meses, herramientas como Google AI Overviews, ChatGPT o Siri han comenzado a sintetizar información con una fluidez pasmosa. Detrás de esa capacidad está, entre otras cosas, el vasto conocimiento acumulado por Wikipedia durante más de dos décadas. Sin embargo, estas plataformas rara vez citan su origen.
Lo que para el usuario parece magia, para Wikipedia es un vaciamiento lento. Cuando un lector ya no visita la página original, pierde también el impulso de editarla, corregirla o enriquecerla. El modelo de colaboración abierta depende de la visibilidad. Sin reconocimiento ni tráfico, se erosiona el vínculo entre lector y editor.
Además, el auge de la IA plantea una pregunta incómoda: ¿sustituirán las máquinas a los voluntarios? Aunque los grandes modelos lingüísticos aún cometen errores y carecen de criterio contextual, su avance es imparable. Para Wikipedia, la clave no está en competir con la IA, sino en coexistir. Y para eso necesita más editores humanos, no menos.
Generación Z: la esperanza que edita en pantalla pequeña
Durante la Wikimania de Katowice, celebrada en 2024, el tono general fue sombrío. Wikipedia corre el riesgo de volverse irrelevante o disfuncional si no logra atraer nuevas generaciones. La mayoría de sus editores son hombres de mediana edad, acostumbrados a navegar en escritorios y a discutir en foros internos poco intuitivos.
Sin embargo, hay señales de cambio. Un 20% de los editores actuales pertenece a la generación Z. Y aunque aún es insuficiente, su presencia representa una oportunidad para transformar tanto la tecnología como la cultura de la enciclopedia.
Las barreras invisibles que disuaden a nuevos editores
No basta con querer participar. Un artículo de The Guardian publicado en 2024 recogía que Wikipedia no es un terreno fácil para los recién llegados. Muchos jóvenes se enfrentan a críticas duras, normas opacas y una estructura poco acogedora. Las tareas más accesibles –como corregir erratas o detectar vandalismo– ahora están automatizadas, lo que deja a los novatos ante contenidos más complejos y políticamente delicados.
Además, el choque generacional es real. Mientras los editores veteranos prefieren las discusiones formales en las páginas de conversación, la generación Z prefiere canales más dinámicos como Discord o Telegram. Esta diferencia de estilos puede dificultar la creación de comunidad, que es precisamente lo que mantiene viva a Wikipedia.
El problema no es solo técnico, sino emocional: muchos jóvenes sienten que sus contribuciones desaparecen en un vacío. Sin una retroalimentación positiva ni espacios sociales donde compartir logros, el incentivo para continuar se disuelve.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2025-06-12 11:30:00
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