A menudo se suele analizar la inflación teniendo en cuenta que no es un proceso perfecto: la tasa de IPC subió muy rápido en 2021 y 2022, y se mantuvo aún elevada en 2023, acusando problemas como los cuellos de botella o la inestabilidad geopolítica. Sin embargo, el descenso no suele ser igual de perfecto y la desescalada de precios apunta, como venían esperando los expertos, a que será una carrera de fondo. Gran parte de la culpa la tiene el dinamismo de la actividad económica, con una elevada demanda que gira sobre los paquetes turísticos, los restaurantes y el ocio en general. Y la preocupación del Banco de España gira también sobre este problema.
A la luz de la gráfica, los servicios, los bienes que no están ligados a la energía y los alimentos están contribuyendo a enquistar el descenso de la inflación. Teniendo en cuenta que la energía ha vuelto a presionar levemente, los citados componentes suponen la mayor parte del aumento de la inflación. Los últimos datos disponibles, de junio, adelantaban que los paquetes turísticos, los hoteles y los restaurantes (básicamente, el pack de unas vacaciones estándar) estaban contribuyendo en mayor medida al avance del 0,4% de los precios.
El Banco de España dedicó en el último informe trimestral de proyecciones macroeconómicas una parte de su análisis a la resistencia de la inflación de los servicios, que no modera sus tasas. Esto, unido a la retirada de las medidas anticrisis y a alguna sorpresa al alza con los precios energéticos, provoca que el IPC general y también la propia tasa subyacente –que excluye la energía y los alimentos elaborados– estén avanzando a un ritmo superior a lo estimado para esta época… y desajustando (a peor) las expectativas de inflación para el presente curso. El IPC, en estas condiciones, no bajará todavía del 3% en promedio este 2024.
Esta «persistencia superior a la esperada» se asienta sobre la restauración y el turismo, los dos componentes que explican casi la mitad del crecimiento de la inflación subyacente. Precisamente, aquellos servicios en los que hay una elevada presencia del factor trabajo. Como los salarios crecen más que la productividad, aumentan los costes laborales por unidad producida y supone una presión inflacionaria.
La ‘cara b’ del turismo
Es una tendencia que afecta a España, en concreto, y que también se propaga por el continente europeo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) declaraba en su último informe que hay ciertos riesgos a corto plazo a tener en cuenta y que pueden hacer que la inflación se enquiste o incluso suba. Los expertos llaman a prestar atención a la falta de avances en la desinflación de los servicios. De nuevo, como opina el Banco de España, podría tirar al alza de los costes laborales por el poder de fijación de salarios que tiene la inflación en sectores tan intensivos de trabajo como, por ejemplo, la hostelería.
Son algunos de los efectos nocivos del turismo en España. El modelo de crecimiento a base de sol y playa es el motor del crecimiento en nuestro país, si bien la elevada demanda y la llegada de turistas extranjeros con un mayor poder adquisitivo está convirtiendo el turismo en un producto casi de lujo. Todo ello teniendo en cuenta que se espera que España sea el país que más turistas reciba la próxima década, superando a Francia.
En contexto europeo, el IPC de los servicios también es un quebradero de cabeza para el Banco Central Europeo (BCE) desde hace tiempo. Y es que el sector terciario es el que más peso tiene en la economía del área monetaria y, además, es el que tira del producto interior bruto (PIB) al completo desde numerosos trimestres atrás. La evolución de los precios de los servicios, que enquista el IPC y a la vez hace ganar tracción al PIB, ha sido una de las salvaguardas para no bajar los tipos de interés durante las últimas reuniones del BCE.
La elevada demanda, además, anticipa que el efecto de encarecimiento provocado por el turismo no va a parar. Una reciente encuesta del BCE señalaba un aumento en la intención de desembolso de las familias en unas vacaciones, en detrimento de otros posibles gastos como la compra de un coche.
Temporada alta más extensa y más repartida
En los últimos años, la temporada turística ha dejado de ser un fenómeno exclusivo del verano, con los efectos que ello tiene sobre la temporalidad del empleo o el dinamismo de algunas regiones que han salido beneficiadas. Cada vez más turistas deciden viajar durante todo el año, y ello se ha reflejado especialmente en los primeros meses del año. Este cambio puede revitalizar el empleo, con una demanda constante de trabajadores durante más meses o incluso todas las estaciones, per también está influyendo en la inflación, debido a la presión sostenida sobre los precios de bienes y servicios.
El Banco de España analizó cómo la extensión de la temporada turística está redefiniendo el panorama económico con una conclusión: la temporada dura más y se reparte por varias regiones que han recibido un número inusual de turistas en comparación con los años previos a la pandemia (el promedio entre 2016 y 2019).
Hasta abril, las pernoctaciones hoteleras de turistas internacionales superaron en un 12% las observadas en el mismo período de 2023 y también se situaron ampliamente por encima de los registros prepandemia. Favorece una mayor diversificación de los flujos turísticos por temporadas y también por destinos, ahora con el impulso de la llegada de los alemanes.
Más allá de destinos tradicionales como Canarias, Baleares o el Mediterráneo, se ha observado un especial repunte fuera de temporada en Andalucía. También en las ciudades autónomas y el interior; o zonas como Asturias, Cantabria, Galicia, Navarra o La Rioja. Todas estas regiones menos habituales para el turismo internacional han recibido a más turistas.
También se ha observado un desembolso de estas llegadas, ya que el gasto turístico en términos reales (descontando la inflación) se situó un 36% por encima del registrado en el mismo período entre 2016 y 2019. A su vez, siguió mostrando un incremento del gasto por visitante, a lo que habría contribuido el mayor aumento relativo experimentado en las pernoctaciones hoteleras en establecimientos de mayor categoría.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-07-27 01:00:45
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