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Las crecientes grietas del mercado laboral forzarán al BCE a implementar una «cascada» de recortes de tipos en 2025

Las crecientes grietas del mercado laboral forzarán al BCE a implementar una "cascada" de recortes de tipos en 2025

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, supo taponar este jueves cualquier atisbo de fuga. Absolutamente impenetrable durante la rueda de prensa, Lagarde no dejó ni una sola pista de lo que hará el banco central con los tipos en las próximas reuniones. La francesa repitió constantemente el mantra de «datos, datos, datos» para determinar el rumbo en las próximas citas. Ese resquicio prácticamente bastó a los analistas para concluir que el BCE procederá con calma en lo que queda de año y solo bajará de nuevo los tipos en diciembre, dando casi por hecho que se decretará una pausa en los recortes en el cónclave de octubre. Sin embargo, esta ‘lentitud’ en los próximos meses tendrá su contrapunto en 2025, alertan algunos analistas: una ‘cascada’ de bajadas de tipos, incluso más de las que descuenta el mercado, ante la desaceleración económica y su costura más dolorosa, un patente deterioro del mercado laboral.

Uno de los analistas que con más vehemencia ha señalado que el BCE abrirá las ‘compuertas’ de las bajadas de tipos el año que viene es Mathieu Savary, estratega jefe para Europa de la firma BCA Research y artífice del término «cascada». En un informe de este mismo viernes, Savary incide en que la solidez de las tendencias desinflacionistas y el giro negativo en el cuadro macro pueden dejar ‘corta’ la apuesta del mercado, que telegrafía unos tipos (la tasa de depósito del BCE sigue siendo la referencia) cayendo hasta el 2% en verano de 2025 desde el 3,5% decretado este jueves (150 puntos básicos de recorte, seis bajadas de 25 puntos básicos). Contando con que este año solo se vuelvan a bajar los tipos en diciembre, el escenario barajado por los operadores contemplaría hasta cinco recortes en la primera mitad de año. Que haya que ampliar ese número justifica el uso del término «cascada».

Savary explica que, si bien la persistente inflación doméstica de la eurozona y el abrasivo IPC de servicios justifican la cautela del BCE este otoño, este es un fenómeno «temporal», ya que, argumenta, los márgenes europeos se están reduciendo. Lo cierto es que la contribución de los beneficios unitarios a la inflación del conjunto de la economía ha disminuido desde un máximo del 3,6% en el segundo trimestre de 2023 hasta el 1,1% en el primer trimestre de 2024. Además, la contribución de los costes laborales ha disminuido del 2,8% en el primer trimestre de 2023 al 1,5% actual.

Desde la casa de análisis también apuntan al sector de los bienes como fuente de desinflación para Europa: «La utilización de la capacidad en el sector manufacturero de la zona euro ha retrocedido a los niveles de la crisis de la deuda soberana de la zona euro. En Alemania, está volviendo a los niveles de la Gran Recesión». Al mismo tiempo, y como era de esperar, ahonda Savary, la contribución de los bienes industriales no energéticos al IPC general ha caído al 0,1%. Mientras tanto, prosigue, la contribución de los precios de la energía a la inflación volvió a caer en terreno negativo gracias a la debilidad de los precios del petróleo.

En el otro lado de la ecuación, es el mercado laboral quien resurge como el gran catalizador de cara a 2025. Es cierto que el mercado laboral de la zona euro está mostrando una resistencia inusitada a los vientos en contra. La tasa de paro sigue en mínimos históricos (el 6,4% de desempleo), mientras que los salarios aún crecen con cierta intensidad. Sin embargo, aunque en la foto panorámica, vista desde lejos, no aparece ni una mota, si se observa el mercado laboral de cerca y todo lo que le rodea, se puede ver cómo aparecen algunas grietas y puntos negros.

«Las perspectivas del mercado laboral europeo siguen siendo desinflacionistas. El crecimiento de la remuneración por asalariado ya se ha ralentizado al 4,3% y el de los salarios negociados, al 3,6%. Además, los costes laborales seguirán desacelerándose en los próximos trimestres. La brecha entre la oferta y la demanda de mano de obra se ha ido reduciendo desde marzo de 2023. Además, la creación de empleo está empeorando; el componente de empleo del PMI compuesto de la zona del euro ha caído por debajo de la línea de 50. Confirmando que la demanda de mano de obra se está ralentizando, las ofertas de empleo en Francia y Alemania, dos economías que representan casi la mitad del empleo de la zona euro, han disminuido un 30% y un 22%, respectivamente, desde su máximo en diciembre de 2022″, detalla Savary.

Los últimos datos publicados por Eurostat sobre vacantes revelan una tendencia preocupante: Francia y Alemania están entre las dos economías que presentan mayores caídas, como constata Savary. Solo estos dos países conforman casi el 50% del PIB de la Unión Europea y superan esa cifra si se coge solo la zona euro. En el caso de Alemania, desde finales de 2022 y principios de 2023 han ‘desaparecido’ más de 700.000 vacantes de empleo (los empresarios están frenando la contratación), mientras que en Francia se han ‘evaporado’ unas 150.000. ¿Qué está pasando en la economía para que el empleo haya empezado a frenarse? Un parón de la actividad que amenaza con convertirse en recesión.

La propia Lagarde, en su discurso, dejó entrever que la desaceleración de la economía era intensa y venía por todos los frentes posibles. La zona euro se queda sin motores de crecimiento y así resulta prácticamente imposible mantener a flote un mercado laboral tan ajustado y donde el crecimiento de la productividad brilla por su ausencia. La francesa admitió que el escaso crecimiento de la economía (un 0,2% en el segundo trimestre, se debe principalmente a la contribución positiva de las exportaciones netas y al gasto público. Ambos componentes deberían comenzar a moderarse más pronto que tarde, lo que dejará a la zona euro sin ‘motores’ de crecimiento y condenada a la recesión. La destrucción de empleo neto sería el resultado final de esta historia.

La banquera apuntaba a la pérdida de fuerza de estos factores: «Los riesgos para el crecimiento económico siguen siendo a la baja. Una menor demanda de exportaciones de la zona del euro, debido por ejemplo a una economía mundial más débil o a una escalada de las tensiones comerciales entre las principales economías, afectaría al crecimiento de la zona del euro», comentaba Lagarde.

Por otro lado, la banquera también admitía que «la demanda interna privada (consumo e inversión) se está debilitando, ya que los hogares consumieron menos, las empresas redujeron la inversión empresarial y la inversión en vivienda cayó. Aunque los servicios respaldaron el crecimiento, la industria y la construcción contribuyeron negativamente. Según los indicadores de las encuestas, la recuperación sigue enfrentándose a algunos obstáculos».

La economía de la zona euro presenta una estructura del PIB por el lado de la demanda típica de economía desarrollada. Esto quiere decir que el consumo privado representa alrededor del 60% (o más) de toda la producción. La confianza del consumidor está volviendo a retroceder. La Comisión Europea publicó en estimación preliminar que la confianza de los consumidores de la zona euro disminuyó a -13,4 puntos este mes, desde los -13 en julio, una caída de 0,4 puntos. Por otro lado, la tasa de ahorro de los hogares está volviendo a aumentar (acumula ya tres trimestres de incrementos consecutivos), entre los motivos podría estar el ahorro por precaución.

Savary no es el único que fecha el ‘alud’ para 2025. «Si nos fijamos en el BCE y utilizamos una evaluación de cómo evolucionará la economía de la eurozona en los próximos meses, esperamos que el banco central acabe acelerando el ritmo de nuevos recortes de tipos. No este año, sino el próximo. ¿Por qué no este año? Porque actualmente, las negociaciones salariales alemanas y el aumento de las expectativas de precios de venta siguen apuntando a una cierta rigidez de la inflación. Y dado que el historial del BCE a la hora de predecir la subida de la inflación es bastante débil, el BCE querrá estar completamente seguro antes de emprender recortes de tipos más agresivos», expone Carsten Brzeski, estratega de ING, en una nota para clientes.

Sin embargo, amplía Brzeski, «el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento de la eurozona debería ser el detonante de un recorte más agresivo de los tipos». «Ya en julio, el BCE había cambiado la evaluación de riesgo de sus perspectivas de crecimiento a ‘inclinada a la baja’. Dado que las previsiones del BCE han estado sobreestimando estructuralmente el calendario y la fortaleza de la economía de la eurozona, sólo parece cuestión de tiempo que unas perspectivas de crecimiento más sombrías se traduzcan en recortes de tipos más agresivos. El aterrizaje suave en EEUU y su impacto en la eurozona podrían ser ese detonante», avisa.

«Por ahora vemos un Consejo de Gobierno del BCE que seguirá siendo reacio a acelerar el ritmo de relajación hasta que disminuya la inflación de los servicios. Pero después de esto, es probable un ritmo más rápido de recortes de tipos. En la práctica, esto significa que es probable que el BCE recorte los tipos más en 2025 de lo que anticipa la curva de tipos a corto plazo porque la zona euro sufrirá una recesión el año que viene», tercia Savary.

«Una recesión obligará al BCE a recortar los tipos más de lo que prevé el mercado. Según un reciente documento del banco central, el tipo neutral real de la zona euro se sitúa entre el -0,5% y el 1,1%, con la mediana de todos sus modelos en torno al 0%. Por tanto, en términos nominales, la estimación mediana del tipo neutral de la zona euro se sitúa cerca del 2%. Curiosamente, la curva de tipos a corto plazo prevé un tipo de interés oficial del 2% para julio de 2025, lo que significa que cree que Europa logrará un aterrizaje suave. Sin embargo, si la zona del euro no puede evitar una recesión, el tipo de depósito del BCE caerá por debajo de este nivel«, completa el experto de BCA Research.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-09-13 22:39:45
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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