Menú Cerrar

por primera vez falla como el gran refugio mundial

por primera vez falla como el gran refugio mundial

La crisis que ha desatado Donald Trump con su ataque arancelario está demostrando que el mercado no perdona y que la confianza en un activo se puede perder a la velocidad de la luz, si las condiciones lo justifican. El bono estadounidense ha sido el histórico bastión al que acudían los inversores en momentos de crisis e incertidumbre, algo que fue suficiente para que se le considerase el activo refugio por excelencia en el mundo. Durante décadas, ha sido la vara con la que comparar el resto de activos en el mercado, pero ahora, por primera vez, se está poniendo en duda la seguridad que ofrece el bono americano, en un momento en el que el endeudamiento y el déficit de Estados Unidos están disparados, y el presidente del país está llevando a cabo una política comercial, como mínimo, caótica, con cambios de estrategia bruscos.

El proyecto de Trump en el frente comercial para «hacer América grande otra vez» no parece estar saliendo todo lo bien que esperaba el presidente. La bolsa estadounidense ha sufrido una fuerte corrección tras el anuncio de aranceles históricos, pero, lo más llamativo, es la reacción que está teniendo la deuda estadounidense en el mercado. Si la idea de Trump, como se especuló, era forzar una rotación desde la bolsa a la renta fija, o presionar al mercado y a la Fed para que baje tipos (el primero, comprando renta fija del país, y el segundo recortando sus tipos de referencia), el tiro le está saliendo por la culata.

El mercado está vendiendo bonos estadounidenses de forma generalizada y la rentabilidad a vencimiento ya está por encima de los niveles que había cuando se anunciaron los aranceles históricos. El día de 2 de abril el título cotizaba con una rentabilidad del 4,13%, y ahora ya roza el 4,5%, confirmando el mayor incremento en este sentido, en una sola semana, desde 1981.

El atractivo del bono frente a activos comparables, como el título de deuda alemana, está reduciéndose rápidamente, y prueba de ello es que el precio del bono estadounidense, en comparación con el del alemán, no se había comportado tan mal en una semana en toda la historia.

El historial de crisis con el bono como refugio

Es la primera vez en, al menos, 40 años, en la que el bono no actúa como refugio en un momento de crisis en Estados Unidos, y ya hay muchos analistas que confirman que el bono está perdiendo ese estatus, y que, la llamada «excepción americana» en el mercado (la idea que presenta a Estados Unidos como un país único o ejemplar) está diluyéndose rápidamente.

En las últimas 4 décadas, desde 1980, ha habido muchas crisis y momentos de tensión en la historia de Estados Unidos, y en todas ellas, el bono recibió entradas netas de inversores que terminaron con caídas en la rentabilidad a vencimiento del título (y subidas de precio).

La crisis bursátil de 1987 es la primera prueba de ello. Aquel año, comenzó un descenso del S&P 500 que se llevó por delante un 31% del índice: el bono reaccionó con una caída muy rápida de su rentabilidad a vencimiento, que pasó, en apenas siete días, del 10,25% al 8,8%.

El siguiente evento de crisis fue el estallido de la burbuja puntocom. En enero del año 2000 el bono celebraba la entrada del nuevo milenio con una rentabilidad a vencimiento del 6,78% y, desde que la bolsa empezó a sufrir el pinchazo de la burbuja tecnológica, la rentabilidad del título acompañó en todo momento a las caídas que sufría la bolsa, sirviendo como refugio para los inversores, que volvían espantados hacia el activo «libre de riesgo» por excelencia. El bono terminó cayendo al 3% de rentabilidad en junio de 2003.

En esos años, tanto en la crisis del 11 de septiembre de 2001, como en el estallido de la guerra de Iraq, en marzo de 2003, el bono también actuó como refugio para los inversores. Lo mismo ocurrió en 2008, con la irrupción de la Gran Crisis Financiera, y años después, con la pandemia mundial de Covid-19, en el año 2020, y también en la crisis bancaria de 2023.

Los motivos detrás de la pérdida de confianza

¿Qué es lo que ha ocurrido para que el bono americano vea amenazada su condición de refugio? La reacción que ha tenido el mercado en los últimos días refleja una pérdida de confianza evidente, y no son pocos los analistas que cuestionan el papel que va a tener el título después de lo ocurrido en los últimos días.

El peor escenario posible lo plantea Simon White, estratega macroeconómica de Bloomberg: «Los bonos del Tesoro están perdiendo su estatus de activo refugio. El capital está dejando Estados Unidos a un ritmo acelerado, a medida que la condición del dólar de divisa de reserva mundial se reduce, y el riesgo de una recesión aumenta la probabilidad de que haya un déficit fiscal de doble dígito con inflación», destaca el experto.

No hay que olvidar que, junto al aumento de rentabilidad del bono, el dólar está sufriendo una de las depreciaciones más agresivas que se han visto en los últimos tiempos frente a las divisas más negociadas del mercado, y poco a poco, en los últimos años, la moneda estadounidense está perdiendo peso como reserva internacional de los bancos centrales del planeta.

«El capital está dejando EEUU a un ritmo acelerado, a medida que la condición del dólar de divisa de reserva mundial se reduce, y el riesgo de una recesión aumenta la probabilidad de un déficit fiscal de doble dígito, con inflación», explica Simon White

Sin embargo, la cuestión más urgente que aprieta al Tesoro estadounidense, y al bono, es el enorme déficit que ha acumulado el país en las últimas décadas, y que parece haber llegado ya a un punto insostenible, con una deuda acumulada del 123% frente al PIB anual del país, una cifra que sólo ha sido superior en 2020, el año del Covid, cuando alcanzó el 126%.

La reacción que está teniendo la deuda en la última semana, aunque haya tenido la crisis arancelaria como detonante, se ha cimentado desde hace años. «EEUU va a ser un caso de prueba. Tiene un déficit fiscal del tamaño de Italia en los 90, y al mercado le da igual, pero mi preocupación es que llegue un momento en el que al mercado sí le importe», explicaba a elEconomista.es, en septiembre del año pasado, Jim McCormick, asesor del negocio de trading y de la mesa global de inversión de tipos de Citi.

Ahora, la posibilidad de que la administración no vaya a ser capaz de reducir el déficit, en un momento en el que la política comercial de EEUU no está teniendo los resultados esperados (varios asesores del Gobierno han declarado en los últimos meses que terminar con el déficit comercial era la clave para reducir el déficit fiscal), ha disparado el miedo de los inversores y el rechazo por el bono americano.

«Los tipos de largo plazo están aumentando, incluso con la bolsa cayendo. Los mercados financieros mundiales nos están tratando como si fuésemos un mercado emergente problemático, y esto puede desatar todo tipo de espirales negativas, teniendo en cuenta el tamaño de la deuda pública, los déficits y la dependencia que hay de las compras extranjeras», ha explicado esta semana Larry Summers, secretario del Tesoro estadounidense entre los años 1999 y 2001.

No hay que olvidar que Estados Unidos ha sostenido buen aparte de su enorme endeudamiento gracias a las compras extranjeras de su deuda, un activo muy codiciado en el mundo entero por su estabilidad y por representar a la economía más grande del planeta. El ataque arancelario de Trump ha podido convencer a China, uno de los mayores tenedores de deuda pública americana del planeta, a vender bonos del país, usando estrategia como arma contra Trump, y amplificando los movimientos del título en el mercado en los últimos días.

«La ‘excepción estadounidense’ está mutando hacia un ‘repudio de EEUU'», destaca Michael Hartnett, jefe de estrategia de inversión de Bank of America

Al fin y al cabo, todo lo anterior se puede traducir en una pérdida de confianza en Estados Unidos como garante de la estabilidad mundial, ya sea gracias al comercio, o a su defensa. Las políticas antiortodoxas de Trump, y cierto caos que se desprende de sus decisiones de los últimos días, pueden haber dado fuerza a la idea de que la excepción americana está desapareciendo. Michael Hartnett, jefe de estrategia de inversión de Bank of America, ha advertido este mismo viernes de esta posibilidad, al señalar que la «excepción estadounidense» está mutando hacia un «repudio de EEUU».

Si finalmente esto se confirma, el mercado financiero entrará en una nueva era en la que el dólar, y el bono americano, tendrán un papel mucho menos prominente, y este último puede perder su condición de refugio por excelencia en el mundo, y dejar de ser la vara contra la que se mide el resto de activos del planeta.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el:
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mi resumen de noticias

WhatsApp