El cierre de la temporada de resultados en Estados Unidos está en su ecuador y las principales cotizadas de Wall Street han conseguido hasta la fecha superar las expectativas del mercado. Con el 49% de las compañías del S&P 500 con sus cuentas publicadas hasta diciembre, los beneficios de Wall Street baten en un 7,4% lo esperado por las firmas de análisis. También por ingresos, aunque en menor medida, en un cuarto trimestre de 2024 en el que las grandes capitalizadas de Wall Street siguen demostrando el crecimiento de su negocio.
La incertidumbre por las elecciones en Estados Unidos y la posterior victoria de Donald Trump no empañan la evolución de la actividad empresarial en Estados Unidos. De hecho, la expansión de las ventas y del beneficio por acción vendrían a justificar que el S&P 500 se sitúe de nuevo sobre los 6.000 puntos. Y todo en un contexto en el que cotiza la volatilidad de la guerra arancelaria que está en marcha. Si las compañías que faltan por cerrar su cuarto trimestre del ejercicio pasado no empañan el resultado presentado hasta ahora, el 2024 cerrará con una expansión de los ingresos del 4,7% de media, que en términos de beneficio por acción implicaría un crecimiento del beneficio por acción del 9,9%, hasta los 236,9 dólares por acción.
Hasta la fecha, el sector financiero del S&P 500 es el que más avanzada lleva la temporada que abarca desde septiembre a diciembre del año pasado, al rozar el 70% del total de compañías, desde aseguradoras hasta entidades regionales y bancos de inversión. Son precisamente estos últimos los que más contribuyen a que las ganancias del sector sean un 13% superiores a lo esperado por el consenso de mercado que recoge Bloomberg. De hecho, Morgan Stanley y Goldman Sachs presentaron un beneficio por acción más de un 30% superior al previsto por los expertos.
No obstante, son las materias primas las que lideran la sorpresa positiva de la actual campaña de resultados en Wall Street. En su conjunto, el beneficio del sector bate en un 20% las estimaciones de las firmas de análisis, gracias a las compañías enfocadas en la producción de metales y minerales de uso industrial. Por contra, las empresas industriales (el 60% del sector ya cerró su cuarto trimestre) decepcionan por la mínima al mercado. El desempeño de compañías como Boeing, cuyo negocio se vio afectado por huelgas además de los problemas técnicos como el caso de Alaska Airlines, lastraron al conjunto de las industriales que, junto a las utilities (solo una sexta parte cerró el 2024) del S&P 500, son las únicas con unos resultados peores de lo esperado.
Alphabet hace historia y Meta convence
Con los inversores pensando en la inteligencia artificial, las grandes tecnológicas, o algunas de ellas, han hecho historia. Alphabet, la dueña de Google, se ha convertido en la primera empresa privada en superar los 100.000 millones de dólares de beneficio neto durante un ejercicio fiscal. Sin embargo, los inversores se adelantaron a deshacer posiciones al toque de campana en Wall Street y a reconfigurar sus carteras mientras demandaban a la empresa de Sundar Pichai que aclarasen varios puntos de sus cuentas: el gasto en IA, los ingresos de su división ‘cloud’ y la capacidad que tienen para reforzar sus ventajas frente a la aparición de nuevos modelos como el de la china DeepSeek. Varios analistas entienden que 2025 será un «año desafiante» para Google y el ejercicio en el que su buscador podría caer frente a la competencia.
Precisamente, lo que parece preocupar en los pasillos de Wall Street es el negocio de la nube de estos ‘titanes’ tecnológicos porque con Microsoft fue la razón que se esgrime tras la caída superior al 6% que firmó nada más conocerse sus cuentas trimestrales y esto a pesar de que disparó un 10% su beneficio por acción hasta los 3,23 dólares, casi un 4% por encima de lo previsto por el mercado, y firmar unos ingresos de 69.600 millones de dólares, un 12% más que hace un año y un punto porcentual por encima de lo estimado. «Seguimos comprometidos a equilibrar la disciplina operativa con las inversiones continuas en nuestra infraestructura de nube e IA», aseveró la directora financiera de Microsoft, Amy Hood.
Microsoft no redujo, en todo caso, sus planes de inversión ante el envite de la IA china low cost, pero sí que provocó un cambio en el compás de Meta que se abstuvo de dar al mercado una guía de ingresos ante la incertidumbre sobre el negocio de la IA en código abierto tras ofrecer sus números trimestrales y sorprender para bien, un 6,76% más de beneficio por acción del estimado, concretamente, de 8,02 dólares por título. A pesar de ello, la acción de los de Mark Zuckerberg apenas se movió con un leve repunte cercano al 1,5%.
En todo caso, la compañía que dirige Satya Nadella y la matriz de las redes sociales Facebook e Instagram, entre otras, han sido, hasta ahora, las dos únicas empresas que han conseguido colocarse por encima de la media en términos de BPA dentro de las ‘Siete Magníficas’ de Wall Street. De hecho, en Meta el entusiasmo del mercado parece ser tal que fue el único movimiento sustancial de los inversores de modificación de sus expectativas de BPA desde los 22,66 dólares hasta los 25,17 previstos a cierre del actual ejercicio fiscal. Para el resto de títulos, las variaciones han sido de apenas unos centavos de dólar, acorde a los datos recopilados de FactSet.
Pero si hay un nombre que centró todas las miradas antes de su presentación de resultados fue Apple por el hecho de ser la única acción que se salvó de la fuerte liquidación de posiciones en tecnología en el mercado que provocó DeepSeek hace algo más de una semana. Cuando todas bajaban, las acciones de los de Cupertino llegaron a ganar algo más de un 1%, aunque ese optimismo contenido se dio la vuelta cuando ofreció sus números y en una sesión perdió algo más de dos puntos porcentuales de capitalización.
El fabricante del iPhone alcanzó en 2024 un récord de ventas de 124.300 millones de dólares, pero el beneficio por acción prácticamente se mantuvo inalterable con respecto de lo esperado en los 2,4 dólares por título. Ahora se escudriña si la empresa será capaz de mantener o no la posición que ostenta desde hace años como la marca de ‘smartphones’ más vendida del mundo cuando en China, uno de sus principales mercados, la competencia local ya empieza a reclamar su parte de la ‘tarta’.
Tesla se descuelga
Aun con todo y a pesar de que la tónica general de las ‘Siete Magníficas’ ha sido positiva en lo que va de temporada de resultados, la gran decepción del mercado la ha protagonizado Tesla y a pesar de haber incrementado su capitalización más de un 97% en los últimos seis meses. Un tiempo durante el que su fundador, Elon Musk, ha empezado a conjugar su faceta como uno de los mayores empresarios de Estados Unidos con la de ‘mano derecha’ del presidente republicano Donald Trump. Si bien para el resto de la tecnología 2025 puede ser un año complicado por culpa de China, en el caso de Tesla el mercado descuenta que los meses del ejercicio que quedan por delante sean «decisivos».
No obstante, el beneficio neto de la compañía se desplomó un 71% en el cuarto trimestre, hasta los 2.317 millones de dólares, esto fue un BPA de apenas 0,73 dólares, por debajo de las previsiones, como consecuencia del gasto que han tenido que hacer en infraestructuras para adaptarla, dijeron desde la compañía, «a la próxima ola de crecimiento».
«A quién le importan las estimaciones cuando Tesla te ofrece un relato sobrealimentado» sobre lo que está haciendo la empresa, asegura en una de sus últimas cartas a clientes JP Morgan en la que el analista de la entidad, Ryan Brinkman, añade que los títulos del fabricante de vehículos eléctricos están «completamente» disociados de «los fundamentales».
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
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