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ya no cabe más metal dorado en las bóvedas de Nueva York

ya no cabe más metal dorado en las bóvedas de Nueva York

La fuerte demanda estadounidense de oro está «succionando» lingotes de algunos países, ya que los operadores tratan de acumularlo antes de que los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump sobre Canadá y México entren en acción. Hay un «exceso de oro» en las bóvedas de Nueva York, reconocía hace poco Adrian Ash, director de investigación de BullionVault, a la CNBC.

Más de 600 toneladas, o casi 20 millones de onzas de oro, han sido transportadas a las cámaras acorazadas de la ciudad desde diciembre del año pasado, según datos proporcionados por el Consejo Mundial del Oro. Las existencias en el Commodities Exchange Centre (COMEX) han subido un 87% desde que Trump ganara las elecciones, lo que, según fuentes citadas por el Financial Times. Esa cantidad de oro no pertenece normalmente a Nueva York, explica John Reade, estratega de mercado del Consejo Mundial del Oro para Asia y Europa. «Sólo se mantiene allí cuando se dan circunstancias extraordinarias», aclara el experto.

¿Qué está ocurriendo? La amenaza de aranceles sobre el oro ha impulsado a bancos, inversores y operadores estadounidenses a trasladar el metal precioso al citado (COMEX) y a otras cámaras acorazadas de Nueva York, cuando de otro modo normalmente se almacenaría en Londres. «Existe la preocupación de que los inminentes aranceles sobre Canadá y México afecten tanto al oro como a la plata», arroja más luz Nicky Shiels, jefe de estrategia de metales de MKS Pamp.

«Además de la subida del precio de la onza de oro se está produciendo en paralelo una huida del oro del mercado de Londres para ‘refugiarse’ en los EEUU. Y no parece que porque haya ninguna amenaza conocida en Londres sino por la atracción que tiene el mercado de los EEUU en este momento para el mundo de los negocios y, también, por evitar que las sanciones y aranceles que Donald Trump está aplicando a determinados países puedan afectar en el futuro también al oro que no haya andado listo para refugiarse allí a tiempo», analiza con más detalle el economista Juan Ignacio Crespo.

Trump ha declarado recientemente que los aranceles estadounidenses a las importaciones procedentes de México y Canadá seguirán adelante después de que expire el aplazamiento de su aplicación la próxima semana. El 1 de febrero, el presidente estadounidense firmó órdenes ejecutivas que imponían aranceles del 25% a productos procedentes de ambos países. Pero algunos inversores temen que la amenaza arancelaria vaya más allá de estos dos países. Hay preocupaciones al acecho de que aranceles más amplios también entren en juego en el Reino Unido y Suiza, que también son grandes centros de oro físico, agrega Shiels.

«La mayor preocupación es que pueda haber un arancel general sobre todas las importaciones a EEUU y que esto también pueda aplicarse al oro», redondea Nikos Kavalis, director gerente de Metals Focus. Canadá y México se encuentran entre los mayores exportadores de oro a EEUU. De hecho, EEUU es el país que más oro importa de Canadá, seguido de Suiza, Colombia, México y Sudáfrica, según datos de OEC World.

Desde la victoria electoral de Trump en noviembre pasado, los futuros del oro en EEUU han superado ampliamente a sus contrapartes internacionales, creando oportunidades de arbitraje para aquellos capaces de trasladar grandes cantidades de lingotes a EEUU, según observadores de la industria. Estos conocedores del universo del oro atribuyen el movimiento en gran medida a los operadores que quieren cerrar posiciones cortas, o a los que tienen oro físico en Nueva York y esperan vender en corto contratos de futuros para captar la enorme prima.

Reservas para cuatro años

Según los datos de BullionVault, los almacenes estadounidenses cuentan ya con reservas para cuatro años de la demanda de oro y de los consumidores estadounidenses. Los operadores son de la opinión de que Trump «podría imponer aranceles del 100% a las importaciones de oro de EEUU el día de mañana» sin que ello hiciera mella en los precios del oro en el país porque habría suficiente oro en las bóvedas, desarrolla Ash.

Aunque normalmente no hay una necesidad apremiante de entregas de oro físico, los inversores necesitan tener la seguridad de que se pueden realizar, algo que los aranceles de Trump amenazan con interrumpir. «Muy poca gente tiene que hacer entregas normalmente, pero siempre se necesita poder hacer entregas», esclarece Reade, del Consejo Mundial del Oro. «Pero si ahora de repente te preocupa que puedas tener que pagar un arancel de importación, entonces no quieres tu oro en Londres, necesitas tenerlo en Nueva York antes de que entre el arancel. Las cadenas de suministro se han visto interrumpidas por este enorme ruido de succión, que ha sido EEUU importando oro antes de los posibles aranceles», amplía el experto.

Un factor que complica las cosas es que los depositarios de COMEX realizan en gran medida las entregas a través de barras de un kilogramo, que normalmente sólo están disponibles en regiones selectas como China, el sudeste asiático, Oriente Medio y la India. Y se da el caso de que las refinerías sólo tienen una capacidad limitada para producir barras de un kilogramo, señala Reade. «De repente, todo el mundo ha estado intentando hacerse con lingotes de un kilogramo aptos para ser colocados en los almacenes Comex y enviarlos a Nueva York, y eso significa que se han interrumpido otros flujos de oro», agrega en declaraciones a la CNBC.

Londres, a menudo conocido como el mercado central del oro, ha experimentado un gran impacto con toda esta dinámica. «A medida que el mercado ha ido trasladando los inventarios de oro de las cámaras acorazadas privadas de Londres a las cámaras acorazadas de COMEX, la disponibilidad de metal en las cámaras acorazadas privadas de Londres ha ido disminuyendo», resalta Kavalis, director gerente de Metals Focus. «Todo esto ha provocado colas y retrasos de varias semanas para quienes quieren retirar oro del Banco de Inglaterra«, señala también Crespo.

También se están sacando de Londres grandes lingotes de oro con destino a otras refinerías de todo el mundo, donde pueden fundirse y refinarse en barras de un kilo, ya que los lingotes estándar almacenados en Londres son de 400 onzas (12,5 kilos). Las reservas de oro en las cámaras acorazadas de Londres cayeron por tercer mes consecutivo en enero, según datos de la London Bullion Market Association. El importe de las reservas de oro en enero fue un 1,7% inferior al de diciembre. Las exportaciones de oro de Suiza a EEUU también aumentaron en enero hasta alcanzar el nivel más alto en al menos 13 años, según una información de Reuters que cita datos de la aduana suiza. Y Singapur ha enviado más oro de lo normal a EEUU, apostilla Kavalis.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el:
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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