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del postre de Felipe II al Frigo Pie de los ochenta

del postre de Felipe II al Frigo Pie de los ochenta

Hubo un tiempo en que los helados solo eran para el verano; solo eran un postre; y solo eran de chocolate, vainilla, fresa o nata. Para llegar al Frigo Pie hubo que esperar al final de los años 70; para el helado de fabada o aceite oliva solo unas décadas más.

Pero la historia universal del helado es casi tan antigua como la gastronomía, la cultura consciente de qué y cómo comemos. De crema, de leche, de agua, sorbete… los helados nos encantan y más a los peques, y no solo cuando hace calor. Como dice el lema de la moderna Rocambolesc, «no hay amor más sincero que el amor por los helados».

«Los helados son preparaciones alimenticias que han sido llevadas al estado sólido, semisólido o pastoso, por una congelación simultánea o posterior a la mezcla de las materias primas utilizadas y que han de mantener el grado de plasticidad y congelación suficiente, hasta el momento de su venta al consumidor», según Infoalimenta.

Frigo pie.
Frigo pie.
FRIGO

¿Llegaron a través del califato de Córdoba?

Su historia comenzó en… bueno, hay varias teorías sobre dónde nacieron los helados. La más conocida dice que su origen se remonta a China, 2.000 años antes de Jesucristo. Se cuenta que allí comían una mezcla de nieve traída de las montañas con frutas, miel, arroz y especias. Era un lujo.

Como se logró mejorar la técnica de conservar el hielo, los helados empezaron a hacerse populares en China. ¿Cómo llegaron a Occidente? Otra vez las teorías. La más popular dice que llegaron a Italia gracias a Marco Polo. Pero, apunta Scoolinary, hay una teoría menos conocida dice que entraron a Europa a través del califato de Córdoba.

En el siglo XVI, Felipe II ya los disfrutaba y en la boda de Catalina de Medici con Enrique II de Francia se sirvió helado durante los 30 días del festín. En el XVII, Francesco Procopio dei Coltelli inventó una máquina que homogeneizaba la mezcla de hielo, frutas y azúcar. Luego abrió en París el Café Procope donde vendía su producto (se la considera la primera heladería).

Se trata del restaurante más antiguo de Barcelona y basa su oferta gastronómica en productos de merado, guisos y postres caseros.
Interior de Can Culleretes, el restaurante más antiguo de Barcelona.
Facebook: Can Culleretes

En España, en el siglo XVII, ya se consumían en España sorbetes (fríos pero no congelados) y garrapiñas. Todo ello se enfriaba con una mezcla de nieve y sal. Bien entrado el XVIII, en Barcelona abrió sus puertas Can Culleretes, que servía helados en copas altas. Es en ese siglo cuando el helado comienza a aparecer en los libros de cocina.

Los primeros polos de hielo 

A principios del XIX se vendían en horchaterías y botillerías y en la calle. Había carritos que llevaban barras de hielo, los primeros polos artesanales. El heladero raspaba e introducía las virutas de hielo en unos moldes con un palito de madera. Luego vertía siropes de sabores y frutas.

A finales del siglo XIX, los heladeros ambulantes paseaban sus carritos con hielo, cuenta la Asociación Española de Fabricantes de Helados. El sistema, que en nuestro país estuvo vigente hasta los años 50 del siglo XX, aún perdura en ciudades de México, según explica Ismael Díaz Yubero en Alimentos con historia.

El invento del cucurucho de helado

Una persona sujeta un cucurucho de helado.
Un cucurucho de helado.
Pixabay/stevepb

La primera máquina de hacer helados de forma continua es de 1913. Y cuenra la historia oficial de los helados que por aquellas fechas, un fabricante de helados en Ohio (EE. UU.) «inventó» el polo (lo que ya hacíamos aquí desde hace décadas). No muy lejos, en Louisiana, el cucurucho de helado: a una vendedora se le ocurrió poner una bola de helado sobre un cono comestible.

Pero en España, un helado aún era un producto lujoso y de consumo ocasional para la mayoría. En bares, cafeterías y restaurantes Se consumían cucuruchos y helados de corte o corte de helado (‘chambi’, de sándwich, le decían en algunos zonas).

Entre los años 20 del siglo XX y los 60 aparecen las primeras heladerías industriales: Frigo (1927), la Ibense Astur (1934), La Menorquina (1940), Miko (1945) o Avidesa (1956). Pero el boom llegó en los 70.

Un cartel de Helados Camy de los 80.
Un cartel de Helados Camy de los 80.
Elretronostalgico

El paraíso era el verano

Aparecieron polos y helados industriales que se vendían en kioskos situados en cualquier esquina de cualquier ciudad (pero sí, básicamente en verano). El Drácula, el Cola Jet, el Frigo Dedo, el Frigo Pie, el Calippo, el Twister… aquello era un gozo sin fondo para los niños. Había muchos helados y marcas donde elegir y eran baratos. El paraíso era el verano.

Y, sin embargo, seguimos siendo uno de los países de Europa donde menos helados se consumen. Según un estudio de 2021, en España tomamos una media de 6,20 litros de helado anuales per cápita, cuando el país que más consume es Noruega con 9,8 litros.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es

Publicado el: 2024-08-24 12:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía

Publicado en Gastronomía

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