Córdoba, la ciudad, es una de esas maravillas que hay que ver al menos una vez en la vida. Su casco histórico es uno de los más grandes de Europa. Fue «capital del mundo» durante el Califato y se nota. Córdoba —la romana, la árabe, la judía, la cristiana— esconde incontables tesoros, también los de su gastronomía.
Es de esas ciudades que independientemente de la época del año que sea, merece la pena conocer, pasear y descubrir. Y entre maravilla y maravilla, un descanso para comer y beber. La cocina cordobesa se aprovecha del paso de tantas culturas. Se nota en el uso de especias en guisos y frituras de verduras.
De sus guisos siempre destaca el rabo de toro, que aunque se prepara en media España, en Córdoba es tradición. Tanto que ya decimos rabo de toro «a la cordobesa». Es una de las tapas más famosas en los bares de Córdoba, como también lo es la berenjena frita.
Pero hay otra que tal vez las supere. Es el flamenquín. Aunque es un clásico del tapeo cordobés, su origen parece estar en Andujar (Jaén). Sin embargo, la primera vez que se tiene noticia de esta especialidad en una fuente escrita es en el Diario de Córdoba cuando en el año 1908 ya se anunciaba el flamenquín de jamón como plato del día.

Es básicamente un rollo largo y más bien fino de carne de cerdo envuelta en lonchas de jamón serrano, que posteriormente se empana y se fríe. Normalmente, el flamenquín se sirve en un tamaño bastante contundente y a veces está acompañado de patatas fritas. Si la carne y el jamón son buenos siempre resultará jugoso (se ha impuesto lo de ponerle queso fundido, técnica que sirve para colarnos mala carne y mal jamón).
¿Por qué se llama flamenquín?
Hay varias teorías, pero la más aceptada sugiere que flamenquín proviene del adjetivo «flamenco», utilizado en Andalucía para describir algo que es exuberante y abundante o que ha quedado bien, muy bien. Por lo tanto, flamenquín sería una adaptación para referirse a un plato que destaca por su generosidad y sabor.
¿Dónde comer buenos flamenquines?
En Córdoba, los flamenquines están presentes en todas las barras y mesas (también hay locales que te los llevan a casa). Pero podemos destacar algunos nombres.
En el centro de la ciudad, son muy recomendados los de las barras de Taberna San Miguel, Taberna El Peso o Sociedad de Plateros María Auxiliadora. Más formales, de sentarse, los de Taberna Salinas, El Churrasco o Bodegas Mezquita. Más sofisticados, los de Noor, Garum 2.1 o Choco. E incluso hay flamenquines vegetarianos, como los de El Empedrado o La Boca Lejana.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2024-09-30 02:18:05
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía