Las frutas son alimentos fundamentales en la dieta de la mayoría de personas debido a las vitaminas, proteínas, hidratos de carbono, grasas saludables y otros nutrientes que le aportan múltiples beneficios al organismo. Sin embargo, no todas están compuestas de los mismos nutrientes ni los contienen en cantidades iguales. Una ración de fruta fresca puede contener entre 1 y 17 gramos de azúcares naturales, en base a ello escogeremos algunas sobre otras dependiendo del tipo de alimentación que llevemos a diario.
¿Qué cantidad de azúcar tienen las frutas?
El sabor dulce de la fruta se debe a que contienen cantidades importantes de fructosa y un pequeño porcentaje de glucosa. Las frutas contienen una determinada cantidad de azúcar por cada 100 gramos:
- Plátano: 17,3 gramos.
- Uva verde: 17,3 gramos.
- Uva negra: 15,5 gramos.
- Lichi: 14,5 gramos.
- Granada: 13,7 gramos.
- Mango: 13,1 gramos.
- Manzana: 12,7 gramos.
- Ciruela: 12 gramos.
- Higo: 11,9 gramos.
- Arándano: 11,3 gramos.
- Piña: 11,3 gramos.
- Pera: 11,3 gramos.
- Mandarina: 10,8 gramos.
- Kiwi: 9,8 gramos.
- Cereza: 9,6 gramos.
- Naranja: 8,2 gramos.
- Melocotón: 7,8 gramos.
- Maracuyá: 7,7 gramos.
- Papaya: 7,6 gramos.
- Níspero: 7,2 gramos.
- Albaricoque: 7 gramos.
- Frambuesa: 7 gramos.
- Sandía: 6,3 gramos.
- Mora: 6,2 gramos.
- Melón: 5,7 gramos.
- Limón: 1 gramo.
La selección adecuada de las frutas que debemos consumir dependerá del estilo de vida que llevemos: si tenemos un peso adecuado, una vida sedentaria o si en una misma comida ya hemos incorporado hidratos de carbonos refinados de absorción rápida.
¿Es bueno para nuestro organismo el azúcar de la fruta?
La fructosa y la glucosa presentes en las frutas, son integrantes principales del azúcar blanco y el jarabe de maíz. Ambos edulcorantes suelen utilizarse como ingredientes habituales en preparaciones de alimentos procesados, salsas y condimentos, dulces y bebidas refrescantes, lo cual nos lleva a cuestionarnos si su consumo es beneficioso para nuestro organismo.
La clave está en la calidad y la cantidad de las que consumimos. Un mayor consumo de alimentos que contienen edulcorantes azucarados se traduce en una mayor ingesta de calorías, que si no se queman, se acumulan en forma de grasa en el organismo y pueden provocar el desarrollo de enfermedades metabólicas.
De igual manera, el consumo en exceso de fructosa tiene más potencial para alterar el metabolismo y facilitar la aparición de enfermedades metabólicas que el resto de los azúcares.
Sin embargo, esto no significa que debemos evitar comer ningún tipo de fruta. Todas en mayor o menor medida tienen ventajas para nuestra salud y se pueden consumir llevando una dieta equilibrada y saludable. La Organización Mundial de la Salud recomienda no tomar una gran cantidad, sólo unas dos o tres piezas diarias, con el objetivo de no dejar de lado otros alimentos nutritivos.
En personas sanas, la ingesta de fructosa no tiene un gran impacto en los niveles de glucosa en sangre ya que no necesita insulina para ser absorbida, como ocurre con otros azúcares. Sin embargo, esto lo convierte en un factor que deben tomar en cuenta las personas con diabetes o insulinodependientes.
¿Cómo aprovechar las frutas en la cocina?
Aunque la forma más común de utilizarlas en preparaciones es en forma de zumos, almíbar, ensaladas templadas o irresistibles postres, con un poco de imaginación también pueden convertirse en ingredientes idóneos para dar un toque diferente a los platos salados.
Aportan un toque agridulce y una variedad de texturas, aromas y sabores que le dan un matiz distinto a las preparaciones. Se pueden utilizar para elaborar salsas y compotas de acompañamiento o que sirvan de guarnición para recetas a base de cualquier tipo de carnes o pescados. Además si vamos a elaborar un guiso podemos añadir directamente la fruta picada al sofrito base.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2025-05-26 06:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía