Los pimientos son uno de los alimentos más presentes en nuestra gastronomía. Son decenas las recetas en las que se puede encontrar este ingrediente, que condimenta y da un toque de sabor a cualquier plato. Asados, rellenos, en el gazpacho, en el pisto, en el sofrito que hacemos como base para los guisos… los pimientos son parte de la dieta mediterránea y en España los comemos casi a diario.
Lo hacemos con tanta frecuencia que a veces se nos pasa que no todos los pimientos son iguales. De entrada su color. Los pimientos verdes, amarillos y rojos son el mismo producto, pero en diferentes fases de maduración. Este proceso no solo influye en su apariencia, sino también en su sabor y contenido nutricional.
La madurez determina su color
El pimiento verde es aquel que aún no ha alcanzado su madurez total. Su sabor es menos dulce que el de sus hermanos rojos e incluso puede resultar ligeramente amargo. Al recolectarse antes y requerir menos cuidados, suelen tener un precio más asequible en el mercado. En una etapa intermedia de maduración encontramos los pimientos amarillos o naranjas. Más dulces que los verdes, pero sin alcanzar la dulzura de los rojos.
Finalmente, el pimiento rojo ha alcanzado su máxima madurez y, con ella, su sabor más dulce y su mayor concentración de nutrientes. Rico en vitaminas, fibra y licopeno, el pimiento rojo es el preferido en la gastronomía española y casi duplica la cantidad de hidratos de carbono del verde.
El pimiento rojo tiene más vitamina C que la naranja
A medida que maduran, los pimientos duplican su contenido en vitamina C y aumentan hasta 9 veces la cantidad de betacaroteno, precursor de la vitamina A. Además, son ricos en antioxidantes. Teniendo en cuenta que las naranjas tienen alrededor de 50 mg de vitamina C por cada 100 gramos de fruta, el pimiento rojo gana por goleada. Estos tienen unos 150 mg de vitamina C por cada 100 gramos. Más también que el kiwi (90), las coles de Bruselas (90), el brócoli (100); la misma cantidad que el perejil (159) y un poco memos que la guayaba (180).
El mito del sexo de los pimientos
Pero hay otra diferencia entre pimientos que no tiene que ver con su variedad o su color. ¿Tienen sexo los vegetales? ¿Hay pimientos macho y pimientos hembra? Bueno, en realidad, científicamente, no. El pimiento es un fruto y no tiene sexo (las flores sí tienen).
Pero el mito de que hay pimientos macho y hembra se ha extendido. Los que así lo creen aseguran es fácil diferenciarlos porque se ve en su forma y es interesante saberlo porque unos y otros se recomiendan para distintas recetas. Dependiendo de su sexo, dicen, cada pimiento tiene un sabor diferente.
La forma de pimiento converge en su final, su culo, y éste presenta varias protuberancias, llamadas tetones. Dicen que si el pimiento muestra tres tetones es macho y si son cuatro es hembra. Los pimientos macho son menos dulces, más amargos y mejores para guisar. En cambio, los pimientos hembra son más dulces y mejores para asar o comer crudos en ensalada.
Pero tampoco. La ciencia dice que la diferencia de protuberancias no afecta al sabor de un pimiento. Sí tienen que ver las condiciones de cultivo, la variedad, la época del año… pero no el número de tetones. Bueno, si prefieres «creer» en el mito, prueba a ver…
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2024-06-09 12:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía