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sencillez y sabor en una receta de temporada

sencillez y sabor en una receta de temporada

Los níscalos, también conocidos como rovellones o lactarius deliciosus, son uno de los hongos más apreciados en la cocina mediterránea. Su temporada comienza en otoño y se extiende hasta principios de invierno, cuando los bosques de coníferas y pinares se llenan de estos hongos de color anaranjado y sabor único. Este tesoro de la naturaleza es valorado por su textura firme y su característico aroma terroso, que aporta profundidad a cualquier receta. Además, son altamente nutritivos, ricos en proteínas, fibra y antioxidantes, lo que los convierte en un ingrediente perfecto para recetas saludables.

En la cocina, los níscalos destacan por su versatilidad. Pueden asarse, guisarse, incluirse en estofados o saltearse con ajo y perejil, resaltando su sabor natural. Aunque algunas personas prefieren consumirlos frescos, también pueden conservarse en aceite o congelarse para disfrutar de su sabor durante todo el año. Su textura firme hace que mantengan bien su forma y sabor en distintos tipos de preparaciones, lo que los convierte en una excelente opción tanto en platos principales como en guarniciones.

Cosechar níscalos es una tradición en muchas regiones de España, especialmente en zonas como Cataluña, Aragón y Castilla. Al recolectarlos, es importante cortarlos en lugar de arrancarlos para preservar el ecosistema micelial del bosque y permitir que sigan creciendo en temporadas futuras. Esta práctica respetuosa no solo contribuye al mantenimiento del medio ambiente, sino que también es una forma de honrar la naturaleza y la generosidad de los bosques.

La receta que compartimos a continuación es una de las formas más sencillas y deliciosas de preparar níscalos. Este plato resalta el sabor del níscalo sin opacarlo, y es una opción perfecta tanto como entrante como guarnición. Con unos pocos ingredientes y una preparación rápida, tendrás un plato que destaca el auténtico sabor de este hongo tan especial.

Ingredientes de los níscalos al horno

  • 500 g de níscalos frescos.
  • 3 dientes de ajo.
  • 3 ramitas de perejil fresco.
  • Un chorrito de vino blanco .
  • Tomillo fresco.
  • Sal y pimienta al gusto.
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

Elaboración de los níscalos al horno

  1. Precalentar el horno, ponemos el horno a 180 °C mientras preparamos los ingredientes.
  2. Limpiamos los níscalos, retira con un paño húmedo cualquier tierra o impureza de los níscalos. Evitamos mojarlos demasiado para no alterar su textura. Si son grandes, cortamos en mitades o en trozos más pequeños.
  3. Preparamos el aliño, picamos finamente los ajos y el perejil. Mezclamos en un bol el aceite de oliva, el ajo, el perejil. Luego, añadimos un chorrito de vino blanco. Agregamos sal y pimienta al gusto.
  4. Colocamos los níscalos en una bandeja de horno y vertimos el aliño por encima, asegurándonos de que se reparta bien. Horneamos durante 15-20 minutos, removiendo a mitad del tiempo para que se cocinen de manera uniforme. Cuando estén dorados y tiernos, sacamos del horno.
  5. Servimos y disfrutamos de los níscalos al horno como guarnición o plato principal. Podemos añadir un toque de tomillo fresco antes de servir para realzar el aroma.
  6. Esta receta es ideal para saborear la auténtica esencia de los níscalos, que resalta por el ajo y el perejil. ¡Perfecta para acompañar platos de carne, pescado o disfrutar por sí sola!

Propiedades de los níscalos

Las setas son alimentos con un bajo contenido calórico. Solo contienen 14 kcal por cada 100 g de porción comestible gracias a su alto contenido en agua. Contienen ergosterol, una sustancia que se encuentra en los tejidos vegetales y que puede transformarse en vitamina D. Gracias a la acción del sol, el ergosterol se convierte en provitamina D2, y en el organismo, en concreto en el riñón, se producen las formas activas de la vitamina D. Favorecen la absorción de calcio y fósforo, lo que contribuye a la mineralización de huesos y dientes.

Las setas presentan buenas cantidades de vitaminas como niacina y vitamina A, además de ser fuente de algunos minerales como hierro (no se asimila tan bien como el de origen animal, porque la fibra de la verdura interfiere en su absorción a nivel intestinal) y en menores cantidades potasio y selenio.

Propiedades cada 100 gr de níscalos:

  • Energía: 24(Kcal)
  • Proteínas: 1,6 (g)
  • Hierro: 6,5(mg)
  • Potasio: 507 (mg)
  • Fósforo: 44 (mg)

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es

Publicado el: 2024-10-31 11:49:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía

Publicado en Gastronomía

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