En las profundidades del océano Atlántico, frente a las costas de Massachusetts, yace un testimonio fascinante de la edad de oro de la piratería: el Whydah Gally. Hundido en una tormenta en 1717, este barco pirata, comandado por el infame Samuel Bellamy, ha guardado sus secretos y tesoros bajo el mar durante más de tres siglos. Recientemente, un equipo de arqueólogos submarinos ha desenterrado no solo objetos, sino también los esqueletos de seis piratas, abriendo un nuevo capítulo en la historia de estos enigmáticos saqueadores de los mares. Este hallazgo enriquece nuestro conocimiento histórico y reaviva el aura misteriosa que siempre ha rodeado a los piratas y sus leyendas.
Modelo que recrea el Whydah Gally. J. J. Sala / Wikimedia
El pirata Black Sam
La era de la piratería en el siglo XVIII, particularmente durante su apogeo conocido como la «Edad de Oro», fue un período marcado por la leyenda y el tumulto en los mares. Durante estas décadas, el Caribe y las costas del Atlántico se convirtieron en el escenario de innumerables batallas navales entre piratas y naciones marítimas. Samuel Bellamy, más conocido como «Black Sam», emergió como una de las figuras más notorias de este tiempo. Carismático y audaz, Bellamy capturó el Whydah Gally, un barco originalmente diseñado para el comercio de esclavos. Transformó esta nave en un formidable barco pirata, armándola con cañones y preparándola para el saqueo. Este cambio simboliza la capacidad de los piratas para adaptar y dominar su entorno, utilizando cualquier recurso disponible para fortalecer su leyenda en los mares.
Campana del Whydah Gally. J. J. Sala / Wikimedia
El hallazgo del Whydah Gally
En 1984, el explorador y arqueólogo submarino Barry Clifford hizo historia al descubrir los restos del Whydah Gally cerca de Cape Cod, Massachusetts. Este hallazgo fue significativo, ya que el Whydah Gally es el único barco pirata cuyos restos han sido autentificados definitivamente, convirtiéndolo en una pieza clave para entender la vida y operaciones piratas del siglo XVIII.
La localización del Whydah marcó un hito en la arqueología submarina, demostrando que los relatos de piratas, a menudo relegados al reino del mito y la leyenda, tenían un fundamento tangible y verificable. Clifford y su equipo recuperaron miles de artefactos, incluyendo armas, monedas y joyas personales, proporcionando una ventana única al pasado y enriqueciendo nuestro conocimiento sobre la cultura y prácticas de los piratas. Este descubrimiento no solo capturó la imaginación del público, sino que también incentivó avances en la tecnología de exploración submarina.
Restos humanos extraídos del naugrafio. Museo Pirata Whydah
Aparecen seis esqueletos
Los recientes esfuerzos de investigación en torno al Whydah Gally han llevado a un avance emocionante: el descubrimiento de seis esqueletos de piratas, que yacían escondidos en las profundidades del naufragio. Este equipo, liderado por Barry Clifford y asociado al Museo Pirata Whydah en Massachusetts, ha estado desenterrando y examinando estos restos con un cuidado y una precisión sin precedentes. Utilizando avanzadas técnicas de conservación y análisis, los expertos están tratando de extraer y analizar el ADN de los huesos para identificar a estos piratas.
La aplicación de la tecnología moderna en este contexto es crucial. Los avances en la genética han permitido a los investigadores explorar la posibilidad de reconstruir perfiles genéticos completos, a pesar del deterioro causado por el ambiente marino a lo largo de los siglos. Estos perfiles pueden compararse luego con los de posibles descendientes vivos, proporcionando una conexión directa entre el pasado y el presente. Además, la datación por radiocarbono y otras técnicas de análisis físico ayudan a confirmar la edad y el origen de los restos, lo que nos permite extraer una imagen más clara de la vida y la época de estos piratas. Este enfoque integral aporta a la identificación individual de los piratas, las condiciones de su muerte, y el impacto de sus actividades en la historia marítima.
El ‘Robin Hood de los mares’
Samuel Bellamy, conocido como «Black Sam», es recordado como el «Robin Hood de los mares» debido a su estilo de liderazgo y sus ideales de equidad. Nacido en Inglaterra en 1689, Bellamy se volvió hacia la piratería tras una serie de fracasos en intentos de hacer fortuna. Su breve carrera, que duró apenas un año, fue extraordinariamente exitosa, pues capturó más de 50 barcos. Su filosofía era sencilla: atacar a los ricos y redistribuir su riqueza entre su tripulación, lo que le ganó una lealtad férrea y el respeto de sus hombres.
Su vida y su carrera en el mar terminaron trágicamente cuando el Whydah Gally naufragó en 1717 durante una tormenta frente a las costas de Cape Cod, donde pereció junto a la mayoría de su tripulación. El impacto cultural e histórico de Bellamy perdura hasta hoy, no solo por la magnitud de sus saqueos sino también por el misterio y el romance que rodean su leyenda. Su historia continúa fascinando a historiadores y aficionados por igual, inspirando investigaciones y obras literarias y cinematográficas que exploran la vida de los piratas y su época.
Ilustración de un pirata. Howard Pyle / Wikimedia
El reciente descubrimiento de los esqueletos en el Whydah Gally ofrece un testimonio único que permite a la comunidad científica y al público general acercarse más que nunca a la realidad de la vida pirata durante la Edad de Oro. Este hallazgo pone de relieve cómo la tecnología moderna puede desentrañar los secretos guardados en el océano. Historias como la de Bellamy y su tripulación nos conectan de manera visceral con nuestro pasado marítimo, mostrando que la historia, lejos de ser algo estático, es un diálogo continuo entre las épocas.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-06-28 12:30:00
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