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convirtió un error de computación en toda una leyenda informática

convirtió un error de computación en toda una leyenda informática

¿Quién fue Grace Hopper y por qué es clave en la historia de la informática? Grace Hopper fue una pionera de la programación que ayudó a crear el lenguaje COBOL y popularizó el término «bug» informático tras encontrar una polilla real en un ordenador. Efectivamente, los ordenadores no siempre han sido máquinas amigables. A mediados del siglo XX, programarlos era tan enrevesado como descifrar un mensaje cifrado sin clave. En ese mundo, dominado por lenguajes crípticos y paneles con luces intermitentes, irrumpió Grace Hopper. Esta matemática y militar estadounidense no solo cambió la forma en que las máquinas entendían nuestras órdenes, sino que también dejó una huella duradera en la cultura tecnológica. Su legado es tan poderoso que hoy lleva su nombre un destructor de la Marina de EE.UU., un superordenador y hasta una GPU de última generación.

Uno de los episodios más recordados de su vida tiene que ver con un insecto. Literalmente. Mientras trabajaba en un ordenador Mark II, Hopper y su equipo encontraron una polilla atrapada en un relé. La pegaron al cuaderno de bitácora con la nota: «First actual case of bug being found» («Primer caso real de «bug» encontrado»). El término «bug» ya existía, pero ese gesto lo convirtió en parte del lenguaje popular de la informática. Pero Hopper fue mucho más que una anécdota divertida: fue una pionera, una rebelde académica que convirtió el inglés en un idioma comprensible para las máquinas.

Infancia entre despertadores y límites sociales

Grace Brewster Murray nació en Nueva York, el 9 de diciembre de 1906. Desde pequeña mostró una curiosidad feroz. Con apenas siete años desarmó siete despertadores para entender cómo funcionaban, hasta que su madre le dejó quedarse con uno solo. Esa anécdota la define bien: una mujer que, incluso antes de saber lo que era la ingeniería, ya estaba desmontando el mundo para comprenderlo.

Estudió en Vassar College, donde se graduó en matemáticas y física, y más tarde obtuvo un doctorado en Yale. No fue un camino sencillo: fue rechazada inicialmente por Vassar y también por la Marina, por su bajo peso y edad. Pero eso nunca la frenó. Su carrera se forjó a base de insistencia, tenacidad y un desprecio sano por las reglas establecidas. Cuando le preguntaban por qué tenía un reloj que iba al revés, respondía: “Los humanos son alérgicos al cambio. Les encanta decir: ‘Siempre lo hemos hecho así’”.

Grace Murray Hopper. Fuente: Wikipedia

Una militar que transformó el lenguaje de las máquinas

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hopper logró unirse a la Marina, aunque tuvo que conseguir una exención por no cumplir los requisitos físicos. Allí fue destinada al Computation Project de Harvard, donde trabajó en el Mark I, uno de los primeros ordenadores electromecánicos. Fue entonces cuando se introdujo de lleno en el mundo de la programación.

Ya desde esos años iniciales, Hopper tenía claro que la programación no debía ser una tarea reservada solo para matemáticos. En una época en la que los ordenadores solo entendían secuencias de números, propuso que se pudieran dar instrucciones en inglés. “Es mucho más fácil para la mayoría de la gente escribir una frase en inglés que usar símbolos”, explicaba.

Su insistencia derivó en la creación de un compilador, una herramienta que traduce un lenguaje humano a código de máquina. Su primer compilador, el A-0, fue desarrollado en 1952, y nadie le hizo caso al principio. “Tenía un compilador funcionando, y nadie quiso tocarlo. Me dijeron que los ordenadores solo podían hacer aritmética”.

Mark 1. Fuente: Wikipedia

FLOW-MATIC y COBOL: dos lenguajes que cambiaron el mundo

Su trabajo más influyente vino con el desarrollo de FLOW-MATIC, uno de los primeros lenguajes de programación que utilizaba palabras en inglés. De ahí nació COBOL (COmmon Business-Oriented Language), un lenguaje pensado para aplicaciones empresariales. En 1959, Hopper participó como asesora técnica en el comité que creó este nuevo lenguaje.

Su visión fue clara desde el inicio: “Decidí que los procesadores de datos debían poder escribir sus programas en inglés, y los ordenadores los traducirían a código máquina. Así empezó COBOL”. COBOL sigue vigente hoy en día en sectores como la banca o la administración pública, lo que habla de la solidez y previsión de Hopper.

Más allá de su desarrollo técnico, COBOL encarnaba una filosofía: acercar la programación a un público más amplio, eliminar barreras de entrada y hacer que las máquinas se adaptaran a las personas, y no al revés.

La famosa polilla y el nacimiento del «bug»

Uno de los momentos más simbólicos de su carrera ocurrió en 1947. Mientras trabajaban con el Mark II, encontraron una polilla que había interrumpido el funcionamiento del equipo. La pegaron con cinta en el cuaderno de bitácora y escribieron la frase que cambiaría el lenguaje de los informáticos: “First actual case of bug being found” («Primer caso real de «bug» encontrado»)

Primer caso real de «bug» encontrado

Grace Hooper

Aunque el término «bug» ya existía en el ámbito técnico —Thomas Edison lo había usado en 1878—, Hopper popularizó su uso en el contexto de los ordenadores. A partir de entonces, hablar de “bugs” y “debugging” se volvió parte del día a día de la programación. El cuaderno original con la polilla pegada se conserva hoy en el Smithsonian, en Washington, como un objeto casi mítico de la historia de la informática.

«Primer caso real de «bug» encontrado». Fuente: Wikipedia

Errores informáticos famosos que cambiaron la historia

Si Grace Hopper popularizó el “bug” con una polilla real, la historia de la informática se ha encargado de ofrecer muchos más ejemplos, mucho menos simpáticos. Algunos errores han provocado pérdidas económicas millonarias e incluso tragedias humanas. Son fallos que recordamos porque ayudaron a mejorar la forma en que entendemos la programación y los sistemas complejos.

Uno de los más famosos fue el del Mariner 1, una sonda de la NASA que fue destruida apenas minutos después del despegue en 1962. ¿La causa? Un símbolo omitido en una fórmula escrita a mano que no fue bien transcrita al código. El fallo fue descrito como “el más costoso guion de la historia”. Otro caso fue el del Ariane 5, cuyo vuelo inaugural en 1996 terminó en explosión por un desbordamiento numérico: se intentó convertir un número demasiado grande a un tipo de dato más pequeño.

También hay errores como el de Therac-25, una máquina de radioterapia que provocó varias muertes entre 1985 y 1987 debido a fallos de software en condiciones muy específicas. La secuencia de comandos introducida por los técnicos podía producir sobredosis de radiación hasta mil veces superiores a la prevista. El caso cambió las prácticas de desarrollo en software médico y evidenció la necesidad de validaciones mucho más estrictas.

Incluso gigantes del software han tropezado: el bug Heartbleed afectó en 2014 a la librería OpenSSL y expuso millones de datos personales en todo el mundo, incluyendo números de la Seguridad Social de miles de contribuyentes. Y el error de Knight Capital, en 2012, llegó a provocar pérdidas bursátiles por valor de 460 millones de dólares… en solo 45 minutos.

¿Qué tipos de errores informáticos existen y por qué ocurren?

Existen muchos tipos de errores informáticos, desde fallos de sintaxis hasta problemas en tiempo de ejecución. No todos los errores tienen consecuencias tan drásticas, pero la mayoría comparten causas comunes. Comprenderlas es parte esencial de una buena formación en programación. Los errores informáticos suelen clasificarse en dos grandes tipos: errores de compilación y errores en tiempo de ejecución.

Los primeros son detectados por el compilador antes de que el programa se ejecute. Aquí entran los errores de sintaxis, como olvidar un punto y coma o declarar mal una variable. También están los errores de tipo, que surgen cuando se intenta operar con datos incompatibles, como sumar un número y un texto sin conversión previa.

Los errores en tiempo de ejecución, en cambio, solo aparecen cuando el programa ya se está ejecutando. Uno de los más conocidos es la “división por cero”, que en la mayoría de lenguajes genera una interrupción inmediata del programa. Otros comunes son los desbordamientos de pila, cuando una función se llama a sí misma indefinidamente sin condición de parada, o los errores de acceso a memoria, como tratar de leer posiciones que no existen.

También hay errores más sutiles como los ciclos infinitos, las condiciones de carrera (cuando dos procesos acceden de forma impredecible al mismo recurso) o el uso de constantes mágicas, que dificultan el mantenimiento del código. En todos estos casos, una buena práctica de desarrollo y revisión puede prevenir errores que parecen pequeños, pero que pueden tener un gran impacto.

De almirante a referente cultural

Hopper fue ascendida al rango de contralmirante en 1983, una distinción excepcional para una mujer en su época. No se retiró del todo hasta 1986, a los 79 años, siendo entonces la oficial más veterana en servicio activo en la Marina de EE.UU. Tras su retiro, fue contratada por Digital Equipment Corporation como asesora, y siguió dando charlas en universidades, empresas y congresos, donde era recibida con ovaciones.

Siempre vestía su uniforme de la Marina, incluso cuando ya no era obligatorio. En sus charlas repartía pedazos de cable que medían 30 cm, diciendo que esa era la distancia que recorría la luz en un nanosegundo. Era una forma visual de explicar por qué los ordenadores debían ser más pequeños para ser más rápidos.

En palabras suyas: “Lo más importante que he hecho, más allá de construir el compilador, ha sido formar a gente joven. Les digo: ‘Pruébalo’. Y les respaldo. Necesitan eso”.

Un legado vivo

Grace Hopper falleció el 1 de enero de 1992, pero su figura no ha hecho más que crecer. Recibió más de 40 doctorados honoris causa, la Medalla Presidencial de la Libertad y da nombre a uno de los superordenadores del Departamento de Energía de EE.UU., a un campus universitario en Yale, a un buque militar y hasta a una línea de procesadores de NVIDIA.

Incluso Disney la ha homenajeado indirectamente: en la serie documental The Queen of Code, producida por FiveThirtyEight, se recorre su vida con un tono que mezcla el rigor histórico con la narración moderna.

Su influencia se siente también en el mundo académico y empresarial: desde 1994 se celebra cada año la Grace Hopper Celebration of Women in Computing, el mayor evento del mundo dedicado a las mujeres en la informática.

Hopper no solo transformó el modo en que interactuamos con las máquinas, sino que cambió también la forma en que concebimos el acceso al conocimiento técnico. Democratizó la programación y dejó claro que las ideas más potentes nacen cuando se desafían los límites.

Grace Murray Hopper. Fuente: CharGPT / E. F.

Qué debes recordar de Grace Hopper

  • Fue una de las grandes pioneras de la programación, creando herramientas que permitieron escribir código en lenguaje cercano al humano, como FLOW-MATIC y COBOL.
  • Popularizó el término “bug” informático tras documentar una polilla real encontrada en un ordenador, un gesto que conectó el mundo técnico con una anécdota memorable.
  • Sirvió en la Marina de Estados Unidos hasta convertirse en contralmirante, siendo una figura influyente tanto en lo militar como en lo tecnológico.
  • Su trabajo transformó la forma en que interactuamos con las máquinas, acercando la computación a personas sin formación matemática avanzada.
  • Su legado sigue vivo en universidades, eventos internacionales de informática y tecnologías que usan compiladores inspirados en su visión.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-06-15 14:04:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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