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De la dieta prehistórica en Atapuerca al futuro de la alimentación

De la dieta prehistórica en Atapuerca al futuro de la alimentación

La Fundación Atapuerca está de celebración, ya que este año se cumplen 25 años desde que sus tres fundadores, los paleoantropólogos Juan Luis Arsuaga, el académico de la RAE José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell i Roura, decidieron unirse para respaldar el ambicioso proyecto de investigación científica sobre la evolución humana conocido como Proyecto Atapuerca.

“Si el ser humano es la pregunta, la evolución es la respuesta”, ArsuagaMidjourney/Sarah Romero

Desenterrado el pasado

El yacimiento de Atapuerca, situado a unos 25 minutos de Burgos, ha proporcionado un conocimiento invaluable sobre la vida de los primeros humanos europeos. Es uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo. Está compuesto por diversas cuevas y refugios de roca que han preservado un extenso registro de ocupación humana permanente. “Hay continuidad en las poblaciones de Atapuerca desde hace 1,4 millones de años hasta la actualidad”, nos aclara Eudal Carbonell ante las puertas del yacimiento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000, Espacio de Interés Natural y Bien de Interés Cultural por todos los hallazgos que allí han tenido lugar.

Todas las cronologías están presentes en Atapuerca, como el Holoceno, el imperio Romano o la edad media… aunque no salgan tanto a la luz como las etapas más antiguas de nuestro linaje. Esta espectacular línea temporal con continuidad poblacional ha proporcionado y está proporcionando un contexto fascinante sobre la evolución, el comportamiento y la cultura de los primeros humanos. Como una piedra de Rosetta de la evolución humana. Tal y como describe el propio paleoantropólogo, “Atapuerca es un yacimiento vivo”.

¿Y qué permitió que nuestros ancestros proliferaran?

En el centro de todo está en la alimentación. Venimos de un pasado herbívoro pero hubo un antes y un después en la variedad de nuestro menú.

“La alimentación es fruto de la evolución”, dice Arsuaga mientras nos adentramos en la visita a los yacimientos a través de la denominada ‘Trinchera del Ferrocarril’, recalcando que, “gracias a la tecnología, nuestros ancestros fueron capaces de sobrevivir. Crear herramientas permitió acceder a la carne, que es de fácil digestión, y gracias a las mutaciones que se produjeron con el paso del tiempo, los homínidos pudieron sobrevivir con esta ventaja evolutiva que proporcionó la grasa y con menos gasto energético que antes”.

Atapuerca es un yacimiento vivoiStock

No en vano, comemos carne desde hace aproximadamente 2 millones de años y este manjar posibilitó que tanto nuestro aparato digestivo como nuestro cerebro, que son las partes del cuerpo que más energía consumen, evolucionaran al contar no solo con frutas y semillas, sino con la proteína de la carne que, además, es más fácil de digerir. Los expertos estiman que la dieta de Homo antecessor, una especie extinta del género Homo y antepasado común de neandertales, sapiens y denisovanos, cuyos restos fósiles se descubrieron en 1994 en la Sierra de Atapuerca, y que comía crudo tanto vegetales como carne, se basaba en un 20% de carne (aunque estudios en otras partes del mundo han arrojado que la dieta de Homo antecessor estaba formada por un 40% de carne cruda).

La carne en la dieta fue esencial para sostener un cerebro más grande -como el de Homo antecessor– y, aunque se comió cruda durante miles de años, finalmente el dominio de las técnicas de creación del fuego, habría posibilitado un menor desgaste en general (también dental), la posibilidad de preservar la carne (como con el secado, que evitaba el crecimiento de bacterias y hongos) y abriría el camino a nuevas implicaciones sociales como el arte y unos mayores lazos sociales.

Toda la filogenia europea está al completo en AtapuercaSarah Romero/MuyInteresante

Conexión con el futuro

La conservación de los alimentos es, por tanto, algo que va atado a la evolución de la historia de la humanidad. Poder disponer de alimentos de forma más organizada y evitar su descomposición, preservarlos y prevenir la aparición de bacterias nos ocupa y preocupa desde el Neolítico y hasta nuestros días.

Con mirada al futuro, la también burgalesa Hiperbaric celebra igualmente sus 25 años desde su fundación -como Atapuerca-, presentándonos un panorama que conecta, más que nunca, la alimentación del pasado con la del futuro, con un escenario de alimentos más sanos, más sabrosos, más reales, más… como antes.

Esta compañía es todo un referente en tecnología de altas presiones en alimentación, empleando presión en frío para procesar los alimentos con la intención de eliminar las bacterias de los alimentos. Su tecnología -que alcanza ya un 65% de la cuota del mercado mundial-, elimina las bacterias pero no afecta al resto de propiedades de los alimentos, permitiendo un producto final más natural y sin aditivos. Más como era todo antes. Y es que, en esencia, según palabras de Arsuaga, que visitó junto a MuyInteresante las intalaciones de Hiperbaric en Burgos, “¿qué es lo saludable? Lo saludable es lo ancestral”.

Se usan hasta 6.000 bares de presión en frío para procesar los alimentos.Hiperbaric

Referencias: 

  • Museo de la Evolución Humana
  • Yacimientos de Atapuerca / Fundación Atapuerca
  • Hiperbaric – suministros industriales
  • Rosell, J. et al., 2019. The early use of fire among Neanderthals from a zooarchaeological perspective Quaternary Science Reviews. DOI: https://doi.org/10.1016/j.quascirev.2019.03.002

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-06-27 08:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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