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Descubre las diez armas más legendarias de la historia

Descubre las diez armas más legendarias de la historia

Unas han pasado a la historia –o al mito– como fieles compañeras de reyes, dioses y héroes de distintas culturas y latitudes; otras, por ser obra de renombrados artesanos o inventores, o por su increíble capacidad destructora o su desmesura. De una mágica maza al devastador rayo de la muerte, pasando por algunas muy célebres espadas, diez instrumentos del arte de la guerra.

1. Sharur, la maza de Ninurta (V milenio a.C.)

En la mitología mesopotámica – sumeria y acadia–, Ninurta o Ningirsu fue un dios muy venerado y asociado a las cosechas, la caza, la ley y la guerra, de cuyo culto hay rastros en la ciudad de Nippur 5.000 años antes de Cristo. Entre sus atributos estaba Sharur, una maza tan mágica que no solo hablaba y podía volar, sino que en ocasiones tomaba la forma de un león alado.

Relieve asirio de Ninurta
El dios Ninurta en un relieve asirio. Foto: Alamy.

2. Sarisa, la pica de Filipo (Siglo IV a.C.)

En este caso, “sarisa” (también escrito con doble ese: sarissa) no es un nombre propio, sino el de un tipo de pica o lanza cuya invención –o, al menos, introducción y mejora– se atribuye a Filipo II, rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno.

Muy larga (3-7 metros) y pesada (5 kg), por lo que debía asirse con ambas manos al atacar y desmontarse en piezas cuando no se utilizaba, fue clave en el éxito de las invencibles falanges macedonias: cada falange formaba un muro de sarisas que protegía hasta a cinco filas de hombres.

Ejército con sarisas
Ilustración de una falange macedonia equipada con sarisas. Foto: Alamy.

3. Pashupatastra, el tridente de Shiva (Siglo III a.C.)

La compleja mitología hinduista, en la que los dioses atraviesan cambios y metamorfosis, hace de Pashupati uno de los avatares o encarnaciones de Shiva, uno de los dioses de la Trimurti (la “Santísima Trinidad” hinduista) junto a Brahma y Visnú. Pashupati Shiva es especialmente venerado en Nepal y su irresistible arma personal, que adopta la forma de un tridente, es Pashupatastra. La primera mención a esta arma aparece en el Mahabharata, el gran texto épico-mitológico de la India (siglo III a.C.), donde no se llega a utilizar porque podría destruir el universo entero.

Pashupatastra
Pashupati Shiva con su destructiva arma, el tridente Pashupatastra. Foto: Álbum.

4. Durandarte, la espada de Roldán (Siglo VIII)

También llamada Durandal, fue la famosa espada del no menos famoso Roldán o Roland, paladín y sobrino de Carlomagno, rey de los francos. Eso según la leyenda que narra la Canción de Roldán, uno de los grandes cantares de gesta de la literatura medieval, cuyo manuscrito más antiguo data del siglo XI.

Pero Roldán fue un personaje histórico, comandante de los francos al servicio de la Marca Bretona, que murió en la Batalla de Roncesvalles (15 de agosto de 778). Del verdadero Roldán poco sabemos; del legendario, se supone que al ser nombrado caballero a los 17 años recibió de su tío la susodicha espada, que contenía reliquias sagradas y era por tanto irrompible.

Roldán con su espada Durandarte
El caballero franco Roldán con su famoso espada Durandarte o Durandal. Foto: Álbum.

5. Tizona, la espada del Cid (Siglo XI)

Otro personaje entre la historia y el mito –real, pero desfigurado por la lírica y el Cantar de mio Cid– es Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Y a este héroe medieval castellano la tradición y la literatura le atribuyen dos espadas con nombre propio: Colada, que según el Cantar fue ganada por el Cid como botín de guerra al conde de Barcelona, y Tizona o Tizón, que el mismo texto épico dice que pertenecía al rey Búcar de Marruecos, al que el caballero se la arrebató. Hay varias supuestas Tizonas que se guardan como oro en paño en distintos lugares de España.

Estatua ecuestre del Cid Campeador, enarbolando su espada Tizona, en Burgos. Foto: AGE.

6. Excálibur, la espada de Arturo (Siglo XII)

Es este el nombre más comúnmente dado al legendario acero del no menos legendario –si bien posiblemente inspirado en algún histórico caudillo britanorromano– rey Arturo de Bretaña. Según las distintas versiones del mito artúrico, Excálibur tenía propiedades extraordinarias y mágicas, y fue obtenida por el joven Arturo al liberarla de la piedra en que se hallaba clavada, lo que lo señaló como elegido para ser el rey de los britanos (aunque a este respecto las diversas tradiciones difieren).

En cuanto a su etimología, también hay varias teorías. Una de las más aceptadas es que proviene del latín Ex Calce Liberatus, que podría traducirse por “liberada de la piedra”, aunque también se piensa que puede venir de Caliburn, derivación del vocablo latino Chalybs, “acero”.

Charlie Hunnam como Rey Arturo
Charlie Hunnam en el papel del rey Arturo y con la espada Excálibur en la película Rey Arturo: La leyenda de Excálibur, 2017. Foto: Alamy.

7. Mjolnir, el martillo de Thor (Siglo XIII)

Dios del trueno y la fuerza en la mitología nórdica y germánica, al arrogante e irascible Thor no se le concibe sin su poderoso martillo Mjolnir, que significa “demoledor”. Y no es para menos, pues entre sus mágicas características estaba la de poder destruir una montaña de un solo golpe. Tanto el personaje como su arma tuvieron su versión más popular en la Edda prosaica del islandés Snorri Sturluson, fechada en torno a 1220, aunque el mito es sin duda anterior.

Pero su popularidad actual se debe a su adaptación en una larga serie de cómics de Marvel desde los años 60 y, sobre todo, a la versión cinematográfica de dichos cómics realizada entre 2010 y el presente, que ya lleva nueve entregas estrenadas con enorme éxito.

Chris Hemsworth como Thor
Chris Hemsworth blandiendo su martillo Mjolnir en Thor, 2011. Foto: Alamy.

8. Katanas de Muramasa (Siglo XIV)

Muramasa, de perfil entre histórico y mítico, fue el fundador de un clan familiar japonés de forjadores de katanas –sables curvos de filo único tradicionalmente empleados por los samuráis– famosas en la provincia de Ise, y luego en todo Japón, por su extraordinario corte. Se dice que aprendió el oficio, hacia 1322, de otro renombrado forjador, Masamune, con el que luego rivalizaría. Pero su fama, si se permite el chiste fácil, resultó a la larga un arma de doble filo: el clan cayó en desgracia en 1603 cuando el shogún Tokugawa Ieyasu, tras sufrir muchos percances por culpa de lo afilado de las katanas Muramasa, las prohibió y extendió la creencia de que estaban malditas. La historia ha aparecido en Japón en películas, mangas, animes y videojuegos.

Samurái con una katana
Un samurái blandiendo una katana. Foto: Midjourney/Juan Castroviejo.

9. Rayo de Tesla (1930)

El mito de la invención de un rayo de la muerte, capaz de disparar un haz de partículas microscópicas hacia un objeto o un ser vivo y destruirlo, es muy antiguo: su origen se puede rastrear en el afamado rayo de Arquímedes, con el que este supuestamente habría repelido un ataque romano durante el sitio de Siracusa en el siglo III a.C.

Pero este mito nunca estuvo tan vivo como en el período de entreguerras del siglo XX. Entre 1920 y 1934, fueron varios los inventores y científicos que afirmaron haber creado dicha arma mortífera, de los cuales el más célebre (y creíble) sería el ingeniero serbocroata emigrado a EE. UU. Nikola Tesla. Este misterioso pionero de la electricidad, rival de Edison y reivindicado muchos años después de su muerte, dijo haberlo logrado en torno a 1930 usando lo que él llamaba teleforce. Nunca pudo probarse.

Rayo de Tesla
Recreación del rayo de Tesla. Foto: Álbum.

10. Cañones Gustav y Dora (1940)

Al contrario que el rayo de Tesla, estos dos monstruos desmesurados sí se hicieron realidad, pero no sirvieron para nada. El siempre megalómano Hitler ordenó a Krupp que fabricara tres unidades del mayor cañón imaginable, pero solo llegaron a hacerse dos: Gustav, que incluso entró en combate en el sitio de Sebastopol (1941), y Dora (arriba, maqueta), enviado a Stalingrado pero no utilizado.

El motivo: eran tan gigantescos que necesitaban un convoy ferroviario de 25 vagones para transportarlos, tres semanas para montarlos y 1.420 hombres para operarlos.

Cañón Dora
Maqueta del supercañón Dora, enviado a Stalingrado pero no utilizado por sus dimensiones. Foto: ASC.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-12-20 10:57:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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