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desentierran una especie de árbol de 47.000 años que desapareció en California con los mamuts

desentierran una especie de árbol de 47.000 años que desapareció en California con los mamuts

En pleno corazón de Los Ángeles, los icónicos Pozos de Alquitrán de La Brea, conocidos principalmente por sus fascinantes fósiles de megafauna del Pleistoceno, han revelado un nuevo y sorprendente capítulo en la historia de la región. Investigadores han logrado identificar una especie de enebro fósil que desapareció de la región hace miles de años. Este descubrimiento no solo ilumina un episodio crítico en la evolución del clima de California, sino que también ofrece valiosas lecciones para enfrentar los desafíos climáticos actuales.

La investigación, publicada en New Phytologist, combina técnicas de datación por radiocarbono, microscopía avanzada y modelos de distribución de especies para rastrear la desaparición de este enebro, el Juniperus scopulorum o enebro de las Montañas Rocosas. Este pequeño árbol, hoy inexistente en California, desempeñó un papel crucial en los ecosistemas del sur de la región durante al menos 47.000 años, antes de extinguirse localmente al final del Pleistoceno. La desaparición del enebro coincide con la extinción de grandes mamíferos como los mamuts y los tigres dientes de sable, un vínculo que resalta cómo los cambios climáticos y las actividades humanas pueden alterar profundamente los ecosistemas.

Un viaje al pasado: los enebros y el clima del Pleistoceno

Durante el Pleistoceno, los paisajes que hoy conforman Los Ángeles estaban dominados por densos bosques de enebros. Estos pequeños árboles no eran solo un elemento más del entorno; su presencia ayudaba a regular la temperatura, retener la humedad y proporcionaba alimento y refugio a la fauna local, incluidos los icónicos mamíferos de la Edad de Hielo. Sin embargo, estos ecosistemas no eran estáticos. Las investigaciones han revelado un patrón fascinante de alternancia entre dos especies de enebro, cada una adaptada a condiciones climáticas muy específicas.

El Juniperus californica, una especie resistente a la sequía, dominaba el paisaje en épocas de aridez prolongada, mientras que el recién identificado Juniperus scopulorum, más sensible a la falta de agua, prosperaba en períodos más húmedos y frescos. Este «baile» de especies ofrece una visión única de las fluctuaciones climáticas de hace decenas de miles de años, muchas de las cuales habían pasado desapercibidas hasta ahora.

El descubrimiento de esta alternancia ha sido posible gracias a la combinación de datos de fósiles y modelos climáticos que permiten reconstruir el hábitat probable de estas especies durante el último máximo glacial. Los investigadores encontraron que las áreas adecuadas para el crecimiento del Juniperus scopulorum en California desaparecieron con el tiempo, lo que, junto con el aumento de los incendios y la presión humana, llevó a su extirpación local hace aproximadamente 13,000 años.

Microscopía fluorescente y electrónica de barrido (SEM) aplicada a hojas de enebro fósiles y actuales
Microscopía fluorescente y electrónica de barrido (SEM) aplicada a hojas de enebro fósiles y actuales. Fuente: J. George et al. (2024)

Un misterio resuelto con ciencia de vanguardia

La identificación del Juniperus scopulorum no fue tarea sencilla. Los investigadores enfrentaron varios desafíos, como el pequeño tamaño de las semillas fósiles y la falta de ADN utilizable debido a la impregnación de alquitrán en los especímenes. En lugar de ello, recurrieron a una meticulosa comparación de las características morfológicas de las semillas y las ramas fósiles con las de especies modernas. El uso de técnicas avanzadas como la microscopía electrónica y el análisis de imágenes en 2D permitió diferenciar esta especie de otras, confirmando su identidad.

Los resultados fueron respaldados por dataciones por radiocarbono, que situaron la presencia del Juniperus scopulorum en La Brea en un intervalo de tiempo clave, desde hace unos 53.000 años hasta su desaparición local hace 13.000 años. Este periodo coincide con importantes cambios climáticos globales, incluidos eventos de megasequías y el aumento de incendios en la región, elementos que probablemente contribuyeron a su extirpación.

Además, los investigadores destacaron el papel de los incendios iniciados por las primeras comunidades humanas como un factor adicional en la desaparición de estas especies de enebros. A diferencia de otros arbustos o pequeños árboles que pueden regenerarse tras un incendio, los enebros son altamente vulnerables al fuego, lo que habría reducido drásticamente su capacidad de recuperación frente a estas perturbaciones.

Ilustración de las mediciones morfológicas utilizadas para analizar las semillas de enebro
Ilustración de las mediciones morfológicas utilizadas para analizar las semillas de enebro. Fuente: J. George et al. (2024)

Lecciones del pasado para un futuro incierto

Aunque el Juniperus scopulorum ya no crece en California, su historia tiene profundas implicaciones para los esfuerzos actuales de conservación. Los patrones de cambio climático que condujeron a su desaparición en el pasado reflejan en muchos aspectos los desafíos que enfrentan hoy los ecosistemas de la región, incluidos el aumento de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones y el incremento de los incendios forestales.

Los enebros modernos, como el Juniperus californica, ya muestran signos de estrés por el cambio climático, con tasas alarmantes de mortalidad en el suroeste de Estados Unidos. El estudio de fósiles como los de La Brea proporciona un contexto valioso para entender cómo estas especies podrían responder a futuros cambios climáticos y cómo los ecosistemas pueden adaptarse a nuevas condiciones.

Los científicos enfatizan la importancia de utilizar este conocimiento histórico para informar las estrategias de conservación y manejo del paisaje. Al comprender las dinámicas que llevaron a la desaparición de especies en el pasado, podemos anticipar y mitigar los impactos del cambio climático en los ecosistemas actuales.

Un legado fósil que sigue revelando secretos

El hallazgo del Juniperus scopulorum en los Pozos de Alquitrán de La Brea no solo resuelve un enigma paleobotánico de décadas, sino que también subraya la relevancia de los fósiles vegetales como herramientas para descifrar el pasado y enfrentar los retos del presente. Este descubrimiento es un recordatorio de que, aunque las megafaunas suelen acaparar la atención, las plantas fósiles tienen historias igualmente fascinantes que contar.

Con cada nueva técnica y avance científico, los Pozos de La Brea continúan revelando detalles de un mundo perdido, donde los cambios climáticos y las actividades humanas dieron forma a los ecosistemas que conocemos hoy. Mientras miramos hacia el futuro, estas lecciones del pasado son más relevantes que nunca.

Referencias:

  • George, J., Dimson, M., Dunn, R.E., Lindsey, E.L., Farrell, A.B., Aguilar, B.P. and MacDonald, G.M. (2024), Identification of fossil juniper seeds from Rancho La Brea (California, USA): drought and extirpation in the Late Pleistocene. New Phytol. DOI: 10.1111/nph.20324

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-01-05 05:03:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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