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el cierre sobrenatural que une a King, Spielberg y los 80 con la generación del streaming

el cierre sobrenatural que une a King, Spielberg y los 80 con la generación del streaming

La serie de Netflix sigue cautivando a los nostálgicos de los 80 y a audiencias jóvenes. Stranger Things ha logrado consolidarse como un fenómeno cultural que combina aventura, terror y homenaje ochentero en cada temporada. Ahora, con su última temporada en el horizonte, hacemos un repaso de lo que convirtió a Stranger Things en una de las series más influyentes de la era del streaming, hasta llegar a su esperado cierre en 2025.

En los años 80 hubo una tendencia en las producciones audiovisuales a recuperar los tiempos clásicos, entendiendo por tales los años del Hollywood dorado, sobre todo la década de los 40. Hoy, son los propios años 80 los que se han convertido en esos tiempos clásicos a recuperar. Una de las series que mejor lo ha hecho ha sido Stranger Things.

Netflix confirmó que la quinta y última temporada de Stranger Things se estrenará en tres partes: el 26 de noviembre, el 25 de diciembre y el 31 de diciembre de 2025, marcando así el esperado desenlace de una de las series más emblemáticas de la era del streaming. La división en tres fechas clave subraya el carácter épico y final del viaje, y eleva aún más la expectación por descubrir el destino de Hawkins, del mundo del revés y de los personajes que acompañamos desde 2016.

Una carta de amor visual a los años 80

Cuesta encontrar un plano sin detalles: los teléfonos, las máquinas de escribir, los juegos de mesa, los casetes, los salones de videojuegos, las películas que se estrenan y, desde luego, la música, que nos recuerda la década en la que transcurre la acción.

Y en esta ambientación, que empieza ya con el logo de su título, radica buena parte de su éxito, ya que la hace atractiva tanto para quienes vivieron aquella época como para las nuevas generaciones, que no necesitan haberla conocido para disfrutar de su trama.

Los padres se identifican con Joyce Byers o el sheriff Hopper, y los hijos, con la pandilla de adolescentes amenazados por todos los misterios que pueblan el solo en apariencia apacible pueblecito de Hawkins (Indiana).

'Stranger Things' llega a su fin, el cierre sobrenatural que une a King, Spielberg y los 80 con la generación del streaming 1
Entre casetes, bicicletas y el mundo del revés. Ilustración artística: DALL-E / Edgary R.

¿Y qué nos cuenta Stranger Things?

La historia comienza con la desaparición de un niño y la aparición de una niña; el primero, Will Byers, regresaba a su casa después de estar con su pandilla, la segunda vaga por los caminos vestida con un pijama y sin apenas pronunciar una palabra, pero enseguida demuestra estar dotada de extraños poderes.

Ambos hechos tienen como nexo en común los experimentos que se llevan a cabo en un laboratorio cercano, y corresponde a Joyce, la madre del chico desaparecido; al sheriff Hopper, que aceptó el puesto en el pueblo buscando una vida tranquila después de la muerte de su hija por cáncer; y a los amigos de Will encontrarlo y rescatarlo.

Pero ello les costará enfrentarse tanto con los responsables del laboratorio, que no dudan en recurrir al secuestro y al asesinato para encubrir sus actividades, como con las entidades monstruosas que surgen de él.

Monstruos, laboratorios y realidades paralelas: el corazón de la trama

Los experimentos secretos han puesto al descubierto una realidad paralela llamada el mundo del revés, desprovista de vida humana y habitada por una criatura monstruosa, cuya influencia no tarda en hacerse notar en el Hawkins real.

Años 80, pueblecito, sheriff, niños protagonistas, monstruos, laboratorio… Es imposible no juntar todo esto sin ver la gran influencia que Stephen King ha tenido en la serie.

Sus creadores, los hermanos Matt y Ross Duffer, lo han admitido abiertamente, y Stranger Things podría considerarse casi una traslación del universo de King a la televisión, paradójicamente mucho más lograda que otros intentos como Castle Rock.

La ubicación temporal de la serie permite, además, incluir otros elementos, como la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que aquí se extiende también al terreno sobrenatural, con ambas potencias desarrollando sus propias investigaciones en mundos paralelos.

 La serie ha descubierto, además, el talento de un buen puñado de actores preadolescentes, ha consagrado al secundario David Harbour (Hopper) y, muy especialmente, ha supuesto un regreso triunfal para Winona Ryder (Joyce Byers), que comenzó una prometedora carrera de actriz a finales de los 80.

'Stranger Things' llega a su fin, el cierre sobrenatural que une a King, Spielberg y los 80 con la generación del streaming
La serie que trajo de vuelta los 80: Stranger Things y el arte de mezclar terror, aventuras y emociones. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Un laboratorio secreto que existe… casi en la vida real

La inquietante sede del Laboratorio Nacional de Hawkins, epicentro de los experimentos que alteran la vida de los protagonistas, no fue construida para la serie. Se trata del antiguo instituto psiquiátrico Georgia Mental Health Institute, en Atlanta, cerrado en 1997. Su estética institucional y su aislamiento natural lo convirtieron en el escenario perfecto para representar un lugar fuera del tiempo, donde la ciencia se transforma en amenaza.

En la ficción, el laboratorio representa el lado oscuro del poder estatal: investigaciones no autorizadas, pruebas con niños y el contacto con fuerzas desconocidas. En la realidad, el hospital también tiene su propia historia de controversias, lo que aportó una atmósfera cargada incluso antes de que las cámaras comenzaran a rodar.

Durante las primeras temporadas, el edificio se convierte en una especie de antagonista silencioso: sus pasillos y habitaciones contienen respuestas, pero también peligros. El lugar simboliza la opacidad de las instituciones frente a la vulnerabilidad de los protagonistas, especialmente los más jóvenes. A medida que la historia avanza, el laboratorio se transforma en un nodo narrativo entre lo real y lo monstruoso.

La elección de rodar en localizaciones reales fue una constante de la producción. El pueblo ficticio de Hawkins se construyó a partir de distintas ubicaciones en Georgia, incluyendo centros comerciales, colegios abandonados y vecindarios clásicos que reflejan la arquitectura suburbana de los 80. Esa autenticidad visual refuerza el tono nostálgico y contribuye a que el espectador se sienta dentro de un recuerdo colectivo.

La música que traspasó la pantalla y volvió a los rankings

Uno de los ingredientes secretos de Stranger Things es su selección musical, cuidadosamente elegida para evocar emociones y situar al espectador en una década concreta. Desde el primer episodio, canciones como «Should I Stay or Should I Go» de The Clash se integran a la narrativa, no como simple ambientación, sino como herramientas emocionales y comunicativas.

En la cuarta temporada, la serie logró algo inesperado: que «Running Up That Hill» de Kate Bush —lanzada en 1985— volviera al número uno en varios países. Gracias a una escena clave protagonizada por Max (Sadie Sink), la canción se convirtió en símbolo de supervivencia, lucha interior y conexión con los recuerdos. Kate Bush agradeció públicamente a los creadores por devolver su canción a una nueva generación.

Este uso de la música no es casual. Los hermanos Duffer han declarado que cada elección musical se evalúa en función de lo que el personaje siente y lo que la audiencia necesita percibir. Así, la música se convierte en un puente emocional entre el espectador y los protagonistas, cargando cada escena con una resonancia que va más allá de la imagen.

Además del uso de canciones icónicas, la banda sonora original compuesta por Kyle Dixon y Michael Stein refuerza la identidad de la serie. Con sintetizadores análogos y motivos repetitivos, el score aporta una textura sonora que remite al cine fantástico de los 80, desde John Carpenter hasta Vangelis. En conjunto, la música de Stranger Things no solo acompaña: define.

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‘Stranger Things’ llega a su fin este 2025: nostalgia, monstruos y el cierre de una generación

El final se acerca: lo que promete la temporada 5 en 2025

Tras años de espera y especulación, la quinta temporada de Stranger Things llegará en 2025 con la promesa de cerrar definitivamente el arco narrativo iniciado en 2016. Los hermanos Duffer han confirmado que esta será la última entrega de la serie, y todo apunta a que la historia volverá al lugar donde comenzó: Hawkins.

Uno de los principales focos narrativos será el enfrentamiento definitivo contra Vecna. La batalla ya no será solo emocional o simbólica, sino directamente física: el mundo del revés ha invadido Hawkins, y los protagonistas deberán luchar por salvar no solo a sus amigos, sino a toda su ciudad. Las grietas entre realidades ya no son invisibles, y eso tendrá consecuencias devastadoras que podrían alterar para siempre la dinámica de los personajes.

Además, se espera un desarrollo más profundo de Once y su relación con su pasado. ¿Recuperará completamente sus poderes?

También se anticipan cierres emocionales para los personajes centrales: la relación entre Nancy, Steve y Jonathan; la evolución de Will y su identidad; y el posible destino trágico de Hopper o Joyce, que han sido figuras paternas clave. La nostalgia ochentera seguirá presente, pero ahora teñida de un tono épico y melancólico que marcará el fin de una era.

En cuanto al formato, Netflix ha anunciado que el episodio final tendrá una duración extendida, cercana a la de una película. Este desenlace pretende ser no solo un cierre satisfactorio para los fans, sino también un homenaje a todo lo que Stranger Things ha significado para la cultura pop contemporánea.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-06-03 13:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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