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el tesoro oculto de la evolución humana

el tesoro oculto de la evolución humana

La Sima de los Huesos, ubicada en la sierra de Atapuerca, cerca de Burgos, es un yacimiento arqueológico único en el mundo. Este lugar extraordinario ha revelado la mayor acumulación de fósiles humanos de la historia, con aproximadamente 7,000 restos recuperados hasta la fecha. Lo que hace a este sitio aún más fascinante es la evidencia de que estos fósiles fueron acumulados intencionalmente por otros humanos, en una época en la que no se creía que existieran comportamientos funerarios. Además, la excelente preservación de los fósiles ha permitido estudios detallados, incluyendo la recuperación de material genético de una antigüedad sin precedentes.

La datación de la Sima de los Huesos, utilizando técnicas como la bioestratigrafía y el paleomagnetismo, ha establecido una antigüedad de 430,000 años, situándola en el Pleistoceno medio. Este periodo es crucial para entender la evolución hacia los neandertales, y la Sima de los Huesos es el yacimiento europeo que más información aporta sobre este momento de la evolución humana.

Descubre en exclusiva el primer capítulo del libro “Atapuerca”, publicado por Pinolia y coordinado por Marina Mosquera.

El yacimiento de la Sima de los Huesos

Sin lugar a dudas, la Sima de los Huesos es un yacimiento único a nivel mundial para estudiar la evolución humana pues en él confluyen varias circunstancias que lo convierte en un lugar extraordinario. En primer lugar, en la Sima de los Huesos se ha descubierto la mayor acumulación de fósiles humanos de la historia. En segundo lugar, la razón que produjo esta concentración de fósiles es especial, ya que las pruebas apuntan a que fueron otros humanos los que acumularon los cadáveres de otros individuos en esta parte de la cueva en una antigüedad en la que se pensaba que todavía no había comportamientos funerarios. Por último, la magnífica preservación de los fósiles ha hecho posible realizar una serie de estudios inimaginables en otros yacimientos y que incluso ha permitido la recuperación de material genético en una antigüedad jamás alcanzada. A lo largo del texto desarrollaremos estos tres elementos que hacen que la Sima de los Huesos sea excepcional para el estudio de la evolución humana. 

Los fósiles humanos

La Sima de los Huesos se encuentra en la sierra de Atapuerca, cercana a la ciudad de Burgos, en el centro de la Meseta Norte de España. La sierra destaca de forma modesta sobre el relieve, pero contiene un auténtico tesoro arqueológico y paleontológico, ya que en un radio de pocos kilómetros engloba decenas de yacimientos que explican la historia geológica, biológica y humana del último millón y medio de años. En los diferentes depósitos asociados al complejo de cuevas de la sierra se pueden documentar todos los cambios producidos en la evolución humana desde la llegada de los primeros pobladores a Europa hasta la actualidad. 

Trabajos de excavación en Atapuerca. Mario Modesto / Wikimedia

Algunos de los famosos yacimientos de Atapuerca se pueden excavar desde el exterior, ya que la construcción de un ferrocarril minero a caballo entre el siglo XIX y XX expuso los depósitos de la cueva a la superficie. En cambio, para excavar algunos de ellos debemos penetrar en el corazón de la sierra. Este es el caso de la Sima de los Huesos, que se encuentra a unos 500 metros de la entrada al sistema kárstico de la Cueva Mayor y a menos de un kilómetro de los anteriores yacimientos de la Trinchera del ferrocarril.

La Sima de los Huesos es una pequeña cavidad, de apenas siete metros de largo y tres de ancho, situada al pie de un profundo conducto vertical de 13 metros de altura. De hecho, esta parte de la cueva tiene una morfología que recuerda la de un calcetín. Hasta la fecha, en este lugar se han recuperado unos 7000 fósiles humanos, una cifra sin precedentes en un yacimiento de esta cronología y para una especie que no sea la nuestra; solo los yacimientos de Homo sapiens son capaces de proporcionar tantos restos humanos y esto se debe, en gran parte, a nuestros comportamientos funerarios donde acumulamos los restos de las personas que han fallecido, ya sea reuniendo muchos enterramientos individuales o construyendo grandes enterramientos colectivos. 

A partir de los dientes hemos calculado en cerca de 30 el número mínimo de individuos presentes en la Sima de los Huesos. Además, todos los huesos del cuerpo están representados, desde cráneos completos hasta las pequeñas falanges de manos y pies, e incluso hemos podido recuperar un gran número de huesecillos del oído. Por tanto, aunque estén fragmentados y mezclados, sabemos que en la Sima de los Huesos los esqueletos estaban enteros. Junto a los restos humanos, en la Sima de los Huesos también hemos encontrado miles de huesos de osos de la especie Ursus deningeri (antepasada del oso de las cavernas) y de otros carnívoros en un número más reducido (zorros, lobos, linces, leones, panteras y otros mustélidos). Hemos calculado que hay fósiles de aproximadamente más de un centenar de individuos de oso. Pero no hemos descubierto ningún fósil de herbívoro.

Establecer la cronología de un yacimiento de cueva en algunas ocasiones no es fácil. Pero, gracias a la combinación de diferentes técnicas como la bioestratigrafía, el paleomagnetismo y otros métodos de datación absoluta, como la resonancia de espín electrónico o la luminiscencia, hemos podido calcular que la sima tiene una antigüedad de 430 000 años. Esta fecha la sitúa en el Pleistoceno medio, un periodo que abarca entre hace 780 000 años y los 120 000 años de antigüedad. En la misma sierra de Atapuerca hay yacimientos más antiguos del Pleistoceno inferior, como la Sima del Elefante y la Dolina. No obstante, la importancia del Pleistoceno medio es que corresponde a la época en la que se produce la evolución hacia los neandertales y la Sima de los Huesos es el yacimiento de Europa que más información aporta para documentar este momento de la evolución humana. 

El origen de la acumulación

Desde los primeros hallazgos en la Sima de los Huesos, una de las preguntas más recurrentes ha sido ¿cómo se llegaron a acumular tantos esqueletos humanos juntos? Podemos alcanzar una respuesta uniendo todas las evidencias que hemos encontrado a lo largo de muchos años de investigación. 

Como hemos indicado, además de los fósiles humanos y de los carnívoros, no hay ningún hueso de herbívoro. Esto excluye la posibilidad de que el depósito se deba a las actividades de acumulación que en ocasiones realizan algunos depredadores. La presencia de carnívoros en el interior de la cueva se puede explicar por los comportamientos de hibernación que realizan los osos y a la utilización como refugio o de carroñeo por parte de otros carnívoros, algo muy habitual en otras cuevas. Durante la hibernación, algunos osos fueron cayendo de forma ocasional por la sima y se fueron acumulando gradualmente a lo largo de miles de años. Algunos de los huesos humanos tienen marcas de carnívoros en su superficie, pero estas marcas no son las mismas que presentan los cadáveres consumidos en otros yacimientos, más bien responden a las actividades de carroñeo de los carnívoros que cayeron en la sima. Los esqueletos humanos están completos y tampoco tenemos ninguna evidencia de que sucediese ningún evento de tipo catastrófico dentro de la cueva, como una inundación o una caída de bloques que los atrapase. Otro dato importante a tener en cuenta es el descubrimiento de una única pieza de industria lítica, un bifaz (ver recuadro), en un yacimiento donde no hay otras evidencias de ocupación. Es decir, no es un lugar donde viviesen y solo se puede llegar a él intencionadamente. 

Cráneo 17 de la Sima de los Huesos. Museo de la Evolución Humana de Atapuerca

En definitiva, dada la ausencia de herbívoros en el yacimiento, la falta de cualquier evidencia de que sucediese algún evento catastrófico, la presencia de un bifaz y que los esqueletos humanos estaban completos, la acumulación de fósiles humanos de la Sima de los Huesos solo puede ser el resultado de una acumulación humana. Es decir, la Sima de los Huesos sería la prueba más antigua de una práctica de carácter funerario en la evolución humana y sería un precedente de los enterramientos. Un comportamiento que se ha observado en épocas posteriores, que los neandertales practicaban en algunas ocasiones y que se ha convertido en una práctica muy habitual en nuestra especie. 

Por último, si hay algún reticente a aceptar la hipótesis de la acumulación antrópica, en una de las últimas investigaciones realizadas en la Sima de los Huesos se han podido identificar fracturas en algunos de los cráneos que podrían haber causado la muerte de esos individuos. Aunque no podemos afirmar con seguridad cuándo se habrían producido estas fracturas, esto podría significar la prueba definitiva de que los individuos estaban muertos antes de entrar en la cueva y, por tanto, que los cadáveres habrían sido transportados y acumulados por otros humanos. 

Diecisiete cráneos encontrados

Hasta la fecha, en la Sima de los Huesos hemos descubierto 17 cráneos en diferente estado de conservación. Algunos todavía son muy fragmentarios, pero uno de ellos, el Cráneo 5, apodado «Miguelón», es uno de los fósiles más completos del registro fósil mundial. Además del cráneo, hemos encontrado la mandíbula y las vértebras cervicales del mismo individuo, lo que nos permite conocer la forma completa de su cabeza y cuello.

 Gracias a los cráneos, sabemos que la población de la Sima de los Huesos tenía la forma de la cara muy similar a la de los neandertales. En ambos, la cara está proyectada hacia adelante, algo que conocemos científicamente como prognatismo medio facial. Los huesos nasales sobresalen, los dientes tienen una posición más adelantada y los huesos inferiores a las órbitas están orientados de forma oblicua. Además, tanto la sima como los neandertales tenían una apertura nasal muy ancha. En cambio, la cara de Homo sapiens es plana, los huesos inferiores tienen una orientación que se denomina ortognata y la apertura nasal es más estrecha. 

Sin embargo, la cara del Cráneo 5 no es completamente neandertal y muestra una ligera flexión en el maxilar que podríamos considerar como un estadio algo más primitivo que el que muestran los neandertales. Además, el Cráneo 5 tenía un neurocráneo más pequeño que el que tienen los neandertales.

De hecho, las capacidades encefálicas que hemos calculado en diferentes cráneos de la sima nos ofrecen una media de tamaño cerebral de unos 1240 centímetros cúbicos, muy inferior a la media de los neandertales que se sitúa en 1400 cc. También hay otros rasgos del neurocráneo de la Sima de los Huesos —como las mastoides más proyectadas, la ausencia de fosa suprainíaca o el perfil en vista posterior del cráneo— que no son semejantes a los neandertales. Podríamos decir que la población de la Sima de los Huesos todavía presenta el patrón primitivo respecto a la morfología que tienen los neandertales.

 En resumen, los cráneos de la Sima de los Huesos presentan una mezcla de características primitivas, junto a rasgos neandertales incipientes, y otros caracteres más similares a los neandertales, principalmente en la cara. Este mosaico de caracteres primitivos y derivados también está presente en el resto de los fósiles del Pleistoceno medio europeo, lo que permite atribuirlos a una misma población que ha recibido el nombre de Homo heidelbergensis. En el árbol evolutivo, esta especie sería la antepasada de los neandertales. Pero en la actualidad existe un fuerte debate sobre si es correcto utilizar este nombre de especie, que fue propuesto en 1908, a partir de tan solo una mandíbula descubierta en Heidelberg o si se deberían distinguir diferentes poblaciones en el Pleistoceno europeo que recibirían distintos nombres de especie. Una cuestión todavía no resuelta sobre la que los fósiles de la Sima de los Huesos tienen una gran relevancia y que contribuirá a su solución. 

La gran cantidad de huesos del esqueleto también nos ofrece información sobre el tamaño y la forma del cuerpo, su modo de locomoción, su dimorfismo sexual y otros aspectos de su biología. La Pelvis 1, descubierta en el año 1994, perteneció a un individuo masculino muy robusto de aproximadamente 30-40 años. La anchura de la pelvis es mucho mayor que la de los humanos actuales y su estatura la podemos estimar a partir de varios fragmentos de fémur entre 1,70 y 1,75 m, una estatura ligeramente superior a la media de los neandertales. De esta forma, sabemos que este individuo sería muy corpulento y tendría un peso de alrededor de 90-95 kg. Y, aunque no disponemos de otras pelvis tan completas, las inserciones musculares que presentan y el grosor de los huesos largos nos indica que la población de la Sima de los Huesos tendría una gran robustez. La amplia muestra de huesos que corresponde a diferentes individuos nos ha permitido conocer también el dimorfismo sexual en su tamaño corporal. Es decir, cuáles eran las diferencias de peso entre los hombres y las mujeres, un dato biológico que tienen relación con la estructura de la población y con la estrategia reproductiva de las especies. De hecho, la población de la sima tenía unos niveles de variabilidad y de dimorfismo sexual similar al de las poblaciones actuales, en donde la media de pesos de los hombres es entre 10-20 % superior a la de las mujeres. 

La magnífica preservación de los fósiles de la sima nos ha permitido realizar un estudio pionero sobre sus capacidades auditivas. Utilizando las tomografías para estudiar la anatomía interna del oído hemos podido determinar que la población de la Sima de los Huesos tenía un tipo de audición casi indistinguible de la humanidad actual y, por tanto, pensamos que tendrían la misma capacidad para distinguir los sonidos que emitimos cuando hablamos y que podrían tener capacidades lingüísticas similares a las nuestras. 

Un trabajo que no acaba

Para finalizar, debemos destacar que nuestro conocimiento sobre la Sima de los Huesos no ha finalizado aún. Sin duda, quedan muchos estudios todavía por hacer y surgen nuevas técnicas que pueden aplicarse a los fósiles ya descubiertos. Además, después de casi 40 años de intenso trabajo en el yacimiento, también hemos calculado la cantidad de restos que nos quedaría por excavar respecto a los que ya hemos extraído si los 30 esqueletos estuviesen completos. Nuestra estimación es que todavía queda aproximadamente la mitad del yacimiento por excavar. Un objetivo que se realizará durante las próximas décadas y que seguramente ofrecerá muchas sorpresas en el futuro.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-07-31 10:50:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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