Esta es la receta más antigua de la historia

La escritura, uno de los avances más significativos de la humanidad, marcó el inicio de la historia hace unos 4000 años. Este hito no solo permitió registrar eventos y transacciones, sino que también reveló aspectos fascinantes de la vida cotidiana de las primeras civilizaciones. Entre estos registros destacan las recetas de cocina más antiguas del mundo, preservadas en tablillas cuneiformes de Mesopotamia. Estas recetas, datadas alrededor del 1750 a.C., nos ofrecen una ventana única a la gastronomía de una era pasada, mostrando la sofisticación y el arte culinario que florecieron entre los ríos Tigris y Éufrates.

Recetas en tablillas de arcilla

En la década de 1990, el historiador francés Jean Bottéro hizo un descubrimiento extraordinario en la Universidad de Yale: tres tablillas de arcilla que contienen 25 recetas culinarias, fechadas alrededor del 1750 a.C. Estas tablillas, escritas en cuneiforme, revelan los secretos culinarios de la antigua Mesopotamia. Situada entre los ríos Tigris y Éufrates, esta región, que abarca áreas del actual Irak, Siria y Turquía, fue un centro de innovación en muchos aspectos, incluido el culinario. Las recetas detalladas en las tablillas nos ofrecen una visión profunda de la sofisticación y complejidad de la cocina mesopotámica, reflejando un conocimiento de técnicas culinarias y una rica tradición gastronómica que se desarrolló en esta cuna de la civilización.

Las tablillas cuneiformes descubiertas incluyen una variedad de recetas que abarcan guisos de carne, platos de verduras y elaboraciones culinarias complejas. Un ejemplo destacado es una receta que describe la preparación de un pichón cocinado de dos maneras: las pechugas se guisan mientras que los muslos se hornean envueltos en una masa. Este tipo de sofisticación sugiere una cocina palaciega, destinada a impresionar a los comensales con su presentación y sabor. Curiosamente, las recetas no especifican cantidades ni proporciones de los ingredientes, lo que indica que estaban dirigidas a cocineros expertos que conocían bien las técnicas y podían improvisar según su criterio. Estos cocineros debían tener un alto nivel de habilidad para interpretar y ejecutar estas recetas complejas, reflejando una tradición culinaria avanzada y rica en detalles y sabores.

Cocina en la antigua Mesopotamia

En la antigua Mesopotamia, los cocineros eran conocidos como «nuhatimmu» o «embellecedores», un título que refleja su papel crucial en la elaboración de platos sofisticados. Los ingredientes comunes en su cocina incluían una amplia variedad de cereales, legumbres, frutas, productos lácteos y carnes. Utilizaban cereales como la cebada y el trigo para preparar panes y tortas, mientras que las legumbres y las frutas, tanto frescas como secas, enriquecían sus guisos y salsas.

La cocina mesopotámica se caracterizaba por el uso de técnicas avanzadas para la época, como la fermentación para crear quesos y bebidas, la salación para conservar alimentos y el uso de hierbas aromáticas como el ajo, la cebolla y el puerro para dar sabor a los platos. Esta sofisticación culinaria no solo demuestra un profundo conocimiento de los ingredientes y técnicas, sino también una apreciación por la presentación y el sabor, lo que hace de la gastronomía mesopotámica un verdadero arte.

Cocinas del mundo antiguo

La cocina mesopotámica, aunque avanzada, no estuvo sola en su desarrollo culinario. En el antiguo Egipto, aunque no se han encontrado recetas escritas, abundan las imágenes que detallan procesos culinarios en las paredes de tumbas y templos, ofreciendo una visión visual de su gastronomía. Los griegos, por otro lado, fueron los primeros en reflexionar sobre la cocina como un arte, considerándose a sí mismos los primeros gourmets de la historia. Filósofos y escritores griegos documentaron sus pensamientos sobre la gastronomía, y cocineros como Miteco de Siracusa alcanzaron fama, convirtiéndose en los primeros chefs célebres.

En Roma, la gastronomía alcanzó nuevas alturas con la creación del primer recetario conocido, «De Re Coquinaria», atribuido a Apicio. Este libro introduce conceptos y recetas que han perdurado hasta hoy, como los flanes, las salchichas y las albóndigas. Además, las cenas romanas eran famosas por sus sobremesas, llenas de conversaciones y bromas, mostrando un enfoque hedonista de la comida.

Neandertales cocineros

En la cueva Shanidar, ubicada en Irak, se han encontrado restos de comida cocinada que ofrecen una visión fascinante de la dieta de los neandertales. Entre los hallazgos destaca un «pan plano» elaborado con legumbres silvestres, semillas de mostaza y pistachos, molidos y mezclados con agua. Este descubrimiento sugiere que los neandertales tenían una cocina mucho más compleja de lo que se pensaba, mostrando una capacidad para combinar ingredientes y crear recetas planificadas para mejorar el sabor. Estos indicios revelan una cultura alimentaria significativa y avanzada, desafiando la imagen de los neandertales como simples consumidores de carne cruda.

Estos descubrimientos iluminan la rica evolución de la gastronomía a lo largo de milenios. Al comparar las prácticas culinarias antiguas con las modernas, encontramos sorprendentes similitudes en la sofisticación y creatividad de las recetas. La capacidad de nuestras primeras civilizaciones para combinar ingredientes y técnicas refleja una conexión entre la historia de la alimentación y la cultura humana. Este legado culinario no solo subraya la importancia de la cocina en la vida diaria de nuestros antepasados, sino que también nos recuerda que, a través de la comida, compartimos un vínculo esencial y perdurable con ellos.

Referencias:

Kabukcu, C. et al. 2022. Cooking in caves: Palaeolithic carbonised plant food remains from Franchthi and Shanidar. Antiquity 97 (391), 12-28. DOI: 10.15184/aqy.2022.143.

Kramer, S. 2022. La historia empieza en Sumer. Alianza.