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este agujero negro supermasivo va a colisionar con la Vía Láctea

este agujero negro supermasivo va a colisionar con la Vía Láctea

No todos los días los astrónomos descubren un agujero negro supermasivo en nuestra proximidad galáctica, y mucho menos uno que parece dirigirse, a largo plazo, hacia el centro de la Vía Láctea. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado evidencia de un agujero negro de 600.000 masas solares oculto en la Gran Nube de Magallanes (LMC, por sus siglas en inglés), la galaxia enana que orbita la nuestra.

Este hallazgo, liderado por Jiwon Jesse Han y su equipo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, se basa en el análisis de estrellas hiperveloces, objetos que viajan a velocidades extremas debido a interacciones gravitacionales. La clave está en que muchas de estas estrellas parecen haber sido expulsadas desde la LMC, lo que sugiere la presencia de un agujero negro de masa intermedia en su centro. Pero lo que realmente ha llamado la atención es lo que este descubrimiento implica para el futuro de la Vía Láctea.

El mecanismo de Hills y las estrellas hiperveloces

Las estrellas hiperveloces no son comunes. Se trata de astros que viajan a velocidades tan altas que pueden escapar de la gravedad de la galaxia que las aloja. Una de las principales formas en las que pueden alcanzar tales velocidades es mediante el mecanismo de Hills, un proceso en el que un agujero negro supermasivo desintegra un sistema binario de estrellas. En este evento, una de las estrellas es capturada por la gravedad del agujero negro mientras que la otra es expulsada a una velocidad extrema.

La investigación utilizó datos del telescopio Gaia para rastrear 21 estrellas hiperveloces en el halo de la Vía Láctea. Siete de ellas parecen provenir del centro galáctico, algo esperable dado que allí reside Sagitario A*, el agujero negro de nuestra galaxia. Pero lo sorprendente es que nueve de estas estrellas no tienen origen en la Vía Láctea, sino en la Gran Nube de Magallanes.

Esta distribución sugiere fuertemente la presencia de un agujero negro supermasivo en la LMC con suficiente masa como para generar este tipo de eyecciones estelares. Esto convierte a la LMC en una de las pocas galaxias enanas conocidas con un agujero negro de esta magnitud.

Acumulación esperada de estrellas hiperveloces expulsadas por un agujero negro en la Gran Nube de Magallanes, alineadas con su trayectoria orbital, apoyando su existencia. Fuente: arXiv

Una colisión inevitable con la Vía Láctea

La Gran Nube de Magallanes no orbita la Vía Láctea de forma estable. De hecho, se está acercando progresivamente, y las simulaciones sugieren que en unos 2.000 millones de años colisionará con nuestra galaxia. Este evento tendrá efectos dramáticos, ya que la LMC contiene una gran cantidad de materia oscura y gas, lo que generará un aumento de la formación estelar y posibles perturbaciones en la estructura de la Vía Láctea.

Pero el punto más intrigante es qué pasará con el agujero negro que la LMC alberga en su interior. Si las predicciones son correctas, este objeto masivo migrará lentamente hacia el centro de la Vía Láctea, donde terminará fusionándose con Sagitario A*. Cuando esto ocurra, el agujero negro resultante será aún más masivo y su impacto en el entorno galáctico podría ser significativo.

Cómo las estrellas hiperveloces de la Gran Nube de Magallanes entran en el HVS Survey. Solo las expulsadas en la dirección de su órbita superan la velocidad de escape, formando una acumulación visible en la región de Leo. Fuente: arXiv

Confirmando la existencia del agujero negro

A pesar de las evidencias indirectas, los astrónomos aún necesitan confirmar de manera definitiva la existencia de este agujero negro. El problema es que los agujeros negros no emiten luz a menos que estén absorbiendo materia activamente. En este caso, el objeto en la LMC parece estar en un estado latente, lo que lo hace difícil de detectar directamente.

Sin embargo, hay formas de estudiarlo. Una posibilidad es buscar ondas gravitacionales producidas por interacciones con otras estrellas o con Sagitario A* en el futuro. Otra opción es seguir analizando las trayectorias de estrellas hiperveloces con aún mayor precisión para refinar los cálculos sobre la masa y la ubicación del agujero negro.

Si se logra confirmar este hallazgo, se convertirá en un caso clave para entender cómo evolucionan los agujeros negros supermasivos en galaxias de diferentes tamaños y cómo estos colosos cósmicos crecen a lo largo del tiempo.

Distribución de los parámetros del modelo del agujero negro en la LMC. La masa estimada es de ≈600,000 masas solares (resaltada en rojo), con otros valores dentro de los márgenes esperados. Fuente: arXiv

Un vistazo al futuro galáctico

Lo fascinante de este descubrimiento es que ofrece una ventana al futuro de nuestra galaxia. Aunque la colisión entre la LMC y la Vía Láctea ocurrirá dentro de miles de millones de años, nos da pistas sobre cómo podrían haber ocurrido eventos similares en el pasado y cómo las galaxias crecen mediante fusiones.

Por ahora, los astrónomos seguirán investigando para confirmar la presencia de este agujero negro. Si resulta ser real, estaremos ante una pieza fundamental del rompecabezas sobre la evolución de las galaxias y la formación de estructuras a gran escala en el universo.

Referencias

  • Jiwon Jesse Han, Kareem El-Badry, Scott Lucchini, Lars Hernquist, Warren Brown, Nico Garavito-Camargo, Charlie Conroy, Re’em Sari. Hypervelocity Stars Trace a Supermassive Black Hole in the Large Magellanic Cloud. The Astrophysical Journal (preprint en arXiv). DOI: 10.48550/arXiv.2502.00102.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-02-14 14:40:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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