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este análisis de sangre permite detectar si tienes o tendrás alzhéimer antes de que tú lo notes

este análisis de sangre permite detectar si tienes o tendrás alzhéimer antes de que tú lo notes

En la última década, la medicina ha vivido una revolución silenciosa: el desarrollo de biomarcadores capaces de detectar enfermedades neurodegenerativas con una gota de sangre. Ahora, esa revolución se hace tangible con la validación de un nuevo test que identifica con una precisión superior al 90% si una persona con síntomas presenta la enfermedad de alzhéimer. Y lo hace con una facilidad hasta ahora impensable: desde cualquier laboratorio clínico, sin necesidad de costosas tecnologías ni procedimientos invasivos.

Este avance ha sido publicado recientemente en la revista Nature Medicine y es el resultado de un ambicioso estudio internacional coordinado desde el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) de la Fundación Pasqual Maragall, junto al Instituto de Investigación del Hospital del Mar, y con la colaboración de centros en Suecia e Italia. En total, participaron 1.767 personas con síntomas de deterioro cognitivo, atendidas tanto en unidades hospitalarias especializadas como en centros de atención primaria.

Un cambio de paradigma en el diagnóstico

Hasta ahora, el diagnóstico fiable del alzhéimer exigía pruebas complejas: la extracción de líquido cefalorraquídeo mediante punción lumbar o una tomografía por emisión de positrones (PET) para visualizar la acumulación de beta-amiloide en el cerebro. Ambas técnicas, aunque precisas, resultan costosas, invasivas y poco accesibles fuera de grandes centros hospitalarios.

Con este nuevo test basado en el biomarcador phospho-tau217 (p-tau217), esa barrera cae. Este marcador se ha revelado como uno de los más específicos para el alzhéimer, ya que sus niveles se elevan en sangre desde fases muy tempranas de la enfermedad, incluso antes de que los síntomas sean evidentes.

El equipo internacional ha desarrollado y validado un método automatizado, conocido como plataforma Lumipulse, capaz de medir los niveles de p-tau217 en sangre de forma rápida y sencilla. Lo más significativo es que este sistema ya está presente en numerosos hospitales y centros de salud, lo que facilita su incorporación inmediata a la práctica clínica.

Acumulaciones de beta-amiloide entre las neuronas, una de las huellas distintivas del alzhéimer
Acumulaciones de beta-amiloide entre las neuronas, una de las huellas distintivas del alzhéimer. Foto: Istock/Christian Pérez

Dos umbrales clave: el diagnóstico se vuelve más claro

Una de las innovaciones clave del estudio ha sido establecer dos puntos de corte para interpretar los resultados del test. Si el nivel de p-tau217 en sangre es superior a 0,34 picogramos por mililitro, el diagnóstico de alzhéimer es altamente probable. Si es inferior a 0,22, se descarta con una fiabilidad similar. Entre ambos valores se encuentra una “zona gris” —alrededor del 15% de los casos— en la que se recomienda realizar pruebas adicionales.

Este enfoque, que recuerda al modelo de cribado utilizado en otras enfermedades como el cáncer de mama o de colon, permite optimizar los recursos sanitarios y evitar pruebas innecesarias en la mayoría de los casos. Además, mejora la precisión diagnóstica en entornos de atención primaria, donde la sospecha de deterioro cognitivo es frecuente pero los medios diagnósticos son limitados.

Resultados robustos en distintos países y entornos clínicos

El ensayo se ha realizado en cinco cohortes independientes de pacientes con síntomas cognitivos: tres en Suecia (Malmö, Gotemburgo y atención primaria), una en España (Barcelona) y otra en Italia (Brescia). En todos los casos, los resultados del análisis de sangre se compararon con los diagnósticos establecidos mediante pruebas tradicionales como la punción lumbar o el PET.

Los datos hablan por sí solos: el test alcanzó una precisión diagnóstica del 89% al 94% en los hospitales y del 85% al 92% en atención primaria, cifras que igualan o superan las de las pruebas actuales. Además, los resultados se mantuvieron estables independientemente del sexo, el nivel educativo, la presencia de enfermedades como la diabetes o la insuficiencia renal, o el estadio clínico del paciente.

Eso sí, la edad marcó una diferencia: en personas mayores de 80 años, la precisión bajó ligeramente. Para este grupo, los investigadores proponen seguir utilizando el modelo de doble umbral, que permite mantener la fiabilidad al identificar mejor los casos dudosos.

Diagnóstico temprano, tratamientos más eficaces

El alzhéimer es la enfermedad neurodegenerativa más común y, solo en España, afecta a unas 800.000 personas. En todo el mundo, se estima que cada año se diagnostican unos 10 millones de nuevos casos. El mayor desafío sigue siendo detectarlo a tiempo, cuando las intervenciones médicas y sociales pueden marcar una diferencia.

Hasta hace poco, carecíamos de tratamientos efectivos. Pero en los últimos años han surgido los primeros fármacos capaces de ralentizar la progresión de la enfermedad en fases iniciales, aunque con una eficacia todavía modesta. Estos tratamientos, como el lecanemab, requieren una confirmación diagnóstica clara, basada en biomarcadores. De ahí la importancia de contar con herramientas accesibles y fiables que permitan identificar a los pacientes candidatos.

La neurodegeneración asociada al alzhéimer comienza décadas antes de los primeros síntomas clínicos
La neurodegeneración asociada al alzhéimer comienza décadas antes de los primeros síntomas clínicos. Foto: Istock/Christian Pérez

Este nuevo test encaja perfectamente en esa necesidad. Su sencillez, coste reducido y elevada precisión lo convierten en una pieza clave para democratizar el diagnóstico del alzhéimer, llevándolo desde las consultas especializadas a los centros de salud más cercanos a los ciudadanos.

Además del impacto clínico, los investigadores han analizado la dimensión económica del nuevo test. Los resultados son llamativos: al comparar su coste con el de las técnicas actuales (punción lumbar y PET), se estima un ahorro de hasta el 81% si se aplica el modelo de doble umbral y se evita la realización de pruebas invasivas en los casos claramente positivos o negativos.

Esto no solo implica un uso más racional de los recursos sanitarios, sino también una mayor equidad: más personas, en más lugares, podrán acceder a un diagnóstico preciso sin importar si viven en una gran ciudad o en un entorno rural.

¿El futuro del cribado masivo?

Aunque por ahora el test está indicado solo para personas con síntomas de deterioro cognitivo, su elevada sensibilidad plantea una cuestión inevitable: ¿podríamos usarlo algún día como método de cribado poblacional?

La respuesta, por ahora, es prudente. Detectar niveles elevados de p-tau217 en sangre no significa necesariamente que alguien vaya a desarrollar alzhéimer. Un tercio de los mayores de 65 años presenta acumulaciones de beta-amiloide en el cerebro sin llegar nunca a desarrollar demencia.

Pero en un futuro en el que los tratamientos sean más eficaces, y se puedan aplicar incluso antes de los primeros síntomas, tests como este podrían ser la puerta de entrada a programas de detección precoz y prevención personalizados.

Lo que ya está claro es que el alzhéimer empieza a dejar de ser invisible. Y la sangre podría ser la clave para verlo llegar antes de que sea demasiado tarde.

Referencias

  • Palmqvist, S., Warmenhoven, N., Anastasi, F. et al. Plasma phospho-tau217 for Alzheimer’s disease diagnosis in primary and secondary care using a fully automated platform. Nat Med (2025). DOI:10.1038/s41591-025-03622-w

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-04-09 11:56:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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