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Este es el error que arruina tu desayuno con zumo de naranja (y cómo evitarlo), según la ciencia

Este es el error que arruina tu desayuno con zumo de naranja (y cómo evitarlo), según la ciencia

No hay nada tan refrescante como un zumo de naranja recién exprimido. Pero, si te acabas de lavar los dientes, puede que, en vez de saborearlo con placer, te sepa a rayos.

Entonces, ¿por qué afecta la pasta de dientes a cómo nos saben el zumo de naranja y otras bebidas dulces? La clave está en los receptores de sabor que tenemos en las papilas gustativas. Guy Crosby, profesor de Nutrición en la Escuela Harvard T. H. Chan de Salud Pública de Harvard, culpa a un compuesto que tiene el dentífrico –el lauril sulfato de sodio (SLS)– de alterar temporalmente el modo en que procesamos ciertos sabores.

Este es el error que arruina tu desayuno con zumo de naranja (y cómo evitarlo), según la ciencia
Un desayuno arruinado por la química. Fuente: iStock (composición ERR).

Papilas gustativas: nuestras antenas del sabor

Si te tocas la lengua, notarás que está cubierta de elevaciones y pequeños surcos. Cada bultito está cubierto de papilas gustativas, que a su vez están formadas por receptores del sabor.

Nuestra boca tiene entre 2000 y 4000 papilas en total y cada una tiene entre diez y cincuenta receptores. En otras palabras, los humanos estamos bien equipados para degustar un amplio abanico de alimentos.

Existen, para empezar, cinco grandes grupos de sabores: dulce, salado, amargo, ácido y umami. El acto de saborearlos es un poco como un puzle químico.

El receptor gustativo

Cuando masticamos una comida, esta libera moléculas que tienen determinada forma y que flotan en nuestra boca. Cada sabor posee una forma concreta, que encaja con un tipo de receptor gustativo –como la pieza de un rompecabezas–.

Por ejemplo, cuando las moléculas ácidas de un limón llegan al receptor de acidez, este envía una serie de señales nerviosas al cerebro anunciándole que hemos probado algo ácido.

Resulta que un compuesto presente en la mayoría de las pastas de dientes interfiere con este baile entre moléculas sápidas y sus receptores correspondientes.

Este es el error que arruina tu desayuno con zumo de naranja (y cómo evitarlo), según la ciencia
Cada una de nuestras 2000 a 4000 papilas contiene entre 10 y 50 receptores capaces de identificar sabores básicos como dulce, ácido o salado. Fuente: iStock (composición).

Qué es el SLS y cómo sabotea tu paladar

Durante el cepillado de dientes, la pasta hace espuma y burbujas porque posee SLS. Este, que también está presente en otros productos de aseo o limpieza, como la espuma de afeitar y los productos de limpieza para lavavajillas, actúa como detergente.

En la boca, el SLS de la pasta de dientes tiene un efecto secundario: hace que los receptores gustativos sean más sensibles al sabor ácido y bloquea su capacidad de percibir el dulce.

Las naranjas son un poco agrias a causa del ácido cítrico que contienen, pero en condiciones normales este sabor se ve compensado por su gran cantidad de azúcar.

Según la Sociedad Química Estadounidense, por otra parte, el SLS también barre los fosfolípidos, compuestos que entorpecen la acción de los receptores del sabor ácido. Como consecuencia, después de un buen cepillado, nuestras papilas perciben mucho más la acidez del zumo que su dulzor.

Las primeras investigaciones sobre el tema se remontan a un estudio de 1980, publicado en la revista Chemical Senses.

Según este trabajo, el SLS reduce el dulzor de la sacarosa –azúcar–, el sabor salado del cloruro de sodio –sal– y el amargor de la quinina –el saborizante que se emplea en el refresco de tónica–, pero aumenta la acidez del cítrico –típica de frutas como limones, naranjas y pomelos–. No obstante, sus hallazgos no hacían especial mención al papel de la pasta de dientes.

“Por eso, creo que es mejor referirnos a lo que hemos contado como una teoría, que tiene mucho sentido y está basada en evidencias científicas”, comenta Crosby.

pasta de dientes
El SLS, presente en la pasta de dientes, hace que percibamos más acidez y menos dulzor en el zumo de naranja. Fuente: iStock (composición).

¿Te arruina el zumo? Esto puedes hacer para evitarlo

La buena noticia para los amantes del zumo de naranja es que los efectos secundarios se disipan en cuestión de minutos, según puntualiza el mencionado artículo.

Las papilas gustativas trastocadas pronto se recuperarán, en cuanto el SLS acabe de disolverse con la saliva o una vez que ingiramos otros alimentos. Enseguida podremos seguir saboreándolo todo con normalidad, incluido el zumo de naranja.

En conclusión, eso sí, la próxima vez que exprimas naranjas para desayunar, es mejor que te bebas el delicioso jugo antes de lavarte los dientes.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-06-23 11:30:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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