fotografían por primera vez a los massaco, la tribu amazónica no contactada que vive en completo aislamiento

Los seres humanos hemos demostrado una enorme capacidad de resiliencia y adaptación a lo largo de la historia. Y esa capacidad aún puede sorprendernos. La publicación de una serie de fotografías auspiciadas por la Fundación Nacional del Indio de Brasil revelan, por primera vez, el rostro de los massaco, una tribu no contactada que sobrevive en las selvas amazónicas.

Las tribus no contactadas, también conocidas como pueblos en aislamiento voluntario, son comunidades indígenas que han optado por mantenerse al margen de la sociedad dominante y por evitar cualquier interacción significativa con el mundo exterior. Este aislamiento puede ser fruto de una elección deliberada para preservar su cultura y autonomía, o una respuesta para evitar que se repitan experiencias históricas traumáticas con colonizadores y explotadores de recursos naturales.

La antropología y la etnografía reconocen la importancia de respetar este aislamiento para proteger la integridad cultural y la salud de estas comunidades. El contacto involuntario puede exponerlas a enfermedades para las cuales no tienen inmunidad, además de amenazar su modo de vida tradicional.

Además de los riesgos sanitarios, las tribus no contactadas también se enfrentan a peligros de naturaleza sociocultural. El contacto puede provocar la pérdida de sus lenguas, tradiciones y formas de organización, es decir, los elementos fundamentales sobre los que se construye la identidad comunitaria. La decisión de mantenerse aislados también puedeentenderse como una forma de resistencia frente a las agresiones, tanto históricas como contemporáneas, a las que enfrentan los pueblos indígenas en todo el mundo.

Brasil alberga una notable diversidad de tribus aisladas y no contactadas, en especial en la región amazónica. Según la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), existen al menos 28 grupos indígenas en aislamiento voluntario confirmados en el país. Estas comunidades viven en un estado de vulnerabilidad a causa de la deforestación, la minería ilegal y la expansión agrícola, que invaden sus territorios y ponen en riesgo su supervivencia.

A pesar de las dificultades, Brasil cuenta con una de las legislaciones más avanzadas del mundo en la protección de estos pueblos. Esta salvaguarda incluye la política de «no contacto» implementada por la propia FUNAI en 1987.

Esta política se basa en el respeto al derecho de las comunidades indígenas a decidir sobre su propio destino. Incluye la vigilancia de sus territorios para evitar incursiones, así como la implementación de medidas preventivas que garanticen su protección. No obstante, en los últimos años, los recortes presupuestarios y el debilitamiento institucional han puesto en peligro la efectividad de estas medidas.

¿Quiénes son los massaco?

Los massaco son una de las tribus no contactadas que habitan en la Amazonía brasileña. Han logrado mantener su aislamiento durante siglos. Su territorio se ubica en el estado de Rondônia, cerca de la frontera con Bolivia. Su nombre proviene del río Massaco, que atraviesa su territorio, aunque se desconoce cómo se autodenominan.

La información disponible sobre los massaco es limitada, pero algunas investigaciones recientes sugieren que su población ha crecido en las últimas décadas. Probablemente hayan pasado de unos 100 individuos en los años 90 a unos 200 o 300 en la actualidad. Este crecimiento podría interpretarse un indicador de la efectividad de las políticas de protección territorial.

Vida de los massaco: esto es lo que sabemos

Un pueblo de cazadores-recolectores

La antropología tan solo ha podido recopilar información sobre la vida de los massaco de manera limitada. Se sabe que son cazadores y recolectores expertos. Utilizan arcos de gran longitud, que pueden superar los tres metros, para la caza de animales como los tapires, los pecaríes y los monos. También recolectan frutas, nueces y otros recursos vegetales de la selva.

Los massaco construyen tapiris, refugios tradicionales hechos de palma, que sirven como vivienda temporal. Además, emplean trampas con púas de madera endurecida para proteger su territorio de intrusos, una muestra de su ingenio y del conocimiento profundo que tienen de su entorno. La presencia de juguetes rudimentarios y huellas de niños en sus campamentos sugiere una comunidad en crecimiento con una considerable presencia familiar.

Las investigaciones recientes también han destacado una notable capacidad de adaptación. Aunque evitan el contacto directo con el mundo exterior, se ha observado que utilizan herramientas metálicas, como machetes y hachas, probablemente recuperadas de interacciones indirectas con grupos vecinos o dejadas intencionalmente por la FUNAI. Esto indica que, a pesar de su aislamiento, los massaco no están completamente desvinculados de las transformaciones que ocurren en su entorno.

Las primeras fotografías de los massaco

Las primeras fotografías de los massaco fueron captadas, entre 2019 y 2024, por una serie de cámaras automáticas que la FUNAI instaló en el territorio de la población. Estas imágenes muestran a miembros de la tribu desplazándose por el territorio y utilizando herramientas metálicas.

Las cámaras se colocaron en puntos estratégicos, como senderos y campamentos temporales, con el objetivo de monitorear su presencia y documentar la situación se la tribu sin interferir en su autonomía.

Razones del aislamiento

La historia del contacto con el mundo exterior ha sido, en muchos casos, traumática para las comunidades indígenas. Las epidemias, la violencia y la expulsión del territorio son algunos de los factores que han llevado a grupos como los massaco a optar por el aislamiento voluntario como medio de supervivencia.

Además, el contexto histórico de la región de Rondônia refuerza esta decisión. Durante el auge del caucho en el siglo XX, muchas comunidades indígenas fueron esclavizadas o exterminadas por los caucheros. Este trauma colectivo ha dejado una huella profunda en los pueblos indígenas, que buscan evitar que se repitan esos episodios de violencia.

Peligros a los que se enfrentan los massaco

A pesar de su aislamiento, los massaco están amenazados por numerosos peligros. La deforestación y la expansión de actividades ilegales como la minería y la tala suponen una amenaza directa para su supervivencia. Estas actividades no solo destruyen su hábitat natural, sino que también aumentan el riesgo de encuentros no deseados con el mundo exterior.

Por otro lado, los recientes recortes presupuestarios y la reducción de personal en FUNAI han limitado la capacidad de monitorear y proteger sus territorios. Además, los discursos políticos que minimizan la importancia de los pueblos indígenas y promueven la explotación de recursos naturales en la Amazonía generan un clima de mayor vulnerabilidad para los massaco.

El cambio climático también representa un desafío creciente. Las alteraciones en los patrones de lluvia y la degradación de los ecosistemas podrían afectar su acceso a alimentos y otros recursos esenciales.

Referencias