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género y complots en la dinastía Julio-Claudia

género y complots en la dinastía Julio-Claudia

Los bustos que se han conservado de ella muestran un perfil fuerte y seguro. Se trata de Agripina la Menor (15-59 d.C.), una de las figuras más controvertidas y poderosas de la dinastía Julio-Claudia. Su vida y su legado se han interpretado desde perspectivas opuestas, y se la ha considerado tanto una madre devota como una astuta manipuladora.

La vida de Agripina estuvo marcada por una intensa ambición política, en un contexto donde las mujeres influyentes se veían con recelo. La Menor utilizó las alianzas matrimoniales y su propia posición familiar para asegurar el ascenso de su hijo Nerón al trono. Supo navegar con éxito las limitaciones impuestas a las mujeres y, por ello, dos mil años después de su muerte, su figura sigue fascinando.

Agripina la Menor, la orgullosa hija de Germánico

Julia Agripina fue una de las hijas de Germánico, un general muy respetado y querido por el pueblo romano. Esta dama de la elite supo construir su imagen pública sobre esta herencia y supo sacar partido de su ilustre familia. Ser percibida como descendiente de héroes de Roma le sirvió como credencial para reforzar su posición en la dinastía.

La representación de Agripina la Menor se moldeó sobre el ideal de la matrona romana, que se sustentaba sobre los valores tradicionales del honor y lealtad familiar. Sin embargo, al igual que su propia madre Agripina la Mayor, adoptó un enfoque ambicioso y pragmático en su papel político. Se diferenció de otras figuras femeninas influyentes de la dinastía Julio-Claudia, como Livia, que preferió ejercer su influencia de una forma más discreta y conservadora.

Agripina colocando los laureles a su hijo Nerón
Estatua de Nerón y Agripina. Fuente: Carlos Delgado/Wikimedia

La acumulación de  poder a través de sus tres matrimonios

Agripina se casó en tres ocasiones. Cada matrimonio le permitió avanzar en sus ambiciones políticas. Su primer esposo fue el cónsul Cneo Domicio Enobarbo, padre de Nerón, con quien consolidó su linaje dentro de la aristocracia romana. Su segundo matrimonio,  que contrajo con Cayo Salustio Crispo Pasieno, le otorgó una importante fortuna e independencia económica. Por último, en el que fue su movimiento más estratégico, se casó con su tío, el emperador Claudio.

El matrimonio con Claudio supuso una maniobra astuta para garantizar el ingreso de su hijo en la línea sucesoria en detrimento del hijo de Claudio, Británico. Así, Agripina consiguió manipular los resortes del poder para asegurar el ascenso de Nerón. Se ganó el favor del senado y maniobró las percepciones populares al proyectarse como una madre y esposa ejemplar. Además, fue la primera emperatriz en recibir el título de Augusta en vida de su esposo, un hecho sin precedentes que subraya su influencia sobre Claudio.

La Menor utilizó estas alianzas para posicionarse dentro del sistema de propaganda imperial. Los retratos de Agripina se adaptaron para crear la imagen pública de una Augusta virtuosa y digna. La percepción de su figura por la ciudadanía resultó, sin embargo, ambivalente y proclive a las críticas. La elección de emular las virtudes tradicionales romanas mientras expandía su poder con medios menos convencionales subraya el control que supo ejercer sobre su imagen.

Cuadro decimonónico que representa a Agripina en un naufragio
El naufragio de Agripina, un cuadro trágico pintado por Gustav Wertheimer. Fuente: Wikimedia

Del ascenso de Nerón a su trágica muerte

Agripina desempeñó un papel fundamental en el ascenso de Nerón al poder. Durante los primeros años del gobierno de Nerón, Agripina intentó gobernar de manera indirecta, actuando como una suerte de corregente. Sin embargo, a medida que Nerón alcanzaba la mayoría de edad, hizo lo posible por liberarse de la influencia de su madre. Como consecuencia, la relación entre ambos se deterioró. La lucha de poder entre madre e hijo culminó en el destierro y, finalmente, en el asesinato de Agripina por orden de Nerón en el 59 d.C.

La caída de Agripina ilustra el limitado margen de poder que podía tener una mujer en la corte imperial. Aunque su influencia fue considerable, las normas de género de la época veían con desconfianza a una mujer en posiciones de liderazgo político. Las narrativas de Tácito y Suetonio en torno a Agripina, por ejemplo, ponen énfasis en su ambición y en sus dotes de manipulación, y pueden considerarse un reflejo de la hostilidad romana hacia las mujeres de poder.

Cabeza de márnol del emperador Nerón
Detalle de un busto de Nerón en los Museos Capitolinos. Fuente: cjh1452000/Wikimedia

La imagen capciosa de Agripina en la historiografía romana

Agripina recurrió a la propaganda imperial para construir una imagen pública basada en el equilibrio entre la virtud tradicional y la autoridad política. Al igual que Livia, Agripina se representaba en las monedas y el arte imperial como una matrona ideal. Sin embargo, mientras Livia se limitaba a mostrarse como una figura discreta, Agripina asumió un papel más visible y audaz. El modo de actuar de la Menor resultó, pues, innovador, pero también controvertido.

En la historiografía romana, especialmente en los Anales de Tácito, Agripina se retrata como una mujer manipuladora y peligrosa. Según la historiografía romana, la Menor únicamente mostraba interés por asegurar su propia posición y la de su hijo, sin escrúpulos para usar métodos cuestionables.

Agripina la Menor dejó un legado de naturaleza compleja. Fue una pionera en la medida en que desafió las limitaciones impuestas a las mujeres en Roma, y usó su linaje y conexiones para influir en la política imperial de forma activa. Aunque su vida terminó en tragedia, su influencia en la dinastía Julio-Claudia es indiscutible. Agripina representa un caso excepcional en el que una mujer logró ser una fuerza determinante en la corte imperial romana. Su historia también refleja las tensiones y contradicciones inherentes al papel de las mujeres en el poder. Permite plantear preguntas sobre cómo la historiografía antigua castigó a figuras femeninas que transgredían los roles de género tradicionales.

Estatua en piedra negra que representa a Agripina, madre de Nerón
Detalle de una estatua de Agripina la Menor en el Museo Centrale Montemartini de Roma. Fuente: Carole Raddato/Wikimedia

Referencias

  • Barret, Anthony. 1996. Agrippina: Sex, Power, and Politics in the Early Empire.New Haven y Londres: Yale University Press.
  • Ginsburg, Judith. 2005. Representing Agrippina: Constructions of Female Power in the Early Roman Empire. Oxford y Nueva York: Oxford University Press.
  • Wood, Susan. 1988. “Memoriae Agrippinae: Agrippina the Elder in Julio-Claudian Art and Propaganda”. American Journal of Archeology, 92(3): 409-426.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-11-06 08:30:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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