En el remoto y ventoso paisaje del norte de Inglaterra, a escasos metros del mítico Muro de Adriano, un hallazgo arqueológico ha reescrito el relato cotidiano de una excavación rutinaria. En el yacimiento de Vindolanda, un antiguo fuerte romano cerca de Hexham, una pareja de voluntarios británicos ha encontrado una escultura en piedra de la diosa romana Victoria, una representación alada del triunfo en la guerra, que ha fascinado tanto a los arqueólogos profesionales como al público.
Lo extraordinario no es solo la antigüedad y calidad del relieve, sino quiénes lo encontraron: un matrimonio de jubilados, que llevan más de dos décadas colaborando como excavadores voluntarios en este enclave romano, y que ahora se han convertido en protagonistas inesperados de un capítulo memorable de la arqueología británica.
La diosa entre las ruinas
El Muro de Adriano, una de las construcciones más emblemáticas del Imperio Romano fuera de Italia, servía como frontera norte del mundo romano. Vindolanda, uno de los fuertes militares que lo flanqueaban, ha sido escenario de múltiples hallazgos desde su excavación en el siglo XX. Sin embargo, pocos tan simbólicos como este: una figura femenina alada, finamente esculpida, emergiendo del escombro de lo que fueron barracones de infantería.
La pieza mide apenas 47 centímetros de altura, pero su impacto es descomunal. La escultura de piedra representa a la diosa Victoria (Nike en el mundo griego), una figura esencial del panteón romano, asociada al éxito en el campo de batalla y a la idea del triunfo imperial. Aunque no se conserva en su totalidad, los arqueólogos creen que originalmente formaba parte de un relieve más amplio, tal vez una escena conmemorativa colocada sobre un arco o entrada monumental del fuerte.
El contexto del hallazgo aporta aún más significado, tal y como relata The Guardian. Las estructuras donde apareció datan aproximadamente del año 213 d.C., justo después de las campañas de la dinastía Severa en Britania. La colocación de la imagen de la diosa habría tenido un valor simbólico claro: transmitir la idea del orden restaurado, del poder romano afirmado frente a la resistencia local y del orgullo militar encarnado en los soldados que custodiaban la frontera del imperio.
Vindolanda: el pasado vivo
El yacimiento de Vindolanda no es un lugar arqueológico cualquiera. Desde 1970, se ha convertido en uno de los centros más activos de excavación en el Reino Unido, gestionado por una fundación que fomenta la participación ciudadana. Más de 500 voluntarios trabajan cada año, seleccionados entre miles de aspirantes que sueñan con vivir la experiencia de excavar en un enclave romano real.
Entre los hallazgos más famosos de Vindolanda figuran las llamadas «tablillas de Vindolanda», pequeñas hojas de madera manuscritas que ofrecen un retrato íntimo y fascinante de la vida cotidiana de los romanos en la frontera. Desde cartas entre oficiales hasta listas de suministros y comentarios personales, estos documentos han revolucionado el estudio del periodo romano en Britania.
El descubrimiento de la diosa Victoria se suma a esta lista como una muestra más del esplendor y complejidad cultural que caracterizó estos asentamientos, a menudo reducidos en el imaginario popular a fríos puestos militares. En realidad, como revela este tipo de iconografía, los fuertes romanos también eran centros de representación simbólica, donde el arte y la arquitectura se utilizaban para afirmar valores políticos y religiosos.
Más que un hallazgo estético
A primera vista, el relieve podría parecer un simple objeto decorativo. Sin embargo, su carga simbólica es poderosa. En el ejército romano, las imágenes de Victoria eran omnipresentes. Aparecían en monedas, estandartes, monumentos y templos. Encarnaban el éxito del imperio, pero también su legitimidad divina. Que aparezca una figura como esta en un contexto militar y tan alejado del centro del imperio indica hasta qué punto el mensaje imperial se extendía incluso a los confines más septentrionales.
Para los soldados que vivían en Vindolanda, contemplar cada día la imagen de una diosa alada habría sido un recordatorio permanente de su misión sagrada. No solo defendían una frontera; representaban el orden romano frente al caos bárbaro, el poder de Roma frente a la amenaza de los pueblos del norte. El arte, en ese sentido, era propaganda, pero también consuelo.
Y, en un giro casi poético, son ahora unos ciudadanos modernos los que han rescatado esta figura del olvido. El hallazgo de los voluntarios es también un recordatorio de que la Historia no pertenece únicamente a los libros ni a los académicos. Está viva, enterrada bajo nuestros pies, esperando ser desenterrada por manos curiosas y comprometidas.
El futuro del relieve
El relieve de la diosa Victoria será restaurado y pasará a formar parte de una exposición en el Museo de Vindolanda a partir de 2026, donde se mostrará junto a otros hallazgos recientes. Para muchos, esta figura tallada será mucho más que una pieza de museo. Representará la conexión entre pasado y presente, entre la Roma imperial y el Reino Unido contemporáneo, entre soldados romanos y voluntarios británicos, entre el arte antiguo y la emoción moderna del descubrimiento.
La arqueología, en definitiva, no es solo ciencia ni técnica. Es también pasión, intuición y, a veces, una pizca de suerte. Como la que tuvieron Dilys y Jim Quinlan, los excavadores aficionados que, en medio de una pila de escombros, se encontraron con la mirada eterna de una diosa.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2025-05-21 06:24:00
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