Hoy se celebra la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. Por esta razón este día no se celebran competiciones deportivas. Sin embargo, mañana comienza una de las disciplinas científicas donde la delegación española tiene más esperanzas gracias, sobre todo, a Carolina Marín: el bádminton.
Son muchas las disciplinas científicas que se esconden tras este maravilloso deporte. La aerodinámica del vuelo del volante, la química de los materiales de las raquetas, el big data con el que los jugadores preparan cada partido… pero en este artículo me gustaría centrarme en una rama de la ciencia poco conocida pero que tiene gran incidencia en el bádminton: la pliometría o “ciencia del salto”.
Ilustración artística de un jugador de badminton. Foto: Leonardo.ai / Christian Pérez
El término pliometría procede de la combinación de las palabras “plyo” y “metrics” y se refiere a la capacidad del cuerpo para combinar fuerza y velocidad en un ejercicio con el objetivo de generar potencia. Actualmente se considera pliometría cualquier ejercicio en el que haya un despegue y aterrizaje simultáneo de las extremidades contra la gravedad o una resistencia. ¿Y esto es importante en el desarrollo de un partido de bádminton? Muchísimo.
La capacidad de salto de los jugadores de bádminton es crucial para finalizar con éxito sus jugadas. Los remates son frecuentes y cuanto más alto golpeen el volante, mejores serán los resultados en algunas jugadas. Por ello, es esencial para un jugador de bádminton realizar adecuadamente la técnica de pliometría, es decir, saltar de manera correcta. Además, un salto óptimo no solo busca alcanzar la mayor altura posible, sino también prevenir lesiones. Muchos atletas que juegan al bádminton, como la gran Carolina Marín, han sufrido graves lesiones al “aterrizar” de forma incorrecta en el suelo tras un salto. Por estas razones la pliometría es una habilidad que se entrena cada vez más por los jugadores de bádminton, ya sea para mejorar su rendimiento deportivo como para alcanzar una correcta preparación física y prevenir de lesiones.
La capacidad de salto de los jugadores de bádminton es crucial para finalizar con éxito sus jugadas. Foto: Istock
Se ha comprobado científicamente que un entrenamiento pliométrico adecuado aumenta la fuerza y potencia del sistema muscular, tanto en términos mecánicos como neurofisiológicos. Además, mejora otros aspectos como la velocidad de reacción, la aceleración, la velocidad máxima al correr y el tiempo necesario para recorrer una distancia corta.
¿De qué depende nuestra habilidad para saltar de salto? De muchos factores. Uno de ellos es nuestro estilo de vida. Si realizamos actividad física de forma habitual, es probable que realicemos la mecánica del salto correctamente, necesitando solo ajustar detalles técnicos o de coordinación. Sin embargo, si nuestra vida es sedentaria, no contaremos con la condición física, la fluidez corporal ni la coordinación necesarias para saltar de manera adecuada. Otro factor que afecta significativamente nuestra habilidad para saltar es la flexibilidad. Cuanta mayor flexibilidad tengamos, mejor será nuestra capacidad para realizar ejercicios pliométricos de manera eficiente. Pero, sea cual sea nuestra capacidad de salto, esta puede mejorar si se hacen ejercicios pliométricos correctos.
¿Cómo puede aprender a saltar un jugador de bádminton?
Entrenando lo que se conoce como el ciclo estiramiento-acortamiento. Este se compone de tres fases:
- Fase de excéntrica/desaceleración: Tiene como propósito almacenar en el cuádriceps y en el glúteo toda la energía elástica posible y así saltar mejor. Este objetivo se alcanza gracias a un estiramiento rápido de la estructura muscular, lo que facilita la aparición del llamado reflejo miotático (es la contracción de un grupo muscular, y que viene determinada por un estímulo, que en este caso sería un estiramiento de determinadas fibras de ese grupo muscular). Cuando los jugadores de bádminton estiran sus músculos se genera en ellos una tensión parecida a la de un muelle y así logran prepararse mejor para el salto.
- Fase de amortización/transición: Esta fase transcurre desde que el músculo deja de estirarse hasta que comienza a contraerse de nuevo. Durante esta transición se produce un breve momento de contracción isométrica (sin movimiento) que debe ser breve para no disipar la energía elástica almacenada en la fase anterior. Para mejorar la eficiencia en el salto, se flexionan las rodillas aproximadamente 150 grados.
- Fase concéntrica: En esta fase se produce el salto gracias a la liberación de la energía elástica almacenada en las dos etapas previas: excéntrica/desaceleración y amortización/transición.
Los clubs profesionales de bádminton están incorporando a su staff técnico especialistas en pliometría. Estos se encargan de analizar la fuerza del salto del deportista, la aceleración del despegue o el tiempo que transcurren en el aire o la fuerza de impacto en el suelo al aterrizar. Posteriormente, los especialistas en pliometría corrigen aquellos defectos que hayan visto en el salto del bádmintonistas y los preparan para que lo mejoren, programando diferentes ejercicios dependiendo de la edad del atleta, su estado físico, el ritmo de competición, etc.
¿De qué forma un bádmintonista puede mejorar su capacidad de salto? Fortaleciendo el tren inferior (piernas y glúteos) para aumentar la aceleración en el despegue y también el tren superior (brazos y manos). Para mejorar su tren inferior, y con ayuda de sus preparadores, ensayan saltos con material (cajón pliométrico, vallas, combas, steps, trampolines), saltos horizontales (parado o en carrera) y saltos en el sitio (con brazos libres, brazos en la cintura, con cruce de piernas…). Para fortalecer el tren superior realizan ejercicios con material (recepción y lanzamiento de balones medicinales, fondos con balón medicinal y cambio de mano) y ejercicios sin material (fondos con palmada, contrapasos laterales con las manos en el suelo, fondos con cambio simultáneo de apoyo de manos en pared).
Los clubs profesionales de bádminton están incorporando a su staff técnico especialistas en pliometría. Foto: Istock
¿Sirve cualquier ejercicio pliométrico para mejorar la capacidad de salto de todos los bádmintonistas?
No. Es necesario que cada entrenamiento sea personalizado ya que su efectividad depende de múltiples factores como la edad del deportista (un adulto no tiene diferente las mismas estructuras osteo-articulares, musculares y nerviosas que un niño), la superficie de salto (si es muy blanda porque podría disipar las fuerzas en la fase isométrica del salto y si es muy rígida puede provocar) o el volumen de trabajo (entre dos y tres días para jugadores profesionales y entre uno y dos para jugadores amateurs).
Estimados lectores de Muy Interesante, espero que cuando vean un partido de bádminton de los JJOO de París 2024 recuerden que sin un correcto entrenamiento pliométrico jamás serían posibles esos saltos que les hacen despegar correctamente y aterrizar sin incidentes.
Este artículo pertenece a la serie «Ciencia de los Juegos Olímpicos» — «Ciencia olímpica», de José Manuel López Nicolás
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-07-26 08:30:00
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