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la conmovedora historia de dos gemelos de la Antigua Roma marcados por el plomo

la conmovedora historia de dos gemelos de la Antigua Roma marcados por el plomo

El hallazgo no es grandioso por la cantidad de oro ni por las dimensiones de una tumba monumental, sino por la delicadeza con la que dos pequeños cuerpos fueron dispuestos en la tierra hace casi dos milenios. Dos gemelos recién nacidos, un niño y una niña, fueron enterrados cara a cara en una sencilla fosa en lo que hoy es la ciudad croata de Trogir. El detalle con el que fueron colocados sugiere un gesto de afecto profundo: estaban orientados el uno hacia el otro, en un último “abrazo” que ha resistido el paso del tiempo.

Este caso, único en su tipo en la región, ha sido documentado en un estudio científico reciente que combina análisis genéticos, paleopatológicos e isotópicos para reconstruir las circunstancias que rodearon su breve existencia. La investigación, publicada en Journal of Archaeological Science: Reports, ofrece una mirada íntima y rigurosa a cómo vivían, morían y enterraban a los más pequeños en la Antigua Roma, en un contexto social que rara vez dejaba constancia escrita de estas historias.

Un enterramiento singular en la periferia de la antigua Tragurium

El hallazgo tuvo lugar en el llamado cementerio de Dragulin, en las afueras de Tragurium, una ciudad romana que formó parte de la provincia de Illyricum. El cementerio apareció durante unas obras en 2016, cuando se excavaron 42 tumbas, de las cuales aproximadamente un tercio correspondían a bebés o recién nacidos.

Entre esas sepulturas, la tumba G-14 destacó de inmediato. En ella se encontraron los restos de dos individuos muy pequeños, enterrados al mismo tiempo. La disposición de sus cuerpos, uno frente al otro, y la ausencia de otros objetos funerarios sugieren una ceremonia íntima. Según los investigadores, “fueron enterrados en un mismo evento, lo que sugiere que murieron al mismo tiempo, posiblemente como mortinatos”.

La datación sitúa el entierro entre finales del siglo I y el siglo II d.C., un periodo en el que Tragurium ya se había consolidado como una próspera ciudad portuaria bajo control romano. El análisis genético confirmó que los individuos eran gemelos fraternales: uno de sexo masculino y otro femenino.

Fuente: Journal of Archaeological Science: Reports

Los investigadores realizaron un análisis bioarqueológico detallado de los esqueletos. Ambos mostraban signos evidentes de enfermedades metabólicas crónicas, algo poco común en individuos tan jóvenes. Las alteraciones óseas identificadas —como porosidad ósea anómala, reacciones periósticas y deformaciones en las costillas— apuntan a deficiencias nutricionales graves.

Las patologías eran más evidentes en el gemelo mejor conservado (14–1), pero el patrón se repetía en ambos. Los huesos craneales, mandíbulas, costillas y escápulas mostraban signos de depósito óseo reactivo, una señal de estrés sistémico prolongado. Como los bebés no vivieron lo suficiente para desarrollar su propia dieta, todo indica que su salud reflejaba directamente el estado nutricional de su madre.

Este fenómeno, conocido como “diada materno-infantil”, sugiere que una malnutrición materna severa durante el embarazo y la lactancia pudo ser determinante en el desenlace. Los autores explican que “los fetos en desarrollo están expuestos a los mismos factores de estrés nutricional que sus madres”.

Fuente: Journal of Archaeological Science: Reports

El plomo en el Imperio Romano: un enemigo silencioso

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es la hipótesis de que estos gemelos pudieron haber muerto por exposición al plomo. Aunque los restos no fueron analizados directamente para medir la presencia de este metal, las lesiones óseas son compatibles con los efectos del envenenamiento por plomo, y los investigadores documentan múltiples casos similares en la región y época.

El plomo estaba presente en numerosos objetos cotidianos del mundo romano: tuberías de agua, recipientes de cocina e incluso como edulcorante en el vino. Como explican los autores, el plomo ingerido por las madres podía llegar a los fetos a través de la placenta o de la leche materna, afectando el desarrollo óseo y metabólico.

El plomo se acumula en los huesos, y su liberación durante el embarazo puede afectar al sistema vascular y al desarrollo de colágeno. Como se indica en el artículo, “la exposición materna al plomo y las cargas de plomo resultantes tendrían consecuencias importantes para los hijos pequeños”.

Un entierro que dice más de lo que aparenta

Los cementerios romanos suelen reflejar patrones sociales y religiosos, pero los enterramientos de bebés y recién nacidos son más irregulares. A menudo, ni siquiera se les daba sepultura formal. El hecho de que estos gemelos hayan sido enterrados con tanto cuidado y en un espacio común del cementerio indica que probablemente fueron queridos y llorados por su familia.

Aunque no se encontraron objetos junto a ellos, la disposición de los cuerpos —uno frente al otro, sobre sus costados, como si durmieran— sugiere intención y afecto. Esto contrasta con las fuentes literarias romanas, que a menudo minimizaban el dolor por la muerte infantil. Como explican los investigadores, “los textos reflejan actitudes oficiales hacia el luto, pero probablemente no las emociones reales de las familias”.

En el contexto arqueológico del sitio, esta tumba es la única doble sepultura de bebés identificada, lo que la convierte en una pieza valiosa para entender no solo el trato hacia los niños, sino también las condiciones de salud en la vida romana diaria.

Una historia pequeña que ilumina un pasado más amplio

La combinación de datos genéticos, análisis isotópicos y estudio paleopatológico permite dibujar un retrato más completo de estos pequeños individuos y del entorno en el que nacieron. La dieta materna, determinada por análisis de isótopos de carbono y nitrógeno en los huesos de los bebés, reveló un consumo alto de productos marinos y plantas del tipo C3, habituales en la región adriática romana.

Estos datos, junto con las lesiones óseas y el contexto arqueológico, permiten a los científicos interpretar el estado de salud no solo de los bebés, sino también de su madre y, en extensión, de su comunidad. En palabras del artículo, “la osteobiografía permite resaltar la vida y muerte de individuos que no formaron parte de la narrativa histórica oficial”.

La historia de estos gemelos no es extraordinaria por su rareza, sino por lo que representa: un espejo íntimo de cómo la salud, el entorno y las prácticas funerarias se entrelazan incluso en las vidas más breves. A través de sus huesos, estos bebés ofrecen un testimonio silencioso pero poderoso sobre la vida cotidiana en la Antigua Roma.

Referencias

  • Anna Osterholtz, Mario Novak, Mario Carić, Lujana Paraman. Death and burial of a set of fraternal twins from Tragurium: An osteobiographical approach. Journal of Archaeological Science: Reports, Vol. 62 (2025) 105071. https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2025.105071.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-05-27 17:23:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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