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La historia de la Guardia Suiza

La historia de la Guardia Suiza

¿Cuántos efectivos son necesarios para defender los intereses de una nación o un reino? La historia nos cuenta versiones muy diferentes. De la batalla de Gaugamela a la de Azincourt o a los enfrentamientos que se sucedieron durante la Segunda Guerra Mundial, los números cambian. Sin embargo, hay un ejército que lo tiene muy claro: el ejército más pequeño del mundo. Te contamos la historia de la Guardia Suiza.

El nacimiento de la Guardia Suiza

No sorprende que el ejército más pequeño del mundo se encargue de servir al país más pequeño del mundo: el Vaticano. La Guardia Suiza Pontificia está integrada por tan solo 135 soldados. Sin embargo, su tamaño reducido contrasta con una historia marcada por la lealtad y el heroísmo.

La fundación de la Guardia Suiza se remonta al 22 de enero de 1506, cuando un grupo de 150 soldados suizos liderados por Kaspar von Silenen llegó al Vaticano. El contingente se había enviado en respuesta a un tratado entre el papa Julio II y los cantones suizos de Lucerna y Zúrich. La Confederación Helvética, famosa en la época por la capacidad militar de sus mercenarios, proporcionó estos soldados con el propósito de proteger al papa y los Estados Pontificios en un periodo de constante inestabilidad política y militar en Europa.

El papa Julio II fue un ferviente defensor de las artes y la guerra, y entendía la importancia de contar con una fuerza militar leal. La decisión de emplear soldados suizos respondió a la reputación de estos como combatientes disciplinados, leales y altamente entrenados. La llegada de la Guardia Suiza al Vaticano significó el inicio de una relación que ha perdurado más de cinco siglos. De hecho, su fundación aún se conmemora cada 22 de enero como un día clave en la historia del Vaticano.

Papa Julio II
Papa Julio II, detalle de un retrato pintado por Raffaello Sanzio. Fuente: Wikimedia

El papel de la Guardia Suiza en la historia del papado

A lo largo de los siglos, la Guardia Suiza ha sido testigo y protagonista de numerosos eventos históricos que han moldeado la Iglesia Católica. Más allá de ser responsable de proteger al papa, la Guardia se ha convertido en un símbolo del tradicionalismo del Vaticano.

En los siglos XVI y XVII, los soldados suizos desempeñaron un rol activo en la defensa de los Estados Pontificios frente a las incursiones extranjeras. Aunque su tarea principal fue proteger directamente al papa, como una suerte de escolta personal, su presencia también actuó como elemento disuasorio frente a las amenazas externas.

Guardia Suiza
Guardia Suiza Pontificia en una representación de 1870. Fuente: Wikimedia

Los soldados que protegieron al papa durante el saqueo de Roma

Uno de los episodios históricos más significativos que protagonizó la Guardia Suiza tuvo lugar el 6 de mayo de 1527, durante el saco de Roma por las tropas del Sacro Imperio Romano Germánico. En un acto de valentía, 147 de los 189 guardias suizos sacrificaron sus vidas para proteger al papa Clemente VII, quien logró escapar hacia el Castel Sant’Angelo a través del Pasaje del Borgo.

Este evento no solo dejó huella en la memoria colectiva del Vaticano, sino que también consolidó la reputación de la Guardia como defensores inquebrantables del papa. Desde entonces, el 6 de mayo es el día en que los nuevos reclutas de la Guardia Suiza prestan juramento, a modo de homenaje a sus predecesores que entregaron sus vidas para proteger la del pontífice.

La Guardia Suiza Pontificia en la actualidad

¿Cuántos soldados integran el ejército más pequeño del mundo?

En la actualidad, la Guardia Suiza cuenta con 135 soldados activos. Este número incluye a los oficiales, suboficiales y guardias. Aunque pequeño en comparación con los ejércitos nacionales, el tamaño reducido de la Guardia está diseñado específicamente para cumplir con las exigencias del Vaticano, un territorio compacto y altamente vigilado. Además, su efectividad no se mide solo en términos numéricos, sino en la calidad de su formación, su profesionalismo y su dedicación.

Requisitos para entrar en la Guardia Suiza

Ser miembro de la Guardia Suiza es un privilegio reservado a ciudadanos suizos que cumplen con una serie de criterios estrictos. Los aspirantes deben ser varones, aunque en debates recientes se ha planteado la posibilidad de abrir la institución a mujeres. Deben tener entre 19 y 30 años y una altura mínima de 1,74 metros. Es obligatorio ser católico practicante y contar con una carta de recomendación del párroco de la propia localidad de origen. Además, también se exige haber completado la formación militar básica en Suiza y mantener una conducta intachable. Estos criterios no solo garantizan la idoneidad física de los candidatos, sino también su compromiso con los valores religiosos y morales que definen a la Guardia.

Soldado de la Guardia Suiza
Recreación fantasiosa de un soldado de la Guardia Suiza. Fuente: Microsoft Designer/Erica Couto

La misión de la Guardia Suiza en el presente

En la actualidad, la Guardia Suiza tiene una doble misión: garantizar la seguridad del papa y desempeñar un papel ceremonial en eventos oficiales. Sus responsabilidades operativas incluyen la vigilancia de los accesos al Vaticano, la protección del papa en sus desplazamientos y la supervisión de las audiencias y eventos masivos.

La Guardia también participa activamente en la organización de la seguridad durante las visitas de jefes de estado y otras personalidades importantes al Vaticano. Al mismo tiempo, su presencia en eventos litúrgicos y ceremonias oficiales refuerza su papel como símbolo visible de la tradición y continuidad de la Iglesia Católica a lo largo de los siglos.

Plaza San Pedro y Vía de la Conciliación, Vaticano
El Vaticano, el país más pequeño del mundo. Fuente: DAVID ILIFF/Wikimedia

El impacto cultural y simbólico de la Guardia Suiza

El distintivo uniforme de la Guardia Suiza, diseñado en colores rojo, amarillo y azul, es uno de los elementos más reconocidos de esta institución. Aunque a menudo se atribuye erróneamente su diseño a Miguel Ángel, el uniforme actual se adoptó en 1914 bajo el liderazgo del comandante Jules Repond, quien se inspiró en estilos renacentistas. Este vestuario, además de remitir a la conexión con el pasado, también refuerza la identidad única y reconocible de la Guardia dentro del territorio vaticano.

La Guardia Suiza Pontificia no es solo el ejército más pequeño del mundo. Representa siglos de tradición, sacrificio y compromiso con la misión de proteger al papa y al Vaticano. Desde su fundación en 1506 hasta su papel en la actualidad, la Guardia se ha adaptado a los requisitos modernos sin perder de vista los valores que la han definido.

Referencias

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-12-15 08:30:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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