En Science Fest Madrid 2024 hubo tiempo para reflexionar sobre las claves de una vida plena, de manos de la Dra. Fuentes. A continuación puedes disfrutar de la charla entera y leer su transcripción.
Transcripción editada de la charla de Paloma Fuentes
Se han comido las tres cosas más importantes que creo que me definen: soy médico, soy abuela y estoy enamorada de muchas cosas.
Vamos a hablar de claves para una vida plena. La verdad, estuve dudando si poner números en el cerebro, porque al final vamos a hablar de cerebro. Pero no se preocupen, esto no tiene nada que ver con la lotería de Navidad. No vamos a hablar de números de suerte, sino de salud.
La salud es el talento más importante que tenemos. Como cualquier talento, se puede desarrollar, se puede trabajar. Así que, para empezar, les pido que viajemos juntos al año 1975.
Un descubrimiento sobre la salud
En octubre de 1975, empecé la carrera de Medicina en la Facultad de Medicina de la Complutense. Era un hervidero de ilusión, con más mujeres que hombres, algo que ya era notable en aquella época. Los profesores nos animaban y nos daban la bienvenida, hasta que llegó el doctor Gómez Pellico, profesor de anatomía, y nos dijo algo que nos dejó helados: «La nuestra es la única profesión que siempre está llamada a fracasar, porque la salud es un estado transitorio que no conduce a nada bueno».
Esa frase nos dejó desanimados, pero con el tiempo entendí que tiene un fondo de verdad. La salud, como la felicidad, es un estado transitorio. Sin embargo, eso no significa que no podamos hacer mucho por cuidarla.
Trabajando como médico en una empresa, notaba algo curioso: aunque ofrecíamos gimnasios, programas de nutrición y apoyo psicológico, las personas seguían teniendo problemas como hipertensión, insomnio o dolores. Cuando descartaba causas orgánicas, siempre había un conflicto no resuelto detrás. Me pregunté entonces si la salud no era solo bienestar físico, mental y social, como dice la OMS, sino algo más.
En mis indagaciones descubrí el concepto de salutogénesis de Aaron Antonovsky. Este sociólogo estudió a mujeres que habían vivido en campos de concentración y comparó su salud con la de mujeres americanas. La conclusión fue sorprendente: un 29% de las mujeres que habían pasado por experiencias traumáticas tenían la misma salud que las que no. Entonces, Antonovsky hizo una pregunta clave: «¿Qué causa la salud?»
El binomio cerebro-mente y cómo cuidarlo
La respuesta que halló es que la salud es un estado continuo. Nos movemos entre los extremos de salud y enfermedad, dependiendo de cómo gestionamos los desafíos. El mayor activo de salud que tenemos es el binomio cerebro-mente. Sin embargo, dedicamos muy poco tiempo a cuidarlo de manera consciente.
Comemos bien, hacemos ejercicio y dormimos, pero ¿cuánto tiempo dedicamos intencionalmente a nuestra mente? Prácticamente nada. Por eso, quiero proponerles algunas medidas prácticas para empezar a cuidarla:
- Cinco respiraciones conscientes al día. La respiración es la única función fisiológica involuntaria que podemos controlar voluntariamente. Inspirar conscientemente nutre nuestra corteza prefrontal y el hipocampo, mejorando la atención, la memoria y la regulación emocional.
- Cuatro segundos para lo positivo. Dedica al menos cuatro segundos a cualquier cosa buena que te pase durante el día. Esto ayuda a grabarlo en la memoria a largo plazo y evitar que lo positivo se pierda entre lo negativo.
- Tres actividades intencionales al despertar. Define qué esperas de bueno para el día, agradece a dos o tres personas, y elige una palabra positiva que te acompañe durante la jornada.
- El número 2%. Solo el 2% de nuestro cerebro funciona activamente a la vez. Cuando estamos desbordados por una emoción negativa, podemos recordar este número, respirar y dejar espacio para gestionar mejor la situación.
- 0,47 segundos de pausa. Este es el tiempo que tenemos entre un estímulo y nuestra respuesta. Usar ese breve momento para elegir cómo responder puede cambiar nuestra manera de enfrentarnos a las situaciones.
- 100 segundos al día para nuestra mente. Invertir poco más de un minuto y medio en estas prácticas puede generar cambios monumentales en nuestro bienestar.
El momento más importante: el próximo minuto
Quiero dejarles con una última reflexión: el tiempo más importante de nuestra vida es el próximo minuto. Es el único momento en el que podemos actuar para cambiar algo, mejorar nuestra energía y aumentar nuestra felicidad. Así que, para cerrar, les propongo que en este próximo minuto abracen a la persona que tienen al lado. Generen dopamina, serotonina y oxitocina. ¡Eso es salud en estado puro!
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-12-16 06:00:00
En la sección: Muy Interesante