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Los perros también pueden cuidar de nuestra salud

Los perros también pueden cuidar de nuestra salud

La terapia y la intervención asistida con perros, en general, es un tipo de mediación en la que se introducen perros seleccionados y entrenados que ayudan a profesionales del campo de la salud, la educación y/o lo social al cumplimiento de unos objetivos previamente establecidos. Esta intervención se basa en el vínculo humano-animal que se genera a través de las interacciones dirigidas y planificadas entre las personas receptoras de la intervención y los animales participantes. Cuenta con un amplio recorrido, desde mediados del siglo XX, pero es ahora cuando se ha empezado a extender y a ser más frecuente, podemos verlo en muchos ámbitos del cuidado de la salud, la educación o la intervención social

La terapia asistida con perros se está implantando cada vez más en diferentes campos de
la terapia, la educación y la intervención social.
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¿Por qué un perro?

El perro es la especie animal que más éxito social ha tenido entre los seres humanos. Es evidente y podemos constatarlo echando un simple vistazo a un parque de cualquier ciudad al atardecer o dando un paseo a primera hora de la mañana. Aunque, los datos también lo demuestran. Según la Asociación Nacional de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), en España, en 2021, había censados 9,3 millones de perros. Si lo comparamos con el número de personas menores de quince años (6,6 millones) se evidencia la importancia que han tomado estos animales en la estructura social de las familias en nuestro país.

Es especialmente significativo el aumento que hubo en el número de perros en los hogares durante la pandemia, que pudo deberse a varios motivos. Todavía no hay estudios concluyentes al respecto, pero una de las hipótesis que se barajan es que las personas que viven en soledad, o aquellas que viven en pareja sin hijos a su cargo, cubren parte de sus necesidades emocionales y de relación social con el cuidado y la convivencia con un perro. No es que convivir con un perro sea algo fácil, en ocasiones presentan problemas de comportamiento o necesitan atención y cuidados diarios, sin olvidar el coste económico derivado de dicha convivencia. Entonces, ¿por qué el número de perros no deja de crecer en pueblos y ciudades? Tal y como se establece en las estadísticas objetivas publicadas hasta la fecha sobre el vínculo entre la persona y la mascota, las personas perciben mayores beneficios que costes en esta relación y, por lo tanto, aunque suponga una responsabilidad y preocupación, el perro le aporta al amo una mejora neta de su calidad de vida. 

Los beneficios de la convivencia y las interacciones entre humanos y perros están ampliamente documentados. Ya en los años ochenta del pasado siglo, la científica Erika Friedmann estudió la influencia de los perros en la salud cardiovascular de las personas. Se sucedieron investigaciones en las que se catalogó al perro como «fuente de salud», lema de los congresos organizados en España por la Fundación Affinity, desde el año 1991, que tuvieron como objetivo divulgar con profesionales de los ámbitos terapéuticos, educativo y de lo social, los avances en lo que por aquel momento se denominaba «terapia y educación asistida por animales de compañía». Hacía referencia a un tipo de intervención de carácter terapéutico y/o educativo en las que se incluía la participación de perros, fundamentalmente, que garantizasen el cumplimiento de los objetivos marcados en dichas mediaciones.

Así, la inclusión de perros en estos contextos terapéuticos y educativos ha sido ampliamente estudiada y se ha descubierto que el perro es un catalizador emocional que permite una mayor empatía y expresividad a ese nivel. Otros estudios apuntan a la función del perro como «lubricante social», como un elemento determinante a la hora de establecer una relación terapéutica entre un paciente y su terapeuta. Se consiguen avances más rápidos en diferentes tratamientos a nivel psicológico y físico. La introducción de perros en aulas tanto ordinarias como de educación especial puede ayudar a captar la atención de los estudiantes y motivarles en el proceso de aprendizaje.

Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, a la vista está que
también ayuda a cuidar de nuestra salud.
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El origen

Casi toda la documentación escrita referida al ámbito de la terapia asistida con perros sitúa al psicólogo estadounidense Boris Levinson como la primera persona que sistematizó la introducción de un perro en un contexto de la psicoterapia moderna en los años sesenta del pasado siglo. El doctor Levinson descubrió, casi por casualidad, que algunos de sus pacientes interactuaban con más frecuencia y sentían una atracción especial por Jingles, el famoso perro de Boris. Así que consideró introducir dentro de sus sesiones una interacción dirigida y planificada entre sus pacientes y el perro. Los resultados que obtuvo, además del relato de su experiencia, los plasmó en su libro Pet Oriented Child Pshycotherapy, publicado en 1969, el cual se convirtió en el manual de referencia para todas las experiencias que se desarrollarían después, fundamentalmente en el ámbito anglosajón.

No obstante, la mediación de perros en contextos terapéuticos, como elemento sanador en diferentes culturas, está documentado a lo largo de la historia del ser humano. El doctor James Serpell recopiló diferentes investigaciones que podrían considerarse precursoras de lo que hoy conocemos como intervenciones asistidas con animales. También se habla de la presencia de perros en templos de sanación tanto en la cultura del Antiguo Egipto, como en la Grecia Clásica. Los perros estuvieron presentes en el templo del dios Asclepio, donde se encargaban de lamer las heridas de los visitantes, pues se consideraba que podía tener un efecto sanador por su conexión con la divinidad. Son muchas las representaciones de dioses o semidioses en los que el perro y el gato son identificados con un rol divino o con cierta capacidad para sanar.

Ya en el siglo xXII, en Bélgica, se documentó el uso de animales con una finalidad terapéutica frente a diversos trastornos mentales. Posteriormente, en el siglo XVIII, en el hospital York Retreat a las afueras de Londres, los pacientes tenían contacto con diferentes animales que participaban en su proceso con la intención de paliar sus enfermedades. En el siglo XIX, se empiezan a desarrollar trabajos similares tanto en el Bethlem Hospital, en Inglaterra, como en el sanatorio de Bethel, en Alemania.

Aunque en ese tiempo sigue sin haber una descripción del proceso terapéutico como tal, sí que parece haber un interés creciente por el efecto que provoca en las personas la presencia de un animal. Florence Nightingale, en una de sus obras describe cómo un animal puede ser un excelente acompañante para los enfermos. Es en el siglo XX, cuando nace un interés científico por la intervención de animales dentro de la terapia. En los años cuarenta, el doctor James Bossard, en su obra Mental Hygiene, indicó que «los animales de compañía son una parte integral de la vida familiar y deben ser considerados como un factor básico de la higiene mental». Desde entonces, hubo un desarrollo progresivo de la introducción de animales de manera intencionada, sobre todo, e inicialmente, en el ámbito de la salud mental como hiciera la terapeuta ocupacional Nise da Silveira en Brasil, o como la del experimento en el Hospital de Ohio, en los años setenta. La creación de la Delta Society (actual Pet Partners), en 1977, supone un punto de inflexión y supuso la expansión de la intervención asistida con animales al ámbito anglosajón y a otras regiones del mundo. No será hasta la década de los noventa y principios del siglo XXI cuando se produzca un boom del ámbito a nivel americano, australiano y europeo. En 1990, se creó la International Association of Human-Animal Interaction Organizations (IAHAIO) a la que le sucedieron otras entidades similares.

La introducción de perros en aulas tanto ordinarias como de educación especial puede ayudar a
captar la atención de los estudiantes y motivarles en el proceso de aprendizaje.
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La intervención asistida con perros en la actualidad

A día de hoy, la intervención asistida con perros se está implantando cada vez más en diferentes campos de la terapia, la educación y la intervención social, si bien sigue siendo incipiente y poco conocida por el público en general. En el caso de España, podemos encontrar equipos de intervenciones asistidas con perros trabajando en centros hospitalarios como el 12 de Octubre y Gregorio Marañón, en Madrid, Virgen del Rocío y Reina Sofía, en Andalucía, o el Sant Joan de Dèu, en Barcelona. Su inclusión es frecuente en las residencias de mayores o personas con discapacidad y en los centros ocupacionales. También se ha empezado a desarrollar un trabajo dentro de las aulas, tanto de educación ordinaria, como en educación especial. 

Según el mapa de entidades elaborado por la dirección del Máster Universitario en Intervención Asistida con Animales de la Universidad de Jaén y la Universidad Internacional de Andalucía, actualmente en España existen unas doscientas entidades dedicadas de manera profesional al desarrollo de este tipo de intervenciones que pueden ser complementarias para el cuidado de la salud de las personas. Esta diversificación, tanto a nivel sectorial como territorial, se ha debido, por un lado, a la profesionalización del sector en el que las entidades suelen estar compuestas en un alto porcentaje por profesionales de diferentes ámbitos de la salud, la educación y lo social, según el profesor Rafael Martos, de la Universidad de Jaén. Y por otro, a un alto nivel de aceptación del perro en estos entornos. 

La percepción y actitudes de las personas hacia este tipo de intervenciones es habitualmente positiva, tal y como ha estudiado Javier López-Cepero, profesor e investigador de la Universidad de Sevilla y autor del libro Animales de compañía y salud, publicado en 2019. Asimismo, hay un mayor interés por este ámbito desde un punto de vista investigador y académico. Prueba de ello es la creación de la Cátedra Institucional Animales y Sociedad en la madrileña Universidad Rey Juan Carlos, además del aumento exponencial de trabajos de fin de grado, trabajos de fin de máster y tesis doctorales, aún siendo escasas. En España, existen diferentes formaciones a nivel universitario, contando con un título de postgrado oficial en la Universidad de Jaén e Internacional de Andalucía, así como varios títulos propios en diferentes universidades públicas como la Universidad de Murcia, la Universidad de Valencia, la Universidad Autónoma de Madrid, etcétera.

En definitiva, el sector de las intervenciones asistidas con animales está en auge. Los perros están presentes cada día más en diferentes áreas de los hospitales, en centros educativos, trabajando con personas con discapacidad, también en el ámbito de la exclusión social y la igualdad. Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del ser humano, a la vista está que este amigo también ayuda a cuidar de nuestra salud.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-06-13 07:27:24
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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