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¿Podemos leer la mente mediante la inteligencia artificial?

¿Podemos leer la mente mediante la inteligencia artificial?

Desde los albores de la humanidad, leer lo que pasa por la mente de una persona ha sido un anhelo tan antiguo como misterioso. Durante siglos, esta idea perteneció dentro del terreno de la mitología y la ciencia ficción. ¿Quién no ha soñado alguna vez con transmitir una idea sin necesidad de palabras, o saber exactamente qué están pensando los demás?, Lo que parecía misticismo, hoy empieza a cobrar forma de la mano de los avances científicos y tecnológicos, gracias a la neurociencia y la inteligencia artificial.

Bienvenidos al fascinante mundo de las interfaces cerebro-máquina, o BCI por sus siglas en inglés (Brain-Computer Interfaces), una tecnología que promete traducir la actividad de nuestro cerebro en órdenes para las máquinas, un puente invisible entre la mente y la materia.

¿Qué son las interfaces cerebro-máquina?

Las BCI son sistemas tecnológicos que permiten a un cerebro humano comunicarse directamente con un dispositivo externo, sin necesidad de utilizar los músculos. Para ello, se basan en distintas etapas, como la captación de la actividad cerebral, el análisis de dicha actividad, detección de patrones cerebrales y normalmente la clasificación mediante inteligencia artificial de dichos patrones.

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La inteligencia artificial permite interpretar patrones cerebrales complejos, desde imágenes visualizadas hasta frases no pronunciadas. Ilustración artística: DALL-E / FRLC

Existen distintas tecnologías para registrar la actividad cerebral, algunas son invasivas, es decir, se debe practicar algún tipo de cirugía para implantar un conjunto de electrodos sobre el córtex cerebral, y otras son no invasivas, donde no es necesaria ninguna intervención quirúrgica, en este último grupo se encuentra el electroencefalograma, pieza principal en la construcción de sistemas BCI.

La electronecegalografía (EEG) mide la actividad eléctrica en la superficie del cráneo mediante un conjunto de electrodos cuidadosamente posicionados.

Cuando registramos la actividad eléctrica cerebral, podemos detectar distintas frecuencias de funcionamiento, que dependiendo en qué zonas del córtex cerebral se producen, nos están indicando una actividad cognitiva concreta. Por ejemplo, en la zona central del cráneo, si colocamos unos electrodos, podemos detectar variaciones en las ondas alpha (8-12 Hz) que nos estarían indicando imaginación motora, es decir, que la persona está imaginando mover ciertas extremidades de su cuerpo.

El papel decisivo de la inteligencia artificial

Una vez tenemos el registro de las señales cerebrales y las hemos procesado, necesitamos que entre en juego la inteligencia artificial, ya que es de gran ayuda para los investigadores, al poder entrenar algoritmos de aprendizaje automático y redes neuronales profundas capaces de reconocer patrones ocultos en dichas señales.

Estos sistemas no solo detectan cuándo una persona intenta mover un brazo, sino que avanzan hacia objetivos más ambiciosos como descifrar palabras que no se han pronunciado, reconstruir imágenes que la persona está visualizando mentalmente o incluso interpretar intenciones antes de que se traduzcan en acciones físicas.

Mentes
El registro de señales mediante EEG y su análisis por algoritmos de IA hacen posible el puente entre el pensamiento y la acción sin intervención muscular. Ilustración artística: DALL-E / ERR.

Un ejemplo asombroso es el de investigadores que han logrado, utilizando modelos de inteligencia artificial, traducir la actividad cerebral en frases completas con una precisión notable. O los experimentos en los que, a partir de datos cerebrales, se han reconstruido imágenes visualizadas por los sujetos con un nivel de detalle que hace apenas una década habría parecido ciencia ficción.

Además, la IA permite personalizar el descifrado: cada cerebro es distinto, como una huella dactilar. El entrenamiento específico de los algoritmos para cada individuo mejora enormemente la precisión, haciendo que las interfaces cerebro-máquina sean cada vez más eficaces.

Aplicaciones presentes y futuras

Las posibilidades de esta tecnología son casi infinitas. En el presente, las BCI ya permiten a personas con discapacidades motoras controlar prótesis robóticas, operar ordenadores o incluso moverse en sillas de ruedas mediante el pensamiento. Empresas como Neuralink, fundada por Elon Musk, buscan ir más allá. Su objetivo es integrar dispositivos sobre el córtex cerebral que permitan una interacción fluida y bidireccional entre el cerebro y las máquinas.

Otros proyectos, más modestos, pero no por ello menos interesantes, están explorando cómo las BCI pueden mejorar la vida coditidana, desde el uso de videojuegos controlados con la mente, hasta métodos de rehabilitación cognitiva para pacientes que han sufrido un ictus.

A largo plazo, los investigadores sueñan con escenarios más audaces: comunicación directa entre cerebros —lo que algunos llaman telepatía tecnológica—, mejorar de las capacidades cognitivas humanas mediante conexiones neuronales artificiales o, incluso, la posibilidad de preservar pensamientos y recuerdos en soportes digitales.

¿Podemos leer la mente mediante la Inteligencia artificial?
De la intención al impulso digital: así se construyen las nuevas rutas de comunicación entre humanos y máquinas. Ilustración artística: DALL-E / FRLC.

¿Una nueva forma de comunicación?

Aunque todavía estamos lejos de lograr una “lectura total” de la mente como la imaginada en películas de ciencia ficción, los avances actuales marcan el inicio de una nueva forma de comunicación. Imaginemos un mundo en el que las personas puedan enviarse pensamientos complejos sin pronunciar una sola palabra. Un mundo donde las limitaciones del lenguaje verbal queden superadas por una transmisión directa de conceptos e ideas.

Esto no solo revolucionaría la forma en que nos comunicamos, sino que también tendría implicaciones profundas en áreas como la educación, el entretenimiento o las relaciones humanas. ¿Podría una conexión tan íntima entre cerebros fortalecer la empatía? ¿O, por el contrario, exponernos a nuevas formas de manipulación mental?

La lectura de la mente mediante la inteligencia artificial está dejando de ser un sueño lejano para convertirse en un reto actual, no sabemos con precisión hacia donde puede llevarnos dicha tecnología, pero una cosa es segura, el antiguo sueño de leer la mente nunca ha estado tan cerca de hacerse realidad. Y, como suele ocurrir con los grandes avances, será la humanidad quien decida si los utilizamos para liberarnos o para encerrarnos en nuestras propias mentes.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2025-06-10 03:24:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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