una nueva investigación científica afirma que también se habría enterrado a obreros en estos mausoleos

Su característico perfil que se alza en las arenas del desierto se ha convertido en sinónimo del antiguo Egipto. Construidas para albergar los restos mortales de los faraones en la esperanza de darles vida eterna, la monumentalidad de las pirámides sigue proporcionando nuevos datos sobre el pasado de las culturas nilóticas. Ahora, un novedoso análisis de los materiales arqueológicos y los restos óseos del yacimiento de Tombos reescribe lo que parecía un hecho histórico inapelable: las pirámides habrían servido de sepultura no solo para las elites faraónicas, sino también para algunos miembros de las clases más modestas de la sociedad.

Una investigación sobre la relación entre actividad física, desgaste y clase social

La clave está en la entesis

Un artículo científico publicado recientemente en la revista Journal of Anthropological Archaeology nos lleva a explorar la vida cotidiana en Tombos, una ciudad colonial egipcia en Nubia, durante el Nuevo Reino. Esta investigación, liderada por Sarah Schrader de la Universidad de Leiden, se ha centrado en el análisis de los cambios de la entesis. Dicho de otro modo, el equipo ha estudiado las modificaciones en los puntos de unión de músculos y ligamentos a los huesos (es decir, la entesis), como indicadores de la actividad física en la población de Tombos.

El desgaste de la entesis como indicador

Los cambios osteológicos han permitido a los investigadores inferir el nivel de esfuerzo físico al que estuvieron expuestas las personas durante su vida. Esto, a su vez, ha contribuido a revelar aspectos sobre la ocupación y el posible estatus social de los individuos en cuestión.

La investigación ha aplicado un enfoque bioarqueológico para analizar los cambios entesiales en los restos esqueléticos encontrados en Tombos. Los cambios entesiales fibrocartilaginosos son particularmente útiles para evaluar los niveles de actividad física, ya que son menos propensos a reflejar lesiones agudas y más a largo plazo. El estudio compara diferentes áreas del cementerio, incluyendo tumbas de estilo egipcio y nubio, para entender mejor la variabilidad en la actividad física y el estatus social.

Una sociedad más compleja en Tombos

Los investigadores fijaron tres objetivos principales de la investigación. En primer lugar, se buscó evaluar la variabilidad en la actividad física entre diferentes grupos sociales y étnicos en Tombos. En segundo lugar, se intentó determinar si los migrantes mantenían niveles de actividad diferentes a los de la población local. Por último, se exploró cómo las prácticas funerarias en Tombos reflejan la identidad y el estatus social.

En su conjunto, el estudio sugiere que la población de Tombos no estaba compuesta solo por individuos con ocupaciones poco exigentes físicamente, como se pensaba con anterioridad. La inclusión de nuevos restos esqueléticos, así como los análisis biomoleculares, han ampliado nuestra comprensión de la estructura social y ocupacional de la comunidad.

El yacimiento de Tombos

Tombos se encuentra en la Tercera Catarata del Nilo, en lo que fue territorio nubio. La fundaron los egipcios durante el Nuevo Reino (c. 1400–650 BCE) como parte de su estrategia colonial para controlar Nubia. Diseñada para fomentar la coexistencia entre egipcios y nubios, la ciudad se convirtió en un espacio multicultural único.

La relevancia de Tombos radica en su capacidad para ofrecer un caso de estudio sobre cómo las culturas egipcia y nubia interactuaron y se influenciaron mutuamente. Así, la presencia de tumbas de diferentes estilos y la diversidad en las prácticas funerarias han permitido a los investigadores explorar la complejidad social y étnica de la comunidad.

Las tumbas de Tombos y su relación con la estructura y organización social

El cementerio de Tombos se divide en tres áreas principales: Norte, Oeste y Este. La zona norte contiene tumbas de cámara subterráneas, que se cree que fueron utilizadas por la clase media, los funcionarios y los escribas. La zona oeste destaca por sus pirámides y tumbas de estilo egipcio, asociadas con la élite. La zona este alberga tumbas de estilo nubio, que reflejan una identidad local post-colonial.

Las prácticas funerarias, los tipos de sepultura y los ajuares funerarios ofrecen pistas sobre el estatus social y la identidad étnica de los difuntos. Aquellas tumbas en las que los cuerpos aparecen flexionados, comunes en Nubia, sugiere una identidad kushita, lo que podría tener implicaciones para el estatus social.

Evidencias de trabajadores enterrados en pirámides proporcionadas por la investigación

Una de las conclusiones más llamativas de este estudio sugiere que las pirámides, tradicionalmente asociadas con la élite, también podrían haber albergado los restos mortales de trabajadores de bajo estatus. Esto se infiere a partir de los ya mencionados cambios en la entesis de algunos individuos inhumados en las estructuras piramidales. Los investigadores han identificado niveles moderados de actividad física en algunos de los individuos enterrados en las construcciones más lujosas. Esta evidencia, por tanto, desafía la idea de que solo los altos funcionarios y nobles se enterraban en las pirámides.

Además, la investigación encontró que los niveles de actividad física no variaban significativamente entre individuos locales e individuos de otras procedencias geográficas. Este dato sugiere que el estatus migratorio no fue un factor determinante en la asignación de tareas o en el acceso a ciertos tipos de enterramientos.

Una investigación que rompe esquemas

Esta nueva investigación reevalúa la estructura social de Tombos y ofrece una visión más matizada de cómo se organizaba la sociedad en este espacio colonial. Desafía las suposiciones tradicionales sobre el uso de pirámides al sugiriendo que no solo la élite era enterrada en estas estructuras, sino que también podrían haber albergado a trabajadores de bajo estatus.