Trinidad Steinert, la fiscal que pone contra las cuerdas al Tren de Aragua en Chile – AlbertoNews

La Fiscalía de Tarapacá, a cargo de María Trinidad Steinert Herrera (Santiago, 54 años), fue clave en conseguir la reciente condena de 12 integrantes del Tren de Aragua en Chile –agrupación criminal trasnacional de origen venezolano– por 39 delitos como homicidio, tráfico ilegal de migrantes, narcotráfico, secuestro, trata de personas con fines de explotación sexual y amenazas. Fue un golpe al corazón de uno de los principales enclaves de la banda en el país, la ciudad de Colchane –fronteriza con Bolivia–, debido a que se sentenció al principal líder de la organización en el país sudamericano, Carlos González Vaca, alias Estrella, y a su lugarteniente Harol Rangel Villa, conocido como Harol Petare o Vejete.

El País
Para esto fue necesario un proceso de maduración dentro de las instituciones chilenas. “El Tren de Aragua ha cambiado nuestra forma de investigar delitos en Chile. Antes lo hacíamos de forma aislada, pero debimos darle un giro a nuestra metodología de estudio: ver cómo se desarrollaban los distintos actores dentro de la organización criminal, analizar el fenómeno, integrar a nuevos profesionales y hasta valernos de nuevas tecnologías”, dice Stainert en una conversación telefónica.

El resultado es que, por primera vez, se reconoce en una sentencia la existencia de la organización criminal de origen venezolano en el país. El fiscal general Ángel Valencia lo consideró un fallo histórico. “Hemos logrado que se condene a miembros clave del Tren de Aragua responsables de delitos gravísimos”, reseñó Cooperativa.

El cabecilla de esta célula, Carlos González Vaca, reportaba directamente al líder y uno de los fundadores del Tren de Aragua, Héctor Rustheford Guerrero –hoy prófugo de la justicia– y apodado El Niño Guerrero. Es decir, formaba parte de la cúpula de la estructura criminal.

Las investigaciones de la Fiscalía de Tarapacá fueron claves para detectar la presencial de la pandilla en Chile. Durante el extenso juicio a 12 de sus miembros se presentaron unos 200 testigos, 38 peritos y más de mil pruebas documentales y evidencias materiales que dieron cuenta de los delitos cometidos. Ahora, los condenados por el tribunal de Iquique tendrán su lectura de sentencia el 14 de julio.

La megabanda se ha expandido en casi toda Latinoamérica y en algunas ciudades de Estados Unidos en 10 años. Fue designada por la Administración de Donald Trump una organización terrorista por representar una amenaza a “la seguridad de los EE. UU. y a la estabilidad del orden internacional en el hemisferio occidental”. En Chile tienen presencia desde 2021 y ya algunos miembros de pandillas ligadas al Tren de Aragua habían sido sentenciados.

En junio de 2024 ya se había realizado la primera condena a cuatro delincuentes de un grupo criminal vinculado al Tren de Aragua en la región de Los Lagos, en el sur de Chile, por explotación sexual, lavado de activos y asociación criminal. También, en marzo, el Tribunal Oral en lo Penal de Arica sentenció a 34 miembros de Los Gallegos, una escisión de la estructura delictual nacida en la cárcel de Tocorón, a unos 140 kilómetros de Caracas.

“No estábamos acostumbrados”

Steinert, que lleva dos décadas siguiendo la pista a todo tipo de delincuentes, asegura que lo más impactante de los miembros del Tren de Aragua es la “brutalidad” con la que ejecutan sus operaciones: “No estábamos acostumbrados a un fenómeno delictivo tan cruel o sanguinario”.

En marzo de 2021, Juan José Trejo, alias Águila y actualmente condenado por tráfico ilícito de migrantes y otros delitos, ordenó a un grupo de migrantes que ingresarían clandestinamente desde Bolivia a Chile asfixiar a sus bebés para que “estos se desmayaran y así mantenerse en silencio” con la intención de no ser descubiertos por la policía en la frontera, según el expediente judicial al que accedió EL PAÍS.

Steinert no había visto un caso similar durante su larga trayectoria en el Ministerio Público, la cual partió como fiscal adjunta de la zona sur de la Región Metropolitana en 2005 y dio un salto al ser designada fiscal adjunta jefe de Arica y Parinacota, una región del norte, en 2021. Se especializó en investigar los casos de delitos violentos y robos, pero también estudió el avance de la trata de personas en el país. “El Tren de Aragua hace distintas promesas a mujeres, diciéndole que realizarán un trabajo dentro de la regularidad en nuestro país. Pero las víctimas se enfrentan posteriormente con que deben ejercer la prostitución. Se les cobra por haber llegado a nuestro país y por casi todo. Es un círculo del que no logran salir, excepto si hay una intervención del Estado”, explica.

Las afectadas son venezolanas, traídas por tierra desde su país hasta Chile. El sicario Hernán Landaeta, llamado Satanás y hoy condenado, era uno de los encargados de cobrar a cada una de las víctimas el monto de 3.600.000 pesos (3.850 dólares) a la célula criminal, adquiriendo de esta manera la calidad de “multadas” por la deuda que asumieron al aceptar que les pagaran el viaje. El dinero lo debían pagar con las ganancias obtenidas de la prostitución, para lo cual habían sido captadas, según investigaciones del Ministerio Público.

El predecesor de Steinert en la Fiscalía de Tarapacá, Raúl Arancibia, dijo en una entrevista a este medio en 2023 que la organización criminal funciona como “una empresa, casi transnacional, que opera con negocios ilícitos como la trata de personas, el tráfico de migrantes y de drogas y la extorsión. Y solamente utiliza la violencia, que nos puede parecer en muchos casos extrema, para amedrentar a sus enemigos o víctimas, para demostrar su fuerza o para hacer cumplir formas de trabajo que ellos quieren imponer”.

Lo complejo de investigar al Tren de Aragua

Steinert pasó a ser la primera mujer en dirigir la Fiscalía de Tarapacá en febrero de 2024, un logro de lo que se siente orgullosa porque “representa el esfuerzo de muchas otras funcionarias que tratan de abrirse camino dentro de esta institución”. También es académica.

Cuando comenzó a investigar al Tren de Aragua se encontró con que los integrantes de la banda transfronteriza se perciben como una familia: “Dicen ser un ‘solo carro [organización criminal en jerga carcelaria de Venezuela], una sola voz, una familia’. Pero si alguien cae en manos de justicia, los que se denominan los ‘cachorros’ [jóvenes reclutados] suben dentro de la estructura. Por eso es difícil combatirlos, porque tienen la capacidad de reestructurarse rápido”.

Pero dice que están afinando sus investigaciones para continuar combatiéndoles. “Se nos viene un desafío importante en el Ministerio Público: ver dónde están las platas, porque ellos se lucran de sus delitos. Estamos en camino de hacerlo, pero es una investigación reservada”.

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