Manic Street Preachers: las fotos inéditas que muestran a la banda poco antes de la misteriosa desaparición de su estrella hace 30 años

«Obviamente, Nicky y Richey eran muy extravagantes, con estampados de leopardo y maquillaje, así que fue un sueño para mí fotografiarlo».

Las 200 fotografías que aparecen en el nuevo libro de Valerie, “Little Baby Nothings”, se creían perdidas hasta que recientemente descubrió los negativos en su archivo.

Las fotografías marcaron el comienzo de un viaje de casi dos años junto a la banda en sus años de formación. Valerie los seguía de concierto en concierto y hasta el estudio de grabación mientras hacían su primer álbum.

“Realmente creyeron en su banda. Realmente se lo tomaron en serio”.

Edwards, de Blackwood, Gales, desapareció el 1 de febrero de 1995.

Su automóvil fue encontrado abandonado cerca del antiguo puente Severn (que conecta Inglaterra con Gales) pero nunca se encontró rastro de él y fue declarado legalmente muerto en 2008.

Valerie dice que era una persona particularmente creativa, que había decorado las paredes de su dormitorio temporal en un estudio en el medio de la nada con un montaje fotográfico detallado.

«Richey decidió personalizar su dormitorio temporal de pared a pared y de piso a techo, y pensé: ‘Vaya, eso es genial, y gracias por darme el mejor fondo fotográfico’. Fue simplemente brillante”.

Trabajando junto a los Manics durante veinte meses en total, Valerie siguió a la banda a través de sus primeros y tentativos pasos en la industria de la música.

Y, al parecer, recibió una cálida bienvenida galesa.

«Me recibieron en la casa de la familia James», dice. “En ese momento compartía habitación con su primo, Sean; dormían en literas”.

“Todos fueron muy cálidos. No creo haber estado nunca antes en una casa en Gales, en la casa de alguien, así que fue realmente fascinante”.

«Era diferente a todo lo que había visto antes: era muy acogedor y realmente eran solo un grupo de amigos pasando el rato, así eran en gran medida».

Valerie rápidamente se hizo fan de la banda: había escuchado por primera vez el sencillo “Motown Junk” antes de partir hacia Gales.

«Ese disco me había encantado y estaba muy emocionada de hacer fotografías con ellos», cuenta.

«Pensé que eran absolutamente brillantes, así que no me sorprendió que se hicieran grandes».

Algunas de las fotos de Valerie aparecieron más tarde en la portada del exitoso sencillo de la banda, “Motorcycle Emptiness”.

“Tenían ingenuidad e inocencia, pero también eran superinteligentes y muy cultos; tenían muchas referencias intelectuales a libros y arte, y Richey era igual”.

«Era simplemente amoroso, encantador y genial, y muy divertido de fotografiar».

En un prólogo al comienzo del libro, su compañero de banda Nicky Wire escribió: “Pensábamos que estas fotos se habían perdido, pero se encontraron”.

«Estoy muy agradecido a Valerie por esos intensos veinte meses en los que vio toda la energía y la gloria de Manic Street Preachers y, lo que es más importante, capturó nuestro pedacito de historia que se ve aquí en estas vívidas y hermosas fotografías”.

«Durante este tiempo, ella documentó cada elemento de nuestro ascenso desde una casa en Gales hasta nuestro primer éxito entre los diez primeros», añadió.

«Estas fotografías son reveladoras y muy evocadoras: puedo oler la laca para el cabello, puedo saborear el alcohol».

El líder de la banda, James Dean Bradfield, comentó que ver las fotos por primera vez le trajo buenos recuerdos.

«Miras los álbumes y te estremeces ante algunos de los cortes de pelo», dijo en un programa de radio de la BBC.

«Pero no nos horrorizamos ante muchos de los cortes de pelo, estamos muy orgullosos de esos cortes de pelo».

Valerie recuerda con cariño el tiempo que pasó con los Manic Street Preachers.

“Cada vez que nos reuníamos y tomábamos fotografías, la pasaba realmente genial”, cuenta.

Valerie tuvo una larga carrera fotografiando a personas como Amy Winehouse y Sienna Miller.

Pero ella cree que fue el tiempo que pasó con los Manics lo que le dio forma a su estilo característico.

“Verlos en vivo en todos estos pequeños clubes sudorosos y diminutos, la energía simplemente rebotaba en las paredes. Fue increíble. Recordar todo eso y mirar estas fotos casi de cuando eran bebés fue bastante conmovedor”.

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