El vínculo entre producción agrícola y sostenibilidad ambiental sigue siendo una tensión central en las políticas públicas de los países desarrollados. Así lo demuestra el reciente informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
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Los hallazgos revelan que, pese a avances en productividad y cierta mejora en eficiencia, el progreso hacia una agricultura sostenible se ha ralentizado en la última década, y persisten desafíos estructurales como el exceso de nutrientes, el aumento de emisiones y la pérdida de biodiversidad.
Uno de los principales puntos del estudio es que la producción agrícola total en los países de la Ocde creció un 40% en el periodo de 1990 y 2021. Este crecimiento se logró con una reducción del 10% en el área total utilizada para la agricultura, lo que sugiere mejoras en la eficiencia productiva y la adopción de tecnologías más avanzadas.
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Sin embargo, este aumento de la productividad no se ha traducido en mejoras ambientales proporcionales. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector crecieron un 4% en el mismo periodo, lo que a primera vista podría parecer moderado, pero refleja una inversión preocupante de la tendencia registrada en las décadas anteriores. Como explica el informe, “las emisiones de GEI agrícolas, que antes se mantenían estables, comenzaron a aumentar a una tasa media del 0,4% anual en la década de 2010”.
Esta desaceleración también se observa en otros indicadores ambientales. La intensidad de emisiones, que mide la cantidad de GEI emitida por cada unidad de producto agrícola, disminuyó a un ritmo del 0,6% anual en los años 1990 y 2000, pero esa tasa cayó al 0,2% en la última década. La Ocde advierte que esto representa un “desacoplamiento relativo”, donde las emisiones crecen más lentamente que la producción, pero no un “desacoplamiento absoluto”, que implicaría una disminución real de las emisiones totales.
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Por otra parte, el informe analiza los patrones de uso de recursos naturales e insumos agrícolas. Entre 2009-11 y 2019-21, el uso de fertilizantes nitrogenados y fosforados aumentó, en promedio, un 1,7% por año, mientras que el consumo energético directo en las fincas se mantuvo prácticamente constante y la extracción de agua para riego creció un 1% anual.
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Al mismo tiempo, si bien el área total de tierra agrícola se mantuvo estable en los países de la Ocde en la última década, se evidenció un cambio en su distribución: la superficie de tierras de cultivo se redujo un 0,7% anual, mientras que la de pastizales creció un 0,4%. Este fenómeno refleja, según la Organización, “una leve intensificación de la producción agrícola en tierras cultivadas”, con un uso más intensivo de insumos y prácticas de mayor rendimiento por unidad de superficie.
El balance de nutrientes, especialmente de nitrógeno y fósforo, constituye un indicador clave del impacto ambiental de la agricultura. Aplicados en cantidades adecuadas, estos nutrientes mejoran la fertilidad del suelo, pero su uso excesivo puede generar efectos nocivos como la acidificación del suelo, la eutrofización de ríos y lagos, y la contaminación del agua subterránea.
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Sostenibilidad en el agro
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El informe de la Ocde muestra que, entre 1990 y 2009, hubo una mejora sostenida en la gestión de nutrientes, reflejada en la reducción de los excedentes de nitrógeno y fósforo en los países con mayores emisiones. Sin embargo, esta tendencia se revirtió desde 2010. “El valor máximo del balance de nitrógeno en la OCDE ha vuelto a aumentar”, advierte el documento, indicando una reaparición de los excedentes en los países más intensivos.
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En contraste, las cifras medianas de eficiencia en el uso del nitrógeno han mejorado levemente, alcanzando un valor de 0,6. Esto significa que, en promedio, el 60% del nitrógeno aplicado se convierte efectivamente en producto agrícola, mientras que el 40% restante se pierde en el ambiente. La eficiencia en el uso del fósforo ha mostrado una mejora más consistente desde los años 2000, aunque los avances siguen siendo insuficientes para evitar impactos ecológicos negativos.
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Contaminación y biodiversidad
La agricultura continúa siendo un importante emisor de gases contaminantes. El metano, producto de la fermentación entérica del ganado, y el óxido nitroso, generado por el uso de fertilizantes, constituyen la mayor parte de las emisiones del sector. Si bien la intensidad de estas emisiones ha disminuido –en parte por mejoras tecnológicas y cambios en las prácticas ganaderas–, el volumen total sigue en ascenso.
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En términos de cifras, las emisiones de GEI del sector pasaron de 1.453 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2009-11 a 1.515 millones en 2019-21, lo que representa un aumento del 4,3%.
Otro indicador preocupante es el de las emisiones de amoníaco, una sustancia asociada al estiércol y los fertilizantes. Estas emisiones, que habían mostrado una tendencia a la baja hasta 2015, comenzaron a crecer a un ritmo del 2,8% anual en los años siguientes, alcanzando niveles máximos en 2021. La Ocde advierte que este repunte “podría representar una amenaza ambiental significativa en las regiones más afectadas”.
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Mientras tanto, la biodiversidad es otro frente en el que la agricultura moderna enfrenta grandes desafíos. El informe utiliza como indicador el Índice de Aves de Tierras Agrícolas, que mide la abundancia de aves típicas de entornos rurales y es considerado un barómetro de la salud de los ecosistemas.
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Entre 2009 y 2021, 22 de los 27 países de la Ocde que reportaron datos sobre este índice registraron una disminución en las poblaciones de aves agrícolas. Solo cinco países mostraron mejoras, lo que indica que las estrategias de conservación aún tienen un alcance limitado. “La disminución continua de estas poblaciones refleja las presiones derivadas de la intensificación agrícola, la pérdida de hábitats y los cambios en el uso del suelo”, señalan.
El organismo reconoce que este indicador debe ser complementado con otras métricas de biodiversidad, especialmente en países que aún no lo monitorean sistemáticamente.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-04-11 17:44:00
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