Cacao, sector clave para la economía nacional | Agro | Economía

La ciudad de Bucaramanga fue el epicentro de la más reciente Jornada de Diálogos Cacaoteros, un espacio liderado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural que reunió a los principales actores de la cadena cacaotera, incluyendo representantes de asociaciones de productores, comités cacaoteros, empresas de la industria como la Compañía Nacional de Chocolates y Casa Luker, Fedecacao, la Andi, y alcaldes de municipios cacaoteros de la región.

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En Colombia, el cacao se cultiva en 600 municipios distribuidos en 30 departamentos, lo que subraya su importancia como motor de desarrollo rural.

Los diálogos cacaoteros buscan fortalecer la relación entre productores e industria, promoviendo un crecimiento económico sostenible para todos los actores involucrados.

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Además, se persigue consolidar el reconocimiento internacional del cacao colombiano por su calidad y aroma, consolidándose como el «fruto de la paz». Este renglón ha registrado cifras destacadas en lo que va del año.

Entre enero y septiembre, las exportaciones de cacao y sus derivados alcanzaron los US$195,3 millones, representando un crecimiento del 103% frente al mismo periodo de 2023. Este desempeño reafirma el potencial del cacao colombiano en los mercados internacionales y su papel como un producto clave para el comercio exterior.

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Durante la jornada, se destacó la importancia de trabajar de manera conjunta en mesas técnicas para abordar temas prioritarios para el sector. Entre los aspectos esenciales se encuentran la parafiscalidad, con el objetivo de analizar y optimizar los mecanismos de contribución del sector.

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Así mismo, la investigación y tecnología, buscando ampliar el acceso a programas que faciliten la transferencia de conocimiento y tecnología; y la comercialización, enfocándose en mejorar las estrategias de mercado, especialmente en beneficio de los pequeños productores.

Otro punto clave fue la necesidad de renovar cultivos improductivos y establecer nuevas siembras, así como fortalecer la infraestructura para el manejo postcosecha y desarrollar planes nutricionales que mejoren la calidad del grano.

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Estas acciones, que beneficiarán a las 60.000 familias que dependen de este cultivo en unas 190.000 hectáreas, buscan dar un salto estructural en la productividad del sector.