Nuevos riesgos fiscales han surgido en los últimos días para Colombia, debido a dos cambios que, si bien no están en manos del Minhacienda para ser solucionados, pueden poner contra las cuerdas la ya apretada caja de la Nación, por los efectos que pueden generar en una de las fuentes de ingresos más importantes del país: los precios del petróleo.
Cuando se presentó el Plan Financiero de 2025, el Ministerio de Hacienda proyectó sus ingresos bajo la expectativa de que este commodity se comercialice durante la vigencia en curso a un precio promedio de USD$74 por barril y aunque no era una referencia descabellada, la reconfiguración del contexto internacional ha lastrado su costo por debajo de lo esperado, situación que se traduce en menos plata para las arcas del Estado.
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Todo esto se viene dando por dos factores que influyen directamente en la cotización del petróleo Brent, referencia que usa Colombia. En primer lugar, la subida de aranceles ordenada por el gobierno de Donald Trump para proteger su economía y la sobreoferta de crudo que llegará al mercado tras los anuncios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).
Expertos consultados por Portafolio advierten que estos cambios presionan a la baja el precio internacional del petróleo Brent, afectando directamente los ingresos del país y generando un efecto dominó que impactará los dividendos de Ecopetrol, los impuestos de renta petrolera y las regalías, poniendo en riesgo el Plan Financiero del Gobierno. Esto sin contar que la incertidumbre global por la guerra comercial y el exceso de oferta petrolera complican aún más el panorama económico nacional.
La empresa más importante del territorio latinoamericano.
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Retos fiscales
En primer lugar, para Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, para entender esta situación hay que comenzar por el hecho de que la subida de aranceles podría generar una desaceleración en el comercio global y, en consecuencia, una menor demanda por petróleo; dado que los costos de comercialización subirán considerablemente.
“Si a esto se suma una decisión de la Opep de aumentar la oferta de crudo, el resultado sería una presión bajista sobre los precios internacionales del Brent. Para Colombia, esta combinación puede tener efectos negativos en las finanzas públicas, dada la dependencia de los ingresos petroleros. Una caída en el precio del crudo reduce el valor de las exportaciones, impacta la utilidad de Ecopetrol y, por ende, disminuye los ingresos por renta petrolera, dividendos y regalías”, indicó.
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A esta caída en la cotización se debe sumar el hecho de que Colombia, al no ofrecer un crudo de alta calidad, enfrenta una especie de penalización o descuento al comercializarlo, lo que deriva en menores ingresos para el país. Por ejemplo, el año pasado la canasta de precio de venta del crudo de Ecopetrol, empresa que vende el 80% de este producto a nivel nacional, se cotizó en promedio a US$73,4, por debajo de los US$80 del promedio de la referencia Brent.
José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, señaló que, ante esta situación, Colombia tiene la oportunidad de aprovechar algunos mercados que pueden reemplazar a Estados Unidos, sin olvidar que el impacto es global y que la oferta de petróleo con precios internacionales en caída restringirá las divisas que entran al país.
“Esta caída, tanto por la vía del precio del crudo como por el impacto arancelario, tiene naturalmente un efecto directo en la disminución de divisas de entrada a Colombia. Esto representa una mala noticia no solo para el crecimiento económico y el comportamiento de la tasa de cambio, sino también para los recursos indispensables para financiar el presupuesto nacional, especialmente en un contexto fiscal ya de por sí apretado”, indicó.

Recesión económica
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¿Qué hacer?
Para mitigar los efectos negativos, los expertos coinciden en la necesidad de diversificar las fuentes de ingresos del gobierno colombiano y mejorar el recaudo tributario no petrolero. Además, proponen considerar opciones de cobertura financiera que permitan proteger parte de los recursos fiscales frente a caídas abruptas del precio del petróleo.
Otra vía posible es acelerar el aprovechamiento de mercados internacionales que podrían abrir nuevas oportunidades comerciales que compensen las pérdidas en el sector energético, teniendo en cuenta que el impacto en la industria petrolera no solo afecta los recursos públicos, sino también la competitividad del país en el mercado global de hidrocarburos.
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Theodore Kahn, director de Control Risks, dice que no se debe restar importancia al hecho de que los nuevos aranceles y el aumento de la oferta de crudo se traducen en un escenario global menos favorable para el crecimiento económico, afectando especialmente a países exportadores de petróleo como Colombia.
“Si los precios del Brent se mantienen bajos, el gobierno deberá considerar ajustes en el gasto público para compensar la caída de ingresos. Según Kahn, el desafío principal radica en recuperar la confianza de los mercados y mantener la estabilidad fiscal en medio de un contexto internacional adverso”, acotó.

Pesos colombianos
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Este analista agregó que con la caída del precio del crudo, se generan dudas sobre la viabilidad de mantener algunos proyectos de exploración y producción, especialmente en pozos de bajo rendimiento. Esto podría llevar a una menor inversión privada en el sector y afectar la capacidad de Colombia para sostener sus niveles de producción.
Por último, Henry Amorocho, profesor de la Universidad del Rosario sugirió no pasar por alto que el ajuste de los aranceles de EE. UU. está provocando distorsiones económicas a nivel global, lo que puede afectar indirectamente otras fuentes de ingreso para el país y deja claro que si el petróleo se mantiene en niveles cercanos a los 64 dólares por barril, el impacto podría ser considerable.
“El gobierno colombiano deberá tomar decisiones estratégicas para enfrentar el nuevo contexto global. La implementación de coberturas financieras, el fortalecimiento del recaudo tributario no petrolero y la promoción de políticas que impulsen la competitividad en otros sectores económicos serán fundamentales para mitigar los riesgos fiscales y mantener la estabilidad económica en el mediano plazo”, acotó.
Si bien un hay un riesgo de crisis inmediato, para estos analistas es mejor evitar movidas imprudentes en materia fiscal y tratar de jugar a lo seguro, dado que una de las fuentes de ingresos más importantes del país está en juego y con ella, la posibilidad de que se complique la crisis fiscal por falta de plata.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-04-06 20:16:00
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