Caja de la Nación habría terminado el año en sus niveles más bajos del 2024 | Gobierno | Economía

Si hay un término que caracterizó la gestión del gobierno Petro durante todo el año 2024, que finalizó esta semana, es “apretón fiscal”, el cual se deriva de la necesidad que tuvo el Ministerio de Hacienda durante esta vigencia para ajustarse a las realidades de gasto que le dejaron las proyecciones de ingresos que no se cumplieron y la marcada desaceleración que afectó aspectos como el recaudo tributario.

Las sobreestimación de las capacidades de la Dian, que no se concretara la ley de arbitramentos y litigios y haber adelantado algunos tributos como la renta durante el 2023, generaron una tormenta perfecta para las arcas de la Nación, que derivó en el recorte del gasto por $28 billones que se hizo rondando octubre y el manejo que se le dio al Plan Anual de Caja (PAC) durante el segundo semestre.

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Si bien el Gobierno al parecer cumplió con la regla fiscal y evitó un escenario de crisis el año pasado, dicho período habría cerrado con la olla raspada y llevando los Depósitos del Tesoro Nacional a su punto más bajo del segundo semestre, superado únicamente por el nivel de alerta que se vivió a comienzos de mayo.

Portafolio pasó revista al comportamiento de las disponibilidades del Tesoro Nacional con corte al 20 de diciembre y constató que estos depósitos, que dicho de forma simple sirve para saber cuanta plata tiene el país en sus cuentas del Banco de la República, estaban para esa fecha en $4,1 billones, un nivel que marca un retroceso de $5,7 billones respecto a los $9,8 billones que se tenían para ese mismo período en 2023.

Este monto comenzó diciembre sobre los $13,7 billones, por lo que se puede decir que la caída en la liquidez del Gobierno al cierre del 2024 fue del $9,6 billones, más del 69% en menos de un mes. Si bien el Banco de la República aún no ha revelado los balances de las últimas dos semanas, las estadísticas de años anteriores muestran que este indicador no suele subir en ese lapso.

“El viernes 20 de diciembre el saldo de las disponibilidades de la DTN en el Banco de la República fue de $4,099.6 mm, lo que representa una disminución de $1,750.9 mm frente al viernes 13 de diciembre de 2024. Durante la semana mantuvo en promedio $7,253.4 mm, es decir $99.7 mm más que la semana anterior”, informó el Emisor.

Por otra parte, también hay que decir que estos depósitos tuvieron una leve mejoría hacia el día 18 del mismo mes, cuando alcanzó su segundo punto más alto de $9,4 billones, superado únicamente por los $16, billones que mostró el 3 de diciembre. Después de eso empezó a caer hasta los niveles ya mencionados.

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Los niveles mencionados son una alerta para el mercado si se tiene en cuenta que son los segundos más bajos desde la primera semana de mayo, donde este indicador alcanzó a caer hasta los $2,3 billones, su punto más bajo del siglo en curso. Normalmente para esos momentos, los recursos en la caja del Estado deberían estar por el orden de entre $9 billones y $11 billones, dejando claro que los apretones de caja siguen.

Si se tiene en cuenta que hace poco más de un mes (finales de octubre), las cuentas de la Nación estaban en $26,8 billones, su mejor punto del año, aunque por debajo del promedio, se puede decir que durante noviembre se perdieron los alivios que trajeron para la caja del Estado los recursos que normalmente llegan por declaraciones de renta.

Debido a esto, nuevamente el Gobierno queda contra las cuerdas, puesto que la plata con la que cuenta para implementar los programas sociales que planeó se ve limitada y se queda sin margen de maniobra para estrategias más allá de los recortes presupuestales y la subejecución que ya viene implementando.

Recesión económica

FOTO: iStock

Medidas estructurales

El mismo Comité Autónomo de Regla Fiscal se ha pronunciado en varias ocasiones sobre este tema, advirtiendo que “la disponibilidad de caja en pesos ha permanecido por debajo de su promedio histórico a lo largo del 2024 y al cierre de noviembre se ubicó en $13,7 billones, cerca del mínimo histórico de noviembre desde 2012”.

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Con base en argumentos como este, el Carf indicó hace unas semanas que es necesario recortarlo a niveles inferiores a los que se tuvieron en el 2022, si se quiere recuperar la estabilidad fiscal y dejar atrás los apretones de caja.

“Se requiere un ajuste fiscal de $52 billones (2,9 puntos del PIB) para cumplir con la regla fiscal respecto del PGN 2025. Los indicadores fiscales finales de este año impactarán la situación de 2025. La brecha entre el recaudo previsto y la meta de ingresos tributarios de 2024, que fue utilizada para programar el PGN 2025, se traduce en una menor base de ingresos con respecto de lo que había sido proyectado”, manifestaron.

Pesos colombianos.

Archivo El Tiempo

Si se aplica este ajuste, el Presupuesto del otro año quedaría en $472 billones, por debajo de los $503 billones del 2024 y levemente por encima de los $405 billones que se manejaron en el 2023. Esto, sin pasar por alto la gran cantidad de gastos inflexibles que tiene la Nación actualmente y que en el próximo año entrarán a jugar la reforma pensional y se reglamentará la reforma al SGP.

Aunque el Ministerio de Hacienda es consciente de que es necesario ajustar las cuentas de gasto del próximo año, únicamente reconoce un déficit de $12 billones que, contrario a las recomendaciones de los analistas, serán aplazados y no recortados del Presupuesto 2025, por lo que se mantienen las alertas sobre lo que pasará con esta norma en la Corte Constitucional, ya que violaría el principio de estabilidad fiscal.