Un reciente informe el Banco Popular, publicado en semanas recientes, volvió a poner sobre la mesa una discusión que cada vez está cobrando más fuerza: Colombia está envejeciendo y lo hace más rápido de lo que el país parece estar preparado. Esto, entre otras cosas, debido al descenso acelerado de la natalidad y la alta emigración de jóvenes, que están transformando de manera estructural la pirámide poblacional.
El documento, elaborado por el equipo económico de la entidad, señala que Colombia atraviesa una transición demográfica profunda y que en los próximos veinte años, se proyecta que el número de personas mayores de 50 años pasará de 14 a 21 millones, mientras que los mayores de 60 aumentarán de 8 a 13 millones, en una transición que no solo implica un cambio en la estructura por edades, sino también un reto directo a los modelos tradicionales de desarrollo económico, sostenibilidad fiscal y bienestar social.
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Fecundidad en caída libre
Uno de los factores más determinantes en este giro poblacional es la caída sostenida de la fecundidad, ya que la tasa nacional ha pasado de 3,14 hijos por mujer en 1985 a 1,63 en 2024, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional (2,1) y lo que antes era una tendencia mundial, hoy es una realidad nacional con particular énfasis en las regiones urbanas.
El caso de Bogotá resulta paradigmático, puesto que su tasa de fecundidad actual es de apenas 0,89 hijos por mujer, inferior incluso a ciudades como Tokio o Madrid; mientras que para 2050, se espera que las zonas más pobladas del país, como Antioquia, Valle del Cauca, Santanderes y Eje Cafetero, presenten tasas entre 0,5 y 1,5. Solo el departamento del Vaupés mantendría niveles superiores a 2,5 hijos por mujer.
Economía plateada
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Dicho de forma simple, cada vez serán menos personas para reemplazar a los que fallecen, Esto, sin contar con que los costos económicos y culturales asociados a criar hijos, el informe resalta cómo factores como la educación, el empoderamiento femenino, la planificación familiar y el encarecimiento de la vida han transformado las decisiones reproductivas en el país.
Acá vale la pena traer a colación datos del Dane que cuentan que entre 2019 y 2024, el número promedio de integrantes por hogar pasó de 3,1 a 2,86, lo que representa una reducción del 7,74% en apenas cinco años y refuerzan la tesis del envejecimiento poblacional y la urgencia de adoptar medidas para enfrentar el cambio poblacional.
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Éxodo de jóvenes
A la baja natalidad se suma otro fenómeno decisivo y es la emigración fenómeno debido al que solo tres años, alrededor de 1,3 millones de colombianos han salido del país, en su mayoría personas menores de 40 años; generando una pérdida neta de población joven agrava el envejecimiento demográfico y debilita la base productiva del país.
De esta forma, agregaron que mientras la migración venezolana entre 2015 y 2019 ayudó a extender momentáneamente el bono demográfico, el reciente éxodo de colombianos y la desaceleración del ingreso de migrantes ahora aceleran la transformación de la estructura poblacional.
Natalidad en baja en América Latina
Fuente: IStock
Frente a este panorama, el Banco Popular plantea un llamado estratégico a repensar el modelo económico y social desde el lente de la longevidad y sugieren que la llamada “economía plateada”, aquella asociada al consumo, producción y servicios dirigidos a personas mayores de 50 años, debe dejar de verse como un tema marginal o asistencialista y ser reconocida como una fuente de dinamismo y crecimiento.
Según el estudio, los adultos mayores ya representan una porción relevante del consumo nacional, dado que su gasto anual estimado supera los $121 billones de pesos, equivalente al 12% del PIB y a pesar de que sus ingresos promedio disminuyen con la edad, su consumo se mantiene relativamente estable, lo que refleja tanto la necesidad como la relevancia de este grupo para la economía.
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El informe también evidencia que el 18,5% de los micronegocios del país son liderados por personas mayores y cerca de 940 mil microempresas están en manos de adultos mayores, lo que desmiente la noción de retiro pasivo y muestra un perfil emprendedor en edades avanzadas.
Si bien es un camino viable, desde el Banco Popular advirtieron que la economía plateada enfrenta obstáculos como la baja cobertura pensional (solo el 23% de las personas en edad de retiro accede a una pensión), la limitada inclusión financiera (menos del 30% tiene acceso a crédito) y la informalidad del ahorro (el 35% guarda efectivo en casa); que configuran un entorno de vulnerabilidad.
Nuevo logo del Banco Popular
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Además, el 60% de las personas mayores de 60 años no ahorra, y quienes lo hacen, en su mayoría utilizan métodos informales o inseguros. A esto se suman barreras de educación financiera, bajo nivel educativo formal (casi la mitad solo cursó primaria) y una alta prevalencia de discapacidades, que afecta al 22,3% de los adultos mayores.
De esta forma, cerraron diciendo que Colombia ya no puede posponer el debate y debe aceptar que la transformación demográfica es un hecho; por lo que la economía plateada no es solo un nicho, sino una plataforma sobre la cual construir una nueva visión de país, porque envejecer no es el final de un ciclo, sino (como insiste el informe) el inicio de “la mejor etapa de la vida”.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-05-27 10:06:00
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