El debate de cómo llevar las riendas fiscales del país, especialmente a la hora de manejar los recursos, ha acaparado recientemente gran parte de la agenda informativa y de opinión en el país. Primero por el informe de la Misión de Descentralización, luego por la reforma al Sistema General de Participaciones y ahora por el proyecto de ley de competencias que busca complementar la reforma y se presentaría al Congreso muy pronto.
La intención de las regiones de ser quiénes decidan cómo y en qué se invierte la plata que generan en sus territorios, así como las transferencias que reciben desde el Gobierno, han sido el motor de estas conversaciones en las que se han visto las caras los delegados de la Casa de Nariño, los gobernadores, alcaldes y expertos en la materia.
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En este contexto, recientemente se conoció un informe de la Universidad Eafit, titulado “Efectos económicos de las propuestas de descentralización fiscal en Colombia: estabilidad macroeconómica, sostenibilidad fiscal y convergencia regional”, que fue respaldado por la Federación Nacional de Departamentos, con el fin de ahondar en los beneficios y perjuicios que conlleva establecer un modelo de gobierno descentralizado fiscalmente.
El estudio reconoce que la descentralización en Colombia promovida a partir de la Constitución de 1991 ha generado avances importantes en términos de coberturas en educación, reducción del analfabetismo, disponibilidad de docentes, ampliación de la red pública de servicios, entre otros, partiendo de datos del Banco Mundial y el Departamento Nacional de Planeación.
Informe Descentralización – Eafit y FND.
Cortesía – A.P.I.
Cambios insuficientes
No obstante, pone sobre la mesa que las brechas entre regiones son persistentes y significativas, especialmente cuando se observan variables asociadas a la actividad económica, tales como ingreso per cápita, densidad empresarial, desarrollo de los mercados o innovación, por ejemplo.
Didier Tavera, director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, destacó que este documento pone en evidencia que un adecuado proceso de descentralización en Colombia puede impulsar el desarrollo económico de las regiones y fortalecer la sostenibilidad fiscal del país.
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“Es necesaria una mayor profundización de la autonomía fiscal, que sea coherente con los retos y necesidades del territorio. El esquema tributario de Colombia debe ajustarse para dar mayor flexibilidad. Además, debemos cambiar la percepción de que el Sistema General de Participaciones son solo gastos, cuando en realidad son ingresos para las Entidades Territoriales”, sostuvo el vocero de los gobernadores.
Entre tanto, el doctor Jesús Botero, profesor emérito de la Universidad Eafit y economista experto en modelos de equilibrio general computable, enmarcó los aspectos claves del estudio en profundizar la autonomía fiscal, pero de manera coherente con los retos fiscales del país; la revisión del esquema tributario de Colombia, buscando una mayor disponibilidad de recursos para los entes territoriales y evitando un proceso ‘recentralizador’.
“Le apostamos al diseño de un sistema que cumpla con el trilema de fomentar el crecimiento económico, reducir las brechas departamentales e incentivar una gestión adecuada de los recursos de los departamentos”, explicó.
Informe Descentralización – Eafit y FND.
Cortesía – A.P.I.
Productividad y estabilidad
El estudio, entre otros indicadores, demuestra cómo el Producto Interno Bruto (PIB) Nacional reacciona de manera favorable a las medidas de descentralización fiscal como el Acto Legislativo de reforma al Sistema General de Participaciones, con la condición de una adecuada asignación de competencias a las entidades territoriales.
Dicho esto, encontró que es necesaria una mayor profundización de la autonomía fiscal, pero esta debe ser coherente con los retos fiscales del país, dado que el modelo actual es insuficiente para atender la diversidad de necesidades que tienen las regiones y explotar al máximo las capacidades de cada una para generar desarrollo.
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“En general, las reformas propuestas, de ser posible realizar una transferencia completa de competencias a los departamentos, favorecen el crecimiento económico de todos los departamentos en comparación con el escenario base en un valor de entre 0,4 y 0,6 puntos porcentuales adicionales”, reportaron.
Respecto a la tasa de desempleo, los resultados van en la misma línea del crecimiento del PIB, de tal manera que la tasa de desempleo bajo los escenarios de referendo con traslado total de competencias son los más favorables, con una tasa de desempleo proyectada para 2035 del 8,7%, menor a la del escenario base (9,2%).
Informe Descentralización – Eafit y FND.
Cortesía – A.P.I.
“Igualmente, en el caso del referendo con ajuste parcial, la tasa de desempleo aumenta hasta el 10,7%, siendo este el escenario menos favorable. Otro escenario de interés es el del Acto Legislativo sin traslado total de competencias, donde el desempleo se ubicaría en el 9,5%”, indicaron en el análisis.
Cabe resaltar que estos escenarios hipotéticos se diseñaron partiendo de iniciativas como el referendo por la autonomía fiscal que impulsan los departamentos y que está próximo a entrar a debate en el Congreso, sobre la pertinencia de convocarlo o no. Para los expertos, los beneficios para Colombia se verían incluso en el manejo del déficit fiscal.
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“En general, se esperaría un superávit fiscal entre los años 2033-2035, de entre 0,1% y 0,4% del PIB. El más favorable supone mayores recursos hacia las regiones y por ende mayor productividad total factorial. El escenario de referendo con ajuste parcial es el menos favorable debido a la pérdida del recaudo del impuesto de renta por parte del GNC, donde además la imposibilidad de transferir completamente las competencias hace que la productividad total factorial sea menor”, reseñaron.
Dicho de forma simple, como consecuencia de estos cambios se genera un déficit primario entre el 2,5% y 3% del PIB, lo que sugiere que una apropiación total del impuesto de renta por parte de los departamentos pondría en alto riesgo la sostenibilidad de la deuda pública y es reconocido por los investigadores como un punto a abordar.
Por último, sostienen que un aumento en el flujo de recursos a las regiones debería traducirse en una mayor eficiencia en su uso, partiendo del principio de “subsidiariedad”, según el cual, entre más cerca esté el gobernante de las regiones mejor conocerá las necesidades de su territorio, localizando mejor el gasto. “Esta eficiencia deberá traducirse entonces en mayor crecimiento tanto regional como agregado”, concluyeron.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-03-21 15:18:00
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