Edwin Villamizar, colombiano, murió en Estados Unidos: familia busca repatriación

Edwin Fabian Villamizar Buitrago, nacido en Bucaramanga tenía 38 años y viajó hace un año y medio a Estados Unidos a buscar mejores oportunidades para su futuro. 

De manera legal comenzó a laborar con una empresa transportadora y en su tiempo libre trabajaba en Indriver. 

Mientras laboraba en Filadelfia , el vehículo de Edwin fue impactado fuertemente por otro carro que habría cruzado un semáforo en rojo, esto generó que la parte delantera del automotor de la víctima quedara destruida, incluso, el impacto fue tan fuerte que, al parecer, hubo un tercer carro involucrado.

La policía de Estados Unidos confirmó que  el colombiano murió el 23 de junio tras el fuerte impacto en el momento del accidente.

Los implicados en el siniestro vial huyeron del lugar y al parecer, manejaban un vehículo robado, según la versión que se entregó en medios locales. 

Ante esta situación, una familia en Bucaramanga, Santander, está buscando todas las herramientas económicas para poder recoger el dinero que se necesita para poder trasladar el cuerpo de Edwin Fabián a Colombia. 

Este proceso de la repatriación vale más de 100 millones de pesos. Su prima, Erika Melissa Villamizar, contó en EL TIEMPO que los padres de Edwin dependían económicamente de la víctima. 

«Él estaba en su carro y unos muchachos robaron un carro y se comieron una luz roja, impactaron a mi primo por todo el lado del conductor causándole la muerte. El impacto fue tan duro que el carro de mi primo chocó otro carro y las personas resultaron heridas. Los gastos de repatriación son muy altos. Estamos tratando de reunir 25 mil dólares, fue una muerte traumática, los costos son muy altos», dijo Erika a este medio. 

La otra manera de colaborar es con la cuenta de ahorros de Bancolombia: 912 3355 2793, a nombre de Nieves Buitrago Herrera o con la cuenta de ahorros de Davivienda 046 2008 12322, a nombre de Yuly Villamizar Buitrago, hermana de la víctima del accidente vial.

Edwin Fabián tenía dos hijos, quienes lamentablemente habían comprado pasajes para el 26 de junio para irlo a visitar y no alcanzaron a despedirlo.