‘Elefantes blancos’ en obras: $20 billones podrían perderse en proyectos viales | Infraestructura | Economía

La ejecución de un número importante de proyectos de infraestructura de transporte, principalmente carreteros, está enfrentando líos. Según la Contraloría General de la República (CGR), garante por la vigilancia de estas obras, hay 152 proyectos considerados críticos, entregados sin funcionar, suspendidos o como comúnmente se les llama: ‘Elefantes blancos’.

Se trata de iniciativas pendientes, de todos los tamaños, y que comprometen más de $19,9 billones de recursos estatales y regionales, que podrían convertirse en casos de detrimento patrimonial, la mayoría obras viales.

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Los que más valen

Según la información suministrada a Portafolio por la CGR, el proyecto más cuantioso está ubicado en Neiva, Huila. Se trata del proyecto de concesión del corredor vial Santana – Mocoa – Neiva, a cargo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y que tiene un valor por $5,18 billones.

Este proyecto, en manos de la concesión Ruta al Sur, y considerado la 4G más larga del país, tiene apenas una ejecución del 58,1 % y debería estar terminada para julio de este año. Su construcción inició en julio del 2022 y consiguió su financiación en diciembre del 2023. En su momento,  Juan Carlos María, gerente general de la concesión, aseguró que habían tenido líos asociados con el tema de licenciamiento ambiental, interacción con comunidades indígenas en el departamento de Cauca y Putumayo y compra de predios.

En segundo lugar, se ubica el proyecto de la Nueva Malla Vial del Valle del Cauca, también una vía 4G licitada a través de la ANI a ‘Vial de los llanos S.A.S’. Según la CGR este proyecto ubicado en Cali, Valle del Cauca, que supera los $3 billones, que inició en el contrato en el año 2015, es considerado crítico.

Según el Aniscopio, fuente de información de la ANI, esta obra no superó la etapa de preconstrucción y podría enfrentarse al riesgo de liquidarse anticipadamente. Según fuentes cercanas, esta obra ha tenido dificultades en la estructuración financiera y en la obtención de permisos, por ende, solo han anticipado obras de mantenimiento del trazado existente.

El pasado 14 de marzo, las comunidades aledañas al proyecto manifestaron su intención de mantener esta obra andando, pero siguen manifestando su inconformidad con el no inicio de obra. Trabajadores de la concesión, por su parte, insistieron en el avance que ha tenido pese a la disminución de los ingresos.

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En tercer lugar, se encuentra la construcción, rehabilitación, mejoramiento y revisión del corredor Mulaló–Loboguerrero, de $2,8 billones. Esta obra, en manos de la ANI y a su vez de Nueva vía al Mar S.A.S (Covimar) sigue pedaleando por salir a flote. En su última comunicación, el concesionario solicitó abiertamente al Gobierno encontrar una solución conjunta para llevar a cabo la obra que lleva firmada desde el año 2015, pues actualmente sigue financiando el proyecto con recursos propios provenientes de sus socios y señalan que el no inicio de obras se ha dado por factores ajenos al concesionario, entre estos la oposición de algunas comunidades al trazado definido por la ANI y la demora en la expedición de la licencia ambiental, la cual tardó más de seis años en ser otorgada.

Entre tanto, en Carmen de Bolívar, la Ruta del Sol 3, que comprende San Roque – Y de Ciénaga y Valledupar – Carmen de Bolívar, también es considerado crítico. La obra de la ANI por $2,11 billones sigue en obra a manos de Yuma Concesionaria.

Este ‘Top 5’ lo cierra la Variante San Francisco – Mocoa, a manos del Instituto Nacional de Vías (Invías) proyecto actualmente en ejecución por $1,9 billones y ha presentado líos. El contrato que va hasta 2030 aún tiene varios kilómetros pendientes por construir, situación que le preocupa a la comunidad. A la fecha aún faltarían cuantiosos recursos, valor similar al inicial, para culminar con la obra.

Otras obras

En el departamento del Meta, el proyecto denominado “Dobles calzadas Villavicencio” es ejecutado por la Agencia para la Infraestructura del Meta. De acuerdo con los datos disponibles, su estado actual es “en ejecución” y su valor asciende a $194.641 millones. La estrategia de seguimiento identificada es “control fiscal participativo” y no se ha reportado un cambio en dicha estrategia, manteniéndose como “sigue igual”.

En Casanare, específicamente en el municipio de Maní, se desarrolla un proyecto de mejoramiento de la vía que conecta a los municipios de Maní, Tauramena y Monterrey. La entidad responsable es la Alcaldía de Maní. La obra también aparece como “en ejecución”, con un valor registrado de $109.244 millones. Al igual que en el caso del Meta, la estrategia es “control fiscal participativo” y no ha habido modificaciones: “sigue igual”.

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Las obras de la nueva malla vial del Valle iniciarán en el segundo semestre de 2022.

Entre tanto, en el municipio de Floridablanca, Santander, la Empresa de Transporte de Bucaramanga Metrolínea figura como responsable de la construcción de una estación del sistema de transporte masivo. El proyecto, denominado “Concesión construcción estación Metrolínea Papicentro”, presenta un estado actual de “suspendido” y una inversión de $97.282 millones. En este caso, se reporta que no ha existido intervención bajo estrategias oficiales, permaneciendo igualmente como “sigue igual”.

Cundinamarca también aparece en los registros con el proyecto “Mejoramiento y rehabilitación de la vía troncal del Guavio”, localizado en el municipio de Ubalá. El Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU) es la entidad a cargo. La obra está “en ejecución” y tiene una inversión de $72.405 millones. La estrategia identificada es “Compromiso Colombia”. No se registra cambio de estrategia en este caso.

Finalmente, en Bogotá, se registra el proyecto “Obra para la construcción para culminar el sistema TransMiCable en el sector San Cristóbal”, que fue entregado pero no está en funcionamiento. El valor de la inversión alcanza los $51.674 millones. No se especifica la entidad encargada y el estatus actual que muestra la Contraloría es “sin intervención” y tampoco se ha producido modificación alguna en ella.

PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio