El crecimiento económico de Colombia sigue atado a un patrón desigual y frágil, en el que pese al repunte de sectores emergentes como entretenimiento, servicios financieros y tecnología, se está dejando a un lado a otros que históricamente han sido fundamentales para el Producto Interno Bruto, a tal punto que para los expertos son considerados como pilares de la economía local.
Se trata de la industria, la minería y la construcción, que continúan en una prolongada mala racha que impide al país retomar una senda de expansión sólida, según lo advierte el más reciente informe de Corficolombiana, que califica a estos sectores como “gigantes dormidos” de la economía, capaces de transformar el panorama si logran despertar.
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Partiendo de que entre 2019 y 2024, el crecimiento promedio anualizado del PIB fue de apenas 2,5%, una cifra muy por debajo del 3,5% observado en la década prepandemia, los analistas sostienen que si industria, minería y construcción hubieran mantenido el ritmo histórico que exhibían antes de la pandemia, el país habría alcanzado un crecimiento anual de 3,3%, permitiendo una recuperación más robusta, mayor inversión y avances sociales más sostenibles.
Crisis prolongada
Uno de los puntos que este informe deja claro es que la debilidad de estos sectores no es reciente, pero sí se ha profundizado en los últimos años; ya que en conjunto, industria, minería y construcción registraron una caída anualizada del 1,4% entre 2019 y 2024, mientras que sectores como entretenimiento crecieron cinco veces más que el promedio nacional; lo que ha provocado un desbalance en la estructura productiva del país, cada vez más dependiente de sectores con menor capacidad de arrastre e inversión.
El caso de la construcción afirman que es particularmente preocupante, ya que aunque las obras civiles mostraron una recuperación en 2024 con un crecimiento del 11,7%, esta mejora fue insuficiente frente al colapso del sector edificador, que cayó un 2,5% ese mismo año y un 6,5% en el primer trimestre de 2025, su peor desempeño desde la pandemia.
Inversión y crecimiento económico.
Imagen generada con Inteligencia Artificial – ChatGPT
Para decir esto, particularmente se centraron en las licencias de construcción, que según reseñaron, están en niveles mínimos de los últimos 15 años, y la pérdida de impulso del programa “Mi Casa Ya”, junto al encarecimiento de los créditos hipotecarios, ha golpeado duramente la dinámica del mercado de vivienda.
César Pabón, director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corfi, explicó que en cuanto a la minería, su valor agregado permanece un 19% por debajo del nivel prepandemia y que la producción de crudo ha caído un 14% entre 2019 y 2025, el gas natural un 16% y el carbón cerca del 43%.
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“Factores como la no adjudicación de nuevos contratos de exploración, el aumento de la carga tributaria, los bloqueos territoriales y la inseguridad jurídica han minado la inversión, paralizado pozos y reducido la operación de minas claves como Cerrejón, que solo en 2024 enfrentó más de 300 bloqueos”, sostuvo.
De igual forma dijo que la industria manufacturera, por su parte, lleva tres años consecutivos en números rojos, dado que cayó 2,7% en 2023, 2,1% en 2024 y 0,4% en el primer trimestre de 2025 y aunque algunos subsectores muestran señales incipientes de recuperación, la dependencia estructural de los sectores de minería y construcción, que demandan maquinaria, insumos, cemento y materiales, mantiene a la industria en un estado de estancamiento productivo.

Minería
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Inversión en mínimos
El impacto de este rezago es visible también en la inversión. La inversión fija cayó un 10,5% respecto al periodo prepandemia y se ubicó en apenas el 17,1% del PIB en 2024, el nivel más bajo en dos décadas. Esto contrasta con los niveles superiores al 20% registrados antes de la pandemia, coherentes con un crecimiento potencial superior al 3%.
“La semilla del crecimiento económico es la inversión, y estos tres sectores aportan casi el 90% de los bienes y servicios vinculados a ella. Mientras sigan dormidos, es difícil pensar en un repunte sostenido del PIB”, señala reporte de Corfi, donde también recordaron que toda esta dinámica es la semilla del crecimiento y se está descuidando.
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El informe también identifica cuatro grandes cuellos de botella que impiden la recuperación de los sectores intensivos en capital, comenzando por un entorno macroeconómico adverso: inflación persistente cercana al 5%, tasas de interés elevadas y suspensión de la regla fiscal, que siembra dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
“Tramitología excesiva: licencias ambientales y consultas previas interminables. Por ejemplo, el proyecto de gas Sirius requiere 116 consultas previas para iniciar operaciones. Incertidumbre regulatoria y tributaria: cambios constantes en las reglas de juego, impuestos transitorios, aumento de la retención en la fuente y decisiones políticas que afectan la inversión, como la suspensión de contratos de hidrocarburos”, acotaron.
En cuarto lugar mencionaron el deterioro de la seguridad física, puesto que las extorsiones (+25% en 2024), ataques a infraestructura y bloqueos masivos, especialmente en zonas estratégicas como La Guajira, Valle del Cauca y el suroccidente del país; también han tenido un efecto nocivo para el crecimiento.

Pesos colombianos.
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Despertar los gigantes
El informe concluye que para reactivar a estos sectores se requieren decisiones de política pública valientes y coordinadas. En primer lugar, se debe restablecer la confianza inversionista mediante reglas de juego claras, estables y duraderas, así como garantizar el cumplimiento de compromisos del Estado como las vigencias futuras en infraestructura.
En segundo lugar, urge preservar la seguridad jurídica, comenzando por frenar nuevas cargas tributarias, simplificar trámites y reactivar programas estratégicos como “Mi Casa Ya”. En tercer lugar, se propone una mayor articulación entre Nación y territorios. Por ejemplo, gobernaciones y alcaldías están dispuestas a cofinanciar hasta 120.000 subsidios de vivienda, el 60% de la meta nacional.
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Pero por encima de todo, la condición sine qua non es mejorar la seguridad física; entendiendo que la inversión no florece donde reina el miedo y que “sin seguridad no hay inversión, no hay crecimiento, no hay bienestar. La seguridad es la base del desarrollo”, según concluye el documento.
Según las proyecciones, en 2025 el patrón de bajo crecimiento se mantendría y la construcción y la minería seguirán en terreno negativo, y la industria apenas crecería un 0,8%, muy por debajo del crecimiento esperado del PIB. Este escenario confirma que, sin despertar a los gigantes dormidos de la economía, Colombia no logrará retomar el ritmo de desarrollo necesario para reducir la pobreza, recuperar la inversión y asegurar la sostenibilidad fiscal.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-06-16 20:40:00
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