Las dudas que hay sobre el Marco Fiscal y la nueva tributaria del gobierno Petro | Finanzas | Economía

Las dudas sobre el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025-2035 no se han hecho esperar, después de que el Gobierno Nacional presentara el plan financiero, este viernes 13 de junio. Diferentes sectores y actores económicos han expresado varios reparos al respecto, sobre todo con las medidas que se implementarán para cuadrar caja.

Las acciones que generan cuestionamientos son la suspensión por tres años de la regla fiscal, la subida del precio del diésel (ACPM) y una nueva reforma tributaria.

(Vea: La nueva reforma tributaria del gobierno Petro: qué impuestos tendría el proyecto).

Las dudas que hay por el MFMP

El Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana resaltó que el Gobierno se haya sincerado con algunas cifras fiscales, pero señaló que «persisten dudas importantes sobre la viabilidad de las proyecciones y las medidas planteadas para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas«.

Según el Observatorio, «la nueva reforma tributaria no puede basarse en supuestos económicos y políticos poco realistas«, recordando que ninguna reforma en las últimas décadas ha logrado recaudar más de $19 billones.

«La anterior ley de financiamiento (la tributaria dle 2024) no prospero en el Senado. Surge entonces una pregunta: ¿qué garantías existen de que esta vez sí se logrará un consenso político y técnico suficiente para que una nueva reforma prospere? Y de no lograrlo: ¿cómo quedarán las cuentas?«, cuestionó la entidad.

También pidió revisar los beneficios tributarios, «pues nos resulta llamativo que no se mencione la evaluación ni la reducción de los beneficios tributarios, a pesar de que representan una porción significativa de los recursos que el Estado deja de recaudar. ¿Por qué no se prioriza una revisión rigurosa de estos gastos fiscales antes de pensar en nuevas cargas impositivas?«.

(Vea: El plan fiscal de Minhacienda: se anuncia una nueva reforma tributaria).

Desde el Observatorio se reconoció que los supuestos macroeconómicos son muy optimistas, con proyecciones en el MFMP, por ejemplo, de un crecimiento económico para 2025 de 2,7%. No obstante, dijo que esto podría no materializarse en el contexto actual: «Si este supuesto no se cumple, ¿cómo se ajustarán las cuentas? La experiencia reciente muestra que el crecimiento inferior al estimado ha sido una fuente estructural de incumplimiento fiscal«.

Se mostró preocupado por los ajustes ‘drásticos’ en ingresos y gastos, ya que «el nuevo marco reconoce una caída de $20 billones en ingresos y un aumento de $20 billones en gastos frente al escenario anterior. Aunque este sinceramiento mejora la transparencia, la credibilidad de las cifras sigue en duda si no se explican con mayor profundidad los supuestos que las respaldan«.

Sobre la estrategia de manejo de deuda, la definió como ‘incierta’: «Nos llama la atención que, la reducción en la tasa de interés de la deuda pública dependerá, según el Gobierno, de un cambio en los plazos de vencimiento y otras estrategias novedosas. Pero, ¿son estas estrategias creíbles para los mercados? ¿Qué riesgos implican? Es fundamental conocer más detalles sobre este plan y su impacto real en el servicio de la deuda«.

En cuanto a la inversión pública, comentó que sigue siendo la variable de ajuste. «Como hemos venido alertando desde hace un tiempo, y como ha ocurrido en años anteriores, si los supuestos no se cumplen o los ingresos no se materializan, la inversión pública volverá a ser la primera en recortarse. Esto afecta directamente el crecimiento de mediano plazo y la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente en regiones con mayores necesidades«.

Finalmente, pidió claridad sobre el salario mínimo y su efecto real en el mercado laboral, pues el MFMP «sostiene que el aumento del salario mínimo estimula el crecimiento. Sin embargo, las cifras proyectadas para 2025 muestran que el desempleo no se reduce de manera significativa respecto a 2024. Nosotros hemos evidenciado que aumenta la proporción de personas que ganan menos de un salario mínimo. Es necesario explicar con mayor detalle esta conjetura«.

(Vea: Los países latinos con mejores sistemas tributarios: así le fue a Colombia).

El llamado del Observatorio Fiscal de la Javeriana fue el de una estrategia más realista, transparente y políticamente viable: «Los supuestos que respaldan el Marco Fiscal de 2025 podrían no materializarse«.

Inversión y economía.

Imagen generada con Inteligencia Artificial – ChatGPT

Más reparos

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, resaltó la «preocupación central sobre la situación fiscal: una deuda pública que aumentará en 9,6 puntos del PIB —equivalente a 173 billones de pesos— en apenas tres años, en el contexto de una economía que no ha tenido ningún choque interno o externo significativo en ese periodo«.

(Vea: Panorama financiero: ¿qué tanto ha mejorado el riesgo país de Colombia?).

«El recorte del gasto, necesario e ineludible, se deja al próximo Gobierno, que heredará unas cuentas fiscales en estado crítico y deberá poner en marcha un plan inmediato de ajuste fiscal«.

María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia) valoró que “el momento actual debería llevar al Gobierno a dar señales claras de responsabilidad en las decisiones fiscales y consistencia en el discurso económico. Es lo mínimo para generar confianza, atraer inversión y proteger el empleo. Sin embargo, día tras día vemos decisiones que alimentan la incertidumbre, contradicen los mensajes oficiales y ponen en riesgo la estabilidad económica del país«.

Dijo que la suspensión de la regla fiscal  y el anuncio de una tributaria que buscaría recaudar mínimo 19,6 billones de pesos es «incoherente frente a un discurso que insiste en que la economía está en recuperación. Si hay señales de crecimiento, ¿por qué se recurre a mecanismos de emergencia? Si el gasto está bajo control, ¿por qué más impuestos sin ajustes ni austeridad?«.

(Vea: Así se haría el alza del precio del diésel: desde cuándo y a quiénes aplicará).
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Y dejó claro que, para ella, el país no necesita más impuestos: «Necesita reglas claras, coherencia fiscal y decisiones que fortalezcan la confianza, no que la sigan debilitando«.

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